QUIN REMEI!

Hoy vamos a hablar de un juegazo: TROYES. Antes de hablar del juego quiero explicaros qué es Troyes. De entrada es una ciudad que se encuentra a unos 121km de Paris junto al Sena. En época del Renacimiento la ciudad llegó a ser la quinta de Francia. En 1524 se produjo un incendio por lo que muchos edificios medievales presentan carácter renacentista. Tiene una importante concentración de edificios de madera.

En el siglo XVII se produjeron hambrunas, pero Troyes, gracias a la revolución industrial, devino la capital de la sombrerería y el textil.

En el siglo XX sufrió bombardeos, pero tuvo la fortuna de mantener intacto su centro histórico en el que destaca la bella catedral gótica de San Pedro y Dan Pablo.

CATEDRAL DE TROYES

El juego se basa en la construcción de la catedral de Troyes en el año 1200. La reconstrucción de la misma durará unos 400 años. Durante unos 4 siglos deberemos, entre otras cosas, trabajar en la catedral. La sociedad está dividida en estamentos (nobleza, clero y los campesinos) y deberemos utilizar cada uno de ellos para ganar prestigio y dinero con los que podremos colaborar en la construcción de la catedral. Aunque la propuesta de construir la catedral es interesante no es, en mi opinión, la base del juego, es un aspecto más. En mi humilde opinión lo principal es que nuestra familia sea la más influyente y la más rica. Si somos ricos e influyentes podremos conseguir que el estamento militar, el religioso y el pueblo llano trabajen a nuestro favor.

Este juego a llegado a mis manos de una forma bastante chula. Escuchando un podcast de la gente de Vis Lúdica, comentaban que el juego era un euro de narices, que estaba agotado y solo se podía encontrar alguna copia en internet si las había. Parece ser que el juego no se iba a editar en español y que  Pearl Games ya no iba a reeditarlo. ¡Mierda! Hacia un mes había visitado una tienda en Cardedeu llamada Ue de Drac y lo tenían ¡al 50%! Cogí el coche y en 30 minutos me encontraba en la puerta de la tienda. Entré y busqué el juego por todos lados, al final, escondido entre otras posibles joyas estaba TROYES, y al 50%. Por 25 eurazos me llevé el juego y lo dejé en las estanterías cogiendo polvo. 

VISTAZO GENERAL

Este verano me he decidido a prepararlo y amigos míos la experiencia de juego ha sido brutal. Llevo ya tres partidas y no me importaría sentarme y darle otras cuantas. Es de esos juegos intensos que dejan huella. Lo pondría en el grupo del CAYLUS o TERRA MYSTICA, dos juegazos de campeonato. 

Yo no hago reseñas pero si quiero hablar de las sensaciones que me ha producido. De entrada el reglamento es sencillo aunque cuando te pones a jugar aparecen dudas. Hay que tener paciencia ( el juego la merece) y familiarizarte con las ayudas durante las primeras partidas. Una vez dominas las fases y la simbología de las cartas, la cosa empieza a volverse más que interesante.

MIRADA LAS MANOS ¡QUÉ VELOCIDAD!

La idea básica es que a través de posibles acciones que te propone el juego puedas ganar puntos de prestigio, dinero o puntos de victoria. Hay un aspecto muy interesante y original, al principio de la partida colocas trabajadores en los edificios militares, religiosos o el social. Por cada trabajador obtienes un dado de color (rojo/militar, blanco/religioso y amarillo/ pueblo llano), con los dados podrás hacer las acciones. Pero lo interesante es que los jugadores pueden comprar dados de otros jugadores y utilizarlos. Lo jugadores no se pueden negarse a venderlos y a cambio reciben monedas. Este aspecto del juego hace que la interacción sea brutal y de paso se transforma en una interacción con puteo, ¡mucho puteo!

¡ANÁLISIS PARÁLISIS!

De hecho ser el jugador inicial te da cierta ventaja ya que eres el primero que le va a meter mano a los dados y eso determina, si tienes una bien tirada, la ronda. El juego contiene el azar que tiene jugar con dados pero también existen unas mecánicas que permiten cambiar las tiradas y eso lo compensa.

Comentar que la ilustración es muy especial (a mi me encanta) y que tiene ese aire de edad medieval que tienen las vidrieras de una catedral. El juego escala perfectamente a 2 y a 3 jugadores (aún no lo he probado con 4). El análisis parálisis es bestial y da pie a comentarios y críticas que no hacen más que desestabilizar al contrario, al menos en nuestro grupo de juego.

¡ILUSTRACIONES MUY CHULAS!

Por ejemplo Chechi hace las acciones en el orden que quiere, primero hace la acción, después pone el meeple y después paga. Le comentas qué demonios está haciendo y solo él lo sabe. Los entreturnos se le hacen largos y es el primero en deshacer acciones mientras murmura (no habla) para si mismo como si entonara algún cántico satánico. A demás no soporta que lo putees, el tipo tiene la jugada pensada, le robas dos dados y se hunde en la miseria. Le vamos a llamar el hombre intermitente, me explico, el tipo comenta que el juego es un juegazo y a los cinco minutos como la partida no anda por donde él quiere comenta que el juego esta bien pero…. ¡Vamos que cambia de verde a rojo de forma constante!

¡CUANDO GANA SONRÍE!

Peor es la inmombrable que mientras gana es todo sonrisas pero cuando la partida se le va de las manos comienza a decir: " Hoy no me encuentro bien", "Hoy no estoy centrada", "No sé que me pasa". Se piensa que los demás cuando perdemos estamos ¡a tope!

¡CHAMPION!

¡Vaya par de lloronas! ¡Se quejan de vicio! Ya sé que yo me paso pero me paso gane o pierda, no soy selectivo ni empiezo a comentar a media partida. Qué le vamos ha hacer. 

Para acabar decir que este verano he jugado mucho y puedo decir que es el juegazo del verano. Lo recomiendo sí o sí. Estoy encantado con él y además he conseguido ¡ganar una partida! Pero claro, mis contrarios estaban en unas condiciones físicas y mentales muy jodidas. !Putos locos! ¡Qué les den! Como dice Chechi cuando no puede cambiar el sino de la partida: Quin remei!