lunes, 10 de agosto de 2015

¡NO ESTÁIS SOLOS!


Todo empezó con mi hija preguntando: ¿Papa, jugamos un Batman vs Jocker?. Las lágrimas saltaron de mis ojos y fueron corriendo a buscar el juego. Mi hija, mi primogénita, la primera de tres debe de ser, si no bruja, al menos jugona. Pero en los libros no dice nada de eso y el ya desaparecido Terry Pratchet no se lo va a inventar, por eso lo hago yo.

Cuenta la leyenda que la primogénita de tres será una jugona. En cualquier casa eso sería un problema pero en la casa de un primogénito de tres es normal. Los dos nacimos para frikear, no se puede huir de esa maldición, se lleva en la sangre, en los genes, es ese poder latente que se despierta un día y se convierte en una virtud para ti y en una maldición para los demás. Pues nada aprovechemos la maldición y juguemos ¡hasta la muerte!


Partidaza de RIVALS, mi hija es un hueso duro de roer y lo del ingles no la tira para atrás. Plantó cara todo el rato y me dió donde más duele, aún así, al final de la partida me impuse, pero no por Ko. Solo pude quitarle dos vidas y ella me quitó una. El juego finalizó cuando el mazo principal se agotó. Después de contar las cartas solo había ganado de ¡4 puntos! Le hice comer un montón de debilidades y se las ingenió para deshacerse de casi todas. Si te descuidas la primogénita de tres es capaz de fundirte. ¡En eso ha salido a la madre! Pero esa es una caso aún peor,  ¡es la tercera de cuatro!

¡¡¡FOTO DE LOS LOSERS!!!
Después de darme de piños con el mismísimo Batman, me tocó sufrir al gran e incombustible MISTIBOO.
El juego loco de intercambio de cartas que acaba con el pobre que se queda la carta del gato negro llamado Mistiboo. El juego se las trae, pero nunca he visto un juego que de más resultados que este. Le llevo contadas más de 50 partidas y las que le quedan. Tiene tela que el gato negro sea la carta negativa, lo digo porque las ilustraciones del juego contienen brujas, vampiros, esqueletos, arañas, monstruos…,pero el pobre gato es el que se lleva el mal rollo. Una curiosidad del juego, las ilustraciones son fluorescentes y se puede jugar ¡en la oscuridad!

¡SE LO PASAN TETA!


Todo esto pasó por la tarde. Por la noche Núria y yo estrenamos el CASTELLI, un juego de esos de construcción que tanto le gustan. Y efectivamente le gustó.


El juego es muy sencillo y rápido a dos jugadores. Tienes unos terrenos modulares que contienen unas losetas bocabajo, entre loseta y loseta hay un espacio octogonal donde aparecen diferentes tipos de terreno (piedra, madera, paja y tiendas). Cuando dos o más losetas entran en conflicto por un terreno se confirma el ganador y este cobra la materia primera de ese terreno. Si tienes una piedra, una madera y una bala de paja, puedes construir un castillo. Los castillos se construyen sobre terrenos de piedra y solo puedes construirlo si tienes una bandera de dominio en esa zona. Cuando se construye el castillo se puntúa y vuelta a empezar.

MÁXIMA CONCENTRACIÓN

Este sería el resumen del resumen. La verdad es que el juego tiene tres fases muy sencillas y se aprende en 5 minutos. La gracia del juego es que intervienen unas cartas de personajes que nos ayudan a modificar algunas reglas en nuestro favor y además pueden perjudicar al contrario. El juego a dos está bien pero seguro que a cuatro es la leche. Recomendable para partidas rápidas de 45 minutos y para principiantes.

AQUÍ LOS CASTILLOS, CASAS, CIUDADES Y LA PLATA

Más tarde, en la soledad de la noche, más solo que la una, jugué mi cuarta partida a LEGENDARY.  No quiero explicar demasiado sobre el juego ya que quiero dedicarle una entrada. Solo deciros que me enfrenté a Magneto con Cíclope, Pícara y Lobezno, la victoria fue in extremis. Logré vencer a magneto gracias al poder de Pícara que copiaba una carta ya jugada y otra que me daba +3 de ataque si jugaba un personaje con el símbolo del puño de Hulk. Combinando estas dos cartas y con Lobezno permitiéndome robar, pude noquear a Magneto. El problema fue que las cartas de plan maestro llegaron a la número 7 y estuve a punto de palmarla. Fue una partida agónica pero controlada. ¡Una gozada!

¡QUÉ PASADA!
El primogénito de tres se despide pensando que en algún lugar del mundo hay un montón de primogénitos de tres. Algunos ya son jugones y otros tienen ese poder en estado latente. ¿Cuántos de ellos al tener un dado entre los dedos no han sentido una descarga? ¿Cuántos de ellos al tocar una baraja no han sentido un escalofrió? ¿Cuántos de ellos no han dejado de respirar al oír la palabra meeple? ¿Cuántos de ellos se han parado ante un aparador lleno de juegos de mesa y han dejado de respirar? ¿Cuántos? ¿Cuántos? ¿Cuántos?
A todos ellos quiera decirles: ¡NO ESTÁIS SOLOS!


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