martes, 19 de noviembre de 2013

¡MUNDO OSCURO!

El Ragnarok significa "El destino de los Dioses". Vendrá el invierno llamado Fimbulter, con inmensas nevadas, hielos y vientos gélidos. El Sol no será capaz de calentar Asgard. Tres inviernos seguirán sin ningún verano pero antes vendrán otros tres que sumirán al mundo en grandes batallas, y los hermanos se matarán entre sí por avaricia, y no respetarán al padre y  al hijo, ni en las matanzas ni en el incesto.



El lobo que persigue al Sol se lo tragará, y lo mismo sucederá con el que sigue a la Luna. Las estrellas se precipitarán desde el cielo. Temblará la tierra y las montañas se derrumbarán, y todas las cadenas se romperán y quebrarán.

Entonces se soltará el lobo Fenrir. Fenrir abrirá su  boca hasta tocar cielo y tierra, y saldrá fuego por ella. La serpiente escupirá veneno y se encrespará por los aires haciendo compañía al lobo...

Más o menos lo que debíamos evitar era todo ese caos. El juego YGGDRASSIL, un juego de mesa cooperativo donde los dioses nórdicos debíamos evitar el Ragnarok. El juego es de lo mejorcito en cooperación, las decisiones se toman realmente como equipo y el juego es una delicia.



Yggdrassil es el nombre que recibe el árbol mitológico donde se encuentran los 9 mundos. Su nombre significa caballo de Odín. El árbol está en peligro, las fuerzas del mal avanzan con la intención de provocar el Ragnarok. Loki, Fenrir, Surtur, Jörmungad, Nidhögg y Hel. Cada uno a cual más cabrón.



El juego es muy sencillo, con muchas acciones que escoger y batallas que librar. El sistema de combate es simple y rápido. No voy a marear mucho con el reglamento, a mi me gusta mucho y es de los mejores cooperativos que hay en el mercado, en mi estantería puede que esté entre los 3 mejores.

Que bien lo pasamos mientras jugábamos. El juego nos exigía concentración y además cada decisión era importante. No pudimos ganar y seguramente podríamos haber hecho más, pero el mal venció. Como siempre escogimos los personajes al azar y esa no es, ahora lo sabemos, la mejor elección. Cada uno de nosotros tiene una personalidad definida y seguro que existen personajes con los que te sientes mejor, más a gusto. Ya nos pasó hace poco con el Pandemic y dijimos que la próxima vez escogeríamos personajes. Creo que deberíamos hacer lo mismo con Yggdrassil. Hay juegos en que no es importante, porque los personajes no tienen habilidades especiales, como por ejemplo en la Sombra de Chtllu. En otros, como La Isla Prohibida, es importante la habilidad de cada personaje.

Portada del juego.

Llevar a Thor es una debilidad, pero me resistí y tuve que cargar con Heimdall el vigilante del Puente del Arcoiris. La próxima vez me pillo al tipo con el martillo y ya veremos ¡quien gana! Ya conseguimos ganar una vez y puedo decir que no es un cooperativo difícil, pero ¡ojo! Loki y sus amiguitos no son hermanitas de la caridad.



He de decir que jugamos con el juego a dificultad normal, existen unas cartas que provocan el movimiento doble de los monstruos y el juego se hace más jodido. Esta es la opción preferida de Sergi pero de momento le hemos escondido las cartas.

Si tuviera que escoger que maloso es el peor, la cosa estaría entre Fenrir y Loki. Fenrir, el lobo, debe ser calmado cada vez que aparece. Cada intento para calmarle gasta una acción. Si te quedas sin acciones Fenrir visita al jugador de tu izquierda y éste deberá calmarlo de nuevo pero además abrirá una nueva carta de monstruo y así hasta que se calme.



Por su parte Loki hace aparecer un número determinado de gigantes de hielo en función de donde se encuentre. Cada gigante puede inutilizar un mundo, o te prohibe utilizar los dados o alguna arma... Vamos, un verdadero coñazo. Si no mantienes a raya a Loki y sus gigantes, ¡da la partida por perdida!



Es interesante que Loki esté tan reforzado ya que los que hemos leído a Thor tanto tiempo sabemos lo cabrón que puede llegar a ser. Además las última película "Thor: mundo Oscuro", no hace más que confirmar que es uno de los villanos más brillantes de los últimos tiempos.


En algunos aspectos me recuerda a Chechi, el mamón hace que confíes en él y cuando menos te lo esperas es capaz de acabar contigo. Así es el amigo, sibilino, meticuloso, estratega, malvado (en el juego) y a veces traidor. Suerte que el juego es cooperativo sino el amiguete seguro que se pilla a Loki y ¡nos funde!

Apuntar también que últimamente los juegos cooperativos no se nos dan demasiado bien.  En el Pandemic fracasamos estrepitosamente y en éste más de lo mismo. Suerte que siempre nos quedarán ¡Las Leyendas de Andor!!!



miércoles, 13 de noviembre de 2013

¡TEMPUS FUGIT, PSICOPATA, TEMPUS FUGIT!

He llegado a la conclusión de que mi comedor es una especie de agujero negro donde el tiempo se escapa por ranuras dimensionales. ¡No es la primera vez que pasa! La verdad es que ya lleva bastante tiempo pasando y eso me preocupa. ¡La última vez fue algo exagerado! Seguramente en el lugar donde colocamos la mesa de juego diverjan varias fisuras temporales que se dilatan y contraen creando paradojas difíciles de entender.

El tópico tempus fugit hace referencia al paso irremisible del tiempo, que todo lo acaba. Suele aparecer muy frecuentemente en combinación con el tópico del carpe diem. La expresión invita a aprovechar el tiempo (de forma similar al carpe diem) . Tempus fugit es una expresión proveniente de latín que significa "El tiempo se escapa" o "El tiempo vuela" invitando a no perder el tiempo.

El otro día volvimos a jugar un SEASONS. La caja de juego indica que una partida se puede hacer en 1 hora, ¡una puta hora! Repartimos las cartas y atención, Bernat y Sergi, en un ejercicio de verdadera predisgitación  rasgaron el tejido temporal. Para resumir un poco, tardaron 30 minutos de reloj en preparar su mano. ¡Joder!¡ Estos son capaces de aburrir a un muerto!


Para colmo de los colmos, los increpas un poco para que se espabilen y Chechi te suelta un: "Pero si esto es lo mejor de la partida". Pobrecillo, lo miras como si lo fueras a fundir con la mirada calorífica y entonces piensas: "¡Qué mono! ¡Se conforma con tan poco!


Pero claro, la cosa no acaba aquí. Los amigos lentines tardan lo suyo en tomar decisiones, dudan hasta cuando los dados que deben escoger son iguales. Sus turnos se vuelven pesados y tediosos y cuando atisbas algo de vida en sus ojos, Chechi te suelta un: "Pásame el reglamento que he de consultar." ¿Consultar? ¡Vaya cabrón! ¡Se sabe las cartas de memoria y va a consultar! Como no, lo vuelvo a increpar para que espabile y el mamón te suelta un: " Si esto es lo mejor del juego!".

Dos putas horas y el juego sigue. Los amiguetes comprueban que las puntas de las cartas tengan un ángulo de 90º y que sean planas. ¡Vaya dos! Podrían trabajar en una agencia de seguros ya que son hipermeticulosos.

Pero al final se desmarca Chechi. Esa estrategia que lleva un rato elaborando y tres rondas antes de acabar, con siete cartas en la mano y con menos energía que pelos tiene un calvo (date por aludido ávido lector), te suelta un: "Voy a poder bajar todas las cartas antes de acabar". ¡Toma puta bomba! Esa frase forma parte de un estimulo suprarrenal que el amigo guarda estratégicamente y lo escupe cual víbora a los ojos, con saña, cegándonos lúdicamente hablando.


Núria le lleva unos 70 puntos de ventaja y yo más o menos lo mismo y el pelanas naufraga en su  propio vomito temporal. ¡Aun así el cabrón consigue inquietarnos! Como siempre consigue ganar de forma limpia y en el último turno, pues todos sufriendo de lo lindo. ¡Puto Chechi!

Al final nada de nada, el tipo consiguió bajar las cartas pero no pasó del tercer puesto. No fue su noche pero ¡como disfruto creando esa sensación de inseguridad!



Tal vez por su aspecto amable y esa pose de interesante, no habíamos valorado adecuadamente su condición de tipo peligroso. Hay dos posibilidades, o no está en su sano juicio o juega con nosotros como cualquier puto psicópata. Cada vez tengo más claro que el tipo es un sociópata de cuidado que carece de empatía.  Antes Nando lo mantenía a raya, pero ¿qué vamos ha hacer si esta situación continua?
¿Habéis conocido a un psicópata? Yo sí, a dos, ¿y de momento sigo vivo!

lunes, 4 de noviembre de 2013

¿HABRÉ ERRADO?

Aún recuerdo con cariño los poemas que Mark Evanier escribía al principio de las historias de Groo, el bárbaro errante y vagabundo. Esa parodia de Conan de Sergio aragonés que nos hizo desternillarnos con su poca lógica y su violencia indescriptible. Esos secundarios de lujo como Rufferto ( el perro), el sabio , Chakaal o la propia hermana de Groo, no dejaban de tejer aventuras entretenidas, repletas del humor más absurdo. Groo era y es una oda al entretenimiento y a la simplicidad.
No puedo dejar de sentirme como Groo, lo intento y lo vuelvo a intentar. Pongo todo mi empeño y las cosa me van fatal  y por esa razón no puedo dejar de preguntarme, "¿Habré errado?" No tengo la respuesta pero la lógica me dice que si compras un juego, lo preparas y lo pones en práctica, deberías de tener una ligera ventaja sobre los demás jugadores. ¡Pues no! Aquí la lógica no se impone y los secundarios de lujo de mi vida son como los de Groo, más listos que el propio protagonista. Por esa y otras muchas razones no dejo de preguntarme, "¿Habré errado?" 


No sé dónde ni cuando pero al parecer, mis amiguetes han subido de nivel. Son superguerreros lúdicos que avanzan sin parar sobre el tablero de juego. Absorben reglamentos que entienden a la perfección y elaboran estrategias dignas del mejor emperador. Si los enviara al pasado ni Roma caería ni Leónidas hubiera sucumbido. ¡De peores situaciones han salido estos dos! Sólo me quedan los juegos colaborativos donde me sumo al grupo y intento aprender de situaciones inesperadas. La lógica ilógica de Sergi  y el trabajo silencioso de la hacedora. ¡Madre mía! ¿Dónde me he metido?

¿HABRÉ ERRADO?

A la buena de Dios,
quedaban cada viernes para jugar.
En la casa de Julito donde
todos querían ganar.

En relativa armonía,
conversaban y jugaban.
Todo iba increíblemente bien,
hasta que todo acababa.



A la buena de Dios,
Julito invertía riquezas y tiempo.
Pero no le cundía,
no acertaba, ¡ni queriendo!

Pero, ¿Qué le pasaba a nuestro amiguete?
Pues que preparaba juegos en un periquete,
invertía horas como el que más y
nunca conseguía ganar.

Tal era su frustración,
que no dormía sobre el colchón.
Soñaba que Sergi lo seguía,
con cartas potentes y varias guías.



Pero, ¿Cómo empezó todo?
Empezó con una de magos, como no.
El Seasons es fácil de jugar, 
pero en puntuación le lograron ¡doblar!

Julito hacía combos y lograba destacar
con jugadas elaboradas y peligrosas como el que más.
Pero Chechi transformaba esos ataques en caricias
y sacaba provecho con artimañas, más que dignas.

Núria a su bola, avanzaba con tesón,
era una rival digna y peligrosa.
Una contrincante preparada,
complicada y tediosa.



Julito tras sus cartas se escondía.
Aquello no pintaba bien. 
Sus ataques eran inocuos y su 
puntuación también.

Chechi sonreía sin parar  
y aquella era mala señal.
Su zona llena de cartas, de combos
y armas de pinta letal.

¿Son imparables sus compañeros?
Puede que sí. 
El destino dirá.
Pero tanto castigo ¡no parece normal!



Por eso Julito, no puede pensar.
Mira a sus compis, los ve disfrutar.
Y cuando todo acaba,
es el último en el track.

Por esa razón aún hay esperanza.
Sus amiguetes disfrutan y eso es suficiente.
Pero ganar es tan bonito que 
hay que probarlo, pero en caliente.

Por eso y por todo lo hablado,
Julito se pregunta:
¿Habré errado? 

Aparte de dejar esta crónica poética quería dejar constancia de la noche del viernes. Quedamos para cenar y acabamos jugando a LA RESISTENCIA. Éste juego de identidades cada vez me gusta más. Se creó el caos y la gente empezó a mentir de una manera muy bestia.


Parece que nos estemos preparando para pasar un interrogatorio de la CIA. Lo más preocupante es que mi hija de 8 años es una experta y es capaz de mentir a un nivel muy elevado. Tendré que empezar a prepararme para cuando sea adolescente.