sábado, 15 de diciembre de 2018

¡UN EXTRAÑO Y UNA CUCARACHA!

Inmersos en AYUDAR JUGANDO, en Cotxeres de Sants, decidimos retomar un juego que hacía tiempo no jugábamos y que nos gusta mucho. Puede que nos guste porque es uno de los primeros juegos colaborativos que tuvimos y que nos dejó muy buen sabor de boca. 


LA SOMBRA DE CTHULHU es un juego del mundo Lovecraftiano que en su momento no tuvo demasiado peso pero que a mi me parece un juego familiar de temática cojonuda. Imaginaos en Arkham, cuantas veces no habremos soñado con ese infernal lugar. Pues sí amigos, a comienzos del siglo XX, nosotros, investigadores de lo oculto, descubrimos que fuerzas místicas están actuando. Un mago malo, malo, malo, llamado Necrón, está abriendo portales para que seres de otro mundo invadan la Tierra. El gran objetivo es que el gran primigenio de R'yleh pueda extender la oscuridad por el planeta. Necrón tendrá la ayuda de zombis, brujas y monstruos varios para conseguirlo.


Los jugadores cooperaran entre ellos, con la ayuda inestimable del hechicero Robert Craven, para cerrar los portales y evitar el fin del mundo. Es una lucha constante sobre el tablero para recoger objetos, cerrar portales, matar criaturas, colaborar con los demás jugadores para dar o recoger objetos y viajar a diferentes localizaciones. Al mismo tiempo estamos obligados a controlar a Necrón ya que su avance por el track puede ser muy peligroso. Hay que controlar que no se repitan cartas de monstruo porque entonces se activa el texto de las cartas y además uno de los jugadores debe prepararse para viajar a R'yleh y destruir al primigenio. No queremos olvidar el nivel de locura de cada jugador que como ya sabéis es un aspecto que se da en este tipo de temática.


Nos lo pasamos bien con este juego, además encaja bien con lo más jóvenes ya que no es complejo y por temática les motiva. Mecánicas sencillas pero el objetivo se puede complicar. Sí es verdad que se puede dar el efecto líder pero empiezo a estar cansado de este tema. Siempre hay alguien que manda o opina más pero cada uno puede interactuar y dar su opinión. ocho ojos ven más que dos! Le tengo cierto cariño al juego y en una hora le has dado una partida. El apartado gráfico no está mal y las cartas son chulas. No es para jugones pero sí es un cooperativo para iniciados.

Después les dimos a ARCANA un juego de pujas basado en el universo de Cadwallon. Representamos gremios que enviamos a nuestros agentes a diferentes localizaciones a comprar objetos, fichar agentes, dominar localizaciones, sobornar... Es un juego entretenido que funciona con bazas. Cada elemento tiene un precio en un tipo de baza y vas jugando cartas en una localización enfrentándote  a los demás jugadores, el que consiga la mayoría se lleva la carta y hace que su mazo sea más poderoso.

Tiene una mecánica de deck-building que hace crecer tu mazo y que en función de tus compras será más o menos competitivo. El juego tiene diferentes opciones, contiene el básico al que puedes añadir cartas de mayor empaque, milicias, objetivos... que hacen el juego mucho más profundo.


Hacia tiempo que no lo jugábamos y lo pasamos bien. No es un juego para jugones pero lo he descubierto como familiar competitivo que seguro vamos a sacar mucho más a mesa. Imagen muy cuidada con un reglamento muy sencillo!


Vamos ahora a lo serio, mientras preparábamos el Arcana, se acercó a la mesa un personaje que nos preguntó si podía jugar. Como buenos espartanos abrimos nuestra defensa y el tipo se sentó en la mesa. Empezamos a jugar y como siempre, en nuestro afán por adaptarnos a la nueva situación (tipo raro en la mesa) empezaron a surgir aquellas miradas entre nosotros que distaban mucho de la positividad de nuestros actos previos. ¡Como nos cuesta abrir las puertas! ¡Pero es que la peña no ayuda! Hay gente de todo tipo en el mundo pero nosotros siempre hemos sido un imán para inadaptados rollo mutantes y eso mola. Pero esta vez me quede un poco jodido. No me había pasado antes y la historia es que al acabar la partida nos despedimos y ante la insistencia de aquel tipo a volver a quedar (cosa rara para ser una situación como espontánea de sentarse y jugar un par de horas), lo ignoramos y lo "abandonamos" como a un abuelo en una gasolinera. ¡Venga! ¡Haremos una anécdota de esta historia, lo que nos vamos a reír! Pues no, me quedé hundido, como con mal cuerpo, parecía un tipo majo.

¡CHECHI SE LA JUGÓ!
Cinco minutos más tarde y ya recuperados anímicamente (es lo que tiene ser espartano) cenamos en un "restaurante" Kebab y nos enfrentamos a uno de nuestros mayores miedos, ¡cucaracha gigante sobre la mesa! Chechi como espartano fibrado la golpeó pero ya sabéis que las cucarachas pueden aguantar golpes con la fuerza de Chechi. El bicho huyó y más tarde la localizamos en el mostrador. Queremos pensar que era la misma y no un miembro de un enjambre que nos tenía rodeados. Bueno la historia es que como buenos espartanos cenamos impertérritos ante tal amenaza. Acabamos la noche como grandes guerreros y eso siempre es bueno, ¡ahora sí tenemos una hazaña que contar!