¡SUPERHÉROES MARVEL!

¡Ya era hora! Tiempo. ¡Lo que necesitábamos era tiempo! Un tiempo que no teníamos y que costaba conseguir. Además nos faltaba Nando, el único con quien lo habíamos jugado. parecía a todas luces, una inversión infructuosa, uno de esos juegos fruto del capricho. Por cierto, un capricho justificado ya que el tiempo invertido en ese mundo ha sido gratificante y me ha dado más alegrías que tristezas.

Hace ya mucho tiempo llegó a mis manos el primer cómic  de Superhéroes, supongo que sería algo de Spiderman o Vengadores y seguramente lo releí hasta que las grapas cedieron y la portada quedó en mis manos. Compraba sin tener en cuenta la continuidad y me lo pasaba teta leyendo uno de Conan, uno de Spiderman y otro de los Vengadores. Los cliffhanger que acontecían me dejaban en un shock profundo y me provocaban ganas de más, de mucho más. 

Además me creía que podíamos ser como ellos. No me refiero al tema de los poderes pero sí al de la camaradería, el honor, la nobleza, las buenas intenciones, ayudar al prójimo... No podemos lanzar un escudo con maestría y superprecisión pero sí podemos encarnar el espíritu de Steve Rogers, la responsabilidad de Spiderman, el Honor de Lobezno, la ética de Superman, la rectitud de Batman... Al menos yo me lo creía. Con el tiempo todo se difumina pero yo quiero creer y creeré que puede ser cierto. A veces no vemos a nuestros héroes más cercanos que están encarnados por familiares o amigos. 

No acostumbro a pedir nada pero en internet he encontrado algo que sería lo que se dice un final con honores. Éste fue el deseo de un niño que murió de cáncer. No deseo el mismo final, ni morir de forma temprana, pero sería un honor que con 80 o 90 años pudierais hacer esto por mi. Se que pido mucho, pero a esa edad, ¿Qué más os da?

Lo de la lápida sería el mayor Cliffhanger de mi vida. Sólo debéis pensar que yo ¡haría lo mismo por vosotros!

Bueno, toda esta introducción ha servido para deciros que el viernes pasado jugamos al Marvels. Sí, después de más de un año desempolvamos la caja, las figuras escaparon agrupándose cada una con su grupo y preparándose para la batalla final. ¡Madre mía! ¡Qué gozada! Además Núria se unió a la partida y explicamos, con algún que otro lapsus, el reglamento en un tiempo más que breve. 

Además contamos con la presencia de Yoda y SuperCoco (invitado de honor para la ocasión) que presentaron, como acostumbra últimamente, el juego. Con estas colaboraciones el nivel de mi Ludus sube ¡semana a semana!

Núria pilló a los X-men (Lobezno, Fenix, Cíclope y Tormenta); Sergi a los Vengadores (Hulk, Thor, Capi y Ironman) y Julito los Marvel Knights (Spiderman, Doc. Extraño, Elektra y Daredevil). La partida tuvo combates apoteósicos y una conclusión muy pero que muy ajustada. 

Es importante volver a jugar ¡ya! Antes de que las lágrimas que empañan mis ojos desdibujen de nuevo esa caja roja llena de cartas con ilustraciones y esas figuras (¡pintadas!) que son una delicia. La verdad es que el juego podría ser de cualquier temática pero las figuras le dan el toque.

Quiero comentar que una vez acabamos la partida, en un pequeño intercambio de impresiones, Chechi comentó que estaría bien cambiar el reglamento para darle más emoción al juego. Quiero decirle al amigo que de entrada lo que puede es cambiar de idea. ¡SUPERHÉROES MARVEL no se toca! Cambia el reglamento de cualquier otro juego y deja de tocar ¡los melones! Dale una oportunidad al juego, sólo has jugado tres veces y las tres veces le has encontrado pegas. ¿Te digo yo que cambies el reglamento de las Mansiones?, ¿Te digo yo que cambies de marca de frutos secos? ¿Te digo yo que cambies tu técnica de escalada? ¿Te digo yo que cambies la contraseña del router? ¿A que no?

Pues por si no lo has entendido, no quiero cambiar, quiero jugar bien, sin interrupciones, sin errores, sin quejas, sin resoplidos... ¡Además a ver si te aprendes de una puta vez el nombre de los personajes! 

Para acabar amiguete quiero daros a Núria y a ti, un último mensaje.

A Núria decirle que si lleva a los X-men y ha de sacrificar una carta, que mire su mano, con tranquilidad. Si las cartas a sacrificar son de igual rango, ¡nunca te cargues a un aliado! Primero porque en el juego es mucho más útil y segundo, ¡Era Rondador Nocturno! ¡Sacrílega!

A Sergi decirle que si ha de enfrentarse a Spiderman, que no lo haga con un Centinela apoyado ¡por Espiral! De toda la vida de Dios que Spidey ¡merienda centinelas!

Bueno, he de decir que Sergi se llevó la partida en una buena última ronda donde mi estrategia falló y él aprovechó el fallo. La enhorabuena, la próxima vez te endoso los 4 F. Y recuerda: ¡Los Centinelas son cartitas para descartar!