¡EKÖ: EL DESIERTO DE LA MUERTE!

Los juegos abstractos como podría ser el ajedrez son , en su mayoría, un exprime neuronas. Puede que detrás de ellos no halla un bella y épica historia o que al final si la hay, no sea del todo importante. Las historias pueden llegar a ambientar mínimamente la experiencia y eso ya es suficiente.

A Janito le encantan los juegos abstractos. Despierta su interés por el ajedrez y le encanta esa confrontación a dos donde puede poner en marcha sus habilidades. Se pone serio y planifica que es lo que quiere hacer; analiza e intenta prever que pasará en dos turnos; toma las decisiones que cree convenientes y aunque a veces de un paso atrás suelen ser lógicas; gestiona sus recursos con inteligencia y se concentra de modo inusual. He de decir que en este tipo de juegos el amigo se dispersa poco de igual modo que en las confrontaciones que llevamos a cabo, es capaz de manejar la tensión, la frustración, así como saber ganar o perder. Maneja de forma adulta estos aspectos y gane o pierda su espíritu de superación incansable le hace pedir una más. ¡Revancha!

A mi no son los juegos que más me van, soy más de temáticos y colaborativos, pero últimamente están apareciendo juegos abstractos que te invitan a hacer unas cuantas partidas y que son a mi modo de ver divertidos y agradables. Vamos a comentar algunos juego que me gustaría tuvierais presentes y después comentaremos el último abstracto que ha llegado a nuestras manos.

PATCHWORK: de entry no te entra por la vista y el tema no atrae nada. El tema de realizar tejidos a partir de trozos de diferentes telas no es algo que tenga cabida en el mundo de la espada y la brujería. Pero el juego es bonito, cuidado, con normas sencillas y muy entretenido. Recuerda un poco a juegos como el Tetris pero con algo más de profundidad.

KUMO HOGOSHA: es una maravilla de diseño, tiene una estética brutal y un tablero giratorio muy chulo. Los dados que representan a los personajes y la piedra central son exquisitos. Es una especie de rugby oriental donde dos equipos deben empujar una piedra gigante (el kumo) al campo contrario. Los dados te dan muchas posibilidades desde avanzar, a empujar, saltar por encima de contrincantes, lanzarlos a un lado...Y cuando crees que estas a punto de ganar, el tablero gira y el humo se aleja de su objetivo. ¡Una autentica delicia!

ONITAMA: dos clanes de artes marciales que se enfrentan en un pequeño tablero. Una edición exquisita con un tablero acolchado que se guarda como si fuera un pergamino. La caja es bonita y todo en ella, hasta el inserto, esta cuidado. Debemos mover al maestro y sus aprendices a través de cartas que simulan técnicas ancestrales de Kung-fu, tipo la grulla, el gallo, el tigre o el escorpión entre otras. La idea es eliminar al maestro enemigo o alcanzar el templo del adversario con nuestro maestro. ¡Muy chulo!

GENIAL: un abstracto muy abstracto. No hay historia que introduzca el juego. Hay que colocar losetas y se puntual en función de como esas losetas se han colocado teniendo en cuenta las que ya estaban en el tablero. Las coincidencias de figura y color creando lineas rectas desde la loseta origen dan los puntos. Las losetas son hexagonales y por eso pueden crear lineas rectas al colocarlas. Aquí la complicación del juego es la puntuación final. Muy entretenido.

BAUHAUS: juego de diseño inspirado en las formas y colores de Bauhaus. Es un juego de dos a cuatro jugadores donde peleamos por el territorio de partes concretas del tablero. Un juego que me llamó la atención por sus componentes de madera y las composiciones que se crean sobre el tablero.

POCKET INVADERS: un abstracto con algo de tema donde dos antiguas civilizaciones se enfrentan en una batalla de naves espectacular. Este juego recrea una atmósfera retro ochentera por su diseño y al mismo tiempo es un desafío estratégico donde cada moviendo de tus naves pude ser el último. Algo de azar por el tema de las naves que se re introducen pero realmente adictivo.

TSURO: The game of the Path, es un juego de losetas que unen caminos y donde mejor que tu peón no salga del tablero o se encuentre con el enemigo. Seguir el camino equivocado es fácil y a veces la muerte acecha en cualquier  sendero. ¡Solo puede quedar uno!

ATON: se trata den juego ambientado en el antiguo Egipto donde los jugadores representan el papel de sumo sacerdotes que lucharan por el poder de Tebas. La idea es que a través de varias acciones podamos tener el Controls de los cuatro templos del tablero. Un juego de mayorías que tiene su gracia.

TARA: La colina Sagrada, donde la colocación de piezas para crear territorios cada vez más grandes. La piezas simulan el dibujo de cenefas celtas y al final el tablero representa con trenzas rojas y azules un mosaico que ha sido el resultado de una guerra abstracta por el territorio. Un juego que nos costó conseguir y invita ha hacer más de una partida seguida.

El decimo juego va a ser el que hemos conseguido en esa tienda que comentamos en la entrada anterior Galahad. Estaba allí esperando ser encontrado para sumarse al ejercito de juegos abstractos que hay en las estanterías de casa. El juego es EKÖ.

Había una vez un poderoso emperador, el respetado Ekö. Reinaba sobre un vasto y prospero territorio lleno de magia y grandes ciudades. Los Dioses le dieron cuatro hijos que gobernaron sus provincias. Entonces Ekö murió y sus hijos mostraron su verdadera naturaleza. Cada uno de los clanes se enfrentaron entre sí y llegó una trágica y sangrienta guerra. Las tierras, antes fértiles fueron desoladas por el fuego de las batallas.
El espíritu del emperador Ekö volvió del más allá para maldecir a sus hijos. Encerró sus almas en las ruinas del yermo en el que se había transformado su reino y los hizo vagar para luchar entre ellos hasta el resto de su existencia.
Siglo tras siglo, sus descendientes luchan en la prisión del desierto de Ekö. Sin gente que gobernar, controlan las piedras, la tierra y el viento para revivir una tras otra las batallas que ya han perdido.
En el juego somos uno de esos generales malditos y solo uno de nosotros, al final de la historia, será el emperador del desierto de Ekö...hasta que todo vuelva a empezar, sin fin, para siempre.

TABLERO PARA TRES JUGADORES

Sobre un tablero modular moveremos a nuestros ejércitos de piedra, tierra y viento. Nos enfrentaremos a las hordas enemigas y intentaremos reconstruir el reino de Ekö. Mover y construir con unas fichas circulares muy curiosas.

Si movemos, lo haremos sin límite mientras lo hagamos a través de casillas vacías, podremos también agruparnos o atacar. El número de piezas que tengamos en un mismo stock (máximo cuatro)ara que podamos ganar enfrentamientos contra stacks inferiores. Pero hay que tener cuidado los stocks de cuatro pueden ser víctimas de stocks de una sola pieza (los Kamikazes). Si vencemos al emperador enemigo lo podemos capturar y encarcelarlo.

ENFRENTAMIENTO MORTAL

En función del terreno podremos construir campamentos, torres o el castillo. Cada edificio tiene un valor diferente y otorga puntos de victoria. Una vez por turno con las piezas derrotadas podrás reforzar unidades. También puedes eliminar tres de tus guerreros para poder hacer una acción extra y poder ganar la partida en el último momento.

TABLERO PARA DOS JUGADORES

La partida se gana al eliminar las piezas del enemigo y que no pueda re introducirlas o al ganar 12 puntos por la construcción de edificios o la captura de los emperadores enemigos. Para ganar, al menos uno de los edificios debe estar construido en una montaña de roca.

AFINANDO LAS REGLAS

Es un juego muy visual y entretenido, fácil de aprender y con muchas decisiones estratégicas por el camino. Le hemos dado unas cinco partidas que nos han servido para pulir las reglas ya que el juego está en ingles y algunas traducciones que había hecho no cuadraban del todo. Pero ahora todo funciona mejor y la última partida a tres a sido un autentico desafío. Me gustan estos juegos, sobretodo a dos, por el hecho de centrar tus ataque en un solo enemigo. Un nuevo abstracto que se suma a la colección y que seguro verá mesa para tomar alguna decisión. ¡Nos lo jugamos todo a un Ekö!