Mis recuerdos son muy confusos, apenas sé cuando empezó todo; es como si en determinados momentos, contemplase visones de planetas y meteoritos. Todo se difumina en un punto aislado, seres que me adelantan, portales dimensionales, objetos especiales... Mientras pienso empiezo a recordar vagamente. Tengo la sensación de flotar a la deriva y posiblemente la oscuridad que me rodea no me sea del todo desconocida. Es como si hubiese sufrido un fuerte golpe, producido quizá, por alguna acción peligrosa.
Recuerdo una vieja nave, trajes espaciales y unas extrañas banderas. Sé que tengo una misión. Me siento atrapado en lo que parece un traje espacial, me muevo sin rumbo pero veo a mi alrededor caminos de estrellas, de luces, de meteoritos que se mueven en grupo. De pronto estelas de colores pasan a mi alrededor. ¡Son astronautas como yo! Corren, vuelan intentando encontrar el camino correcto. ¡Ellos también tienen una misión!
De pronto, se produce una especie de golpeteo. Me giro levemente y veo a alguien con traje que me agarra. El ser es una especie de oveja/cabra vestida de color rojo que me mira y se intenta comunicar conmigo. Atraviesa el pequeño espacio que nos separa y se acerca nervioso, dándome prisa y señalándome un planeta lejano. Entonces todo vuelve a mi mente. EDENIA, el planeta se llama así y es fundamental que lleguemos a él antes que nadie. ¿Pero, de dónde ha salido esa oveja?
Se me acerca hasta poner su cara frente a la mía. Entonces, en el reflejo de sus gafas veo el mío propio. La verdad está ahí mismo. Yo también soy una oveja/cabra espacial. ¡Sí! Nuestro planeta estaba en las últimas y para asegurar nuestra supervivencia debemos llegar a Edenia. Hay que llegar cuanto antes. Los propulsores de mi espalda se activan y mi compañero desaparece a toda velocidad. Debo seguir mi camino y llegar a nuestro nuevo hogar. No debo tardar, la supervivencia de mi especie está en juego. En el espacio, nadie puede oír mi balido pero seguro que se recordará la leyenda de las ovejas/cabras que colonizaron Edenia.
¡QUÉ FELICES! |
Edenia es un juego de carreras de ovejas/cabras con artefactos cósmicos y portales para teletransportarse. Edenia es un planeta legendario de pastos infinitos, una leyenda que las ovejas/cabras deben alcanzar para poder sobrevivir. El jugador que encuentre la ruta más rápida y consiga llegar el primero con tres de sus ovejas/cabras ganará la partida.
EL MARCO TAMBIÉM JUEGA |
El juego es muy divertido y funciona con un sistema de exploración de losetas donde siempre hay tres tipos de caminos. Todas las ovejas/cabras huimos de nuestro planeta natal del cual salen caminos de constelaciones, meteoritos o un fulgor azul rollo camino de luz láser. En nuestro turno debemos escoger un tipo de camino y avanzar si no hay loseta la ponemos y si ya está puesta avanzamos por el camino en el que nos encontrábamos. El movimiento no es restrictivo y puedes moverte libremente mientras puedas hacerlo. El tema es que las losetas pueden contener más caminos que pueden ir en cualquier dirección jorobándote la ruta y aquí está la dificultat.
¡A COLONIZAR! |
También puedes encontrar planetas donde deberas para tu movimiento y colonizar poniendo una bandera en él (esto da puntos al final de la partida). Los planetas son lugares especiales donde encontraremos tréboles con poder turbo que nos ayudaran en el camino. Además son lugares perfectos para poder cambiar de un tipo de camino a otro.
UNA OVEJITA SIDERAL |
Por el camino encontraremos planetas enanos con artefactos especiales. Si los queremos debemos para y pagar un turbo trébol, si no, podemos continuar nuestro camino. Es un buen momento para cambiar el tipo de camino si queremos. Podemos encontrar cohetes de turbo energía que nos permiten no pararnos en los planetas, perros robot que protegen nuestros planetas colonizados o cascos que nos permiten teletransportarnos y muchos más cachivaches.
Encontraremos también portales que nos teletranspotarán de un lugar a otro. ¡Y además se pueden sabotear! Sí amiguetes, si el portal está libre te metes pa dentro y cuando llegues al destino pones un token para sabotearlo. En este caso, si llegas a un portal saboteado debes perder el turno para repararlo si te interesa, sino te interesa sigues tu camino. Los portales son de colores por lo que moverte entre portales de un mismo color no tiene coste pero sí cuando son de diferente color y como no, pagaremos con nuestros ¡turbo tréboles!
También hay agujeros negros que te obligan a lanzar un dado y el azar te coloca en otra ruta o si tienes suerte en la que tenías en mente. ¡Tenían que aparecer agujeros negros! Si no no hubiera sido un buen juego de carreras espaciales.
¡THE BLACK HOLE! |
Como podéis comprobar las aventuras de las ovejas/cabras espaciales no están libres de peligros ni, amiguetes, de ese poquito de puteo que nos hace tan felices. Las figuras de las ovejas son muy chulas y son el alma de un juego muy sencillo pero muy entretenido. Es difícil aburrirse y el juego te pasa en un suspiro. Un juego familiar para los más pequeños pero que con los más grandes también funciona.
¡PREPARADAS PARA LA CARRERA! |
No me gustan mucho los juegos de carreras, pero este tiene tantas cositas y las ovejas/cabras son tan chulas que mola. Poder utilizar los portales, poder poner un perro robot en un planeta, sabotear, caer en agujeros negros, colonizar, que te colonicen y volver a colonizar. Fácil de aprender, fácil de explicar y muy divertido de jugar. ¡Puro divertimento para toda la familia!
¡APROBADO POR CTHULHU! |
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