¡LO QUE HACEMOS EN VIDA TIENE SU ECO EN LA ETERNIDAD!

"Dentro de tres semanas yo estaré recogiendo mis cosechas. Imaginad dónde querréis estar y se hará realidad. ¡Manteneos firmes! ¡No os separéis de mí! ¡Si os veis cabalgando solos por verdes prados, el rostro bañado por el sol, que no os cause temor! ¡Estaréis en el Elisio y ya habréis muerto! ¡Hermanos! ¡Lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad!"

Russell Crow- Máximo Décimo Meridio

¿El Eliseo? Ese día escuché el nombre de ese lugar en la película Gladiator. El mito griego del Eliseo, ese lugar paradisiaco que hay en el mismo Inframundo, el lugar donde los héroes gloriosos pasarán la eternidad en una existencia dichosa y feliz. Lo que hicieron en vida les permitió llegar al Elisio, ahora son héroes. 

Precisamente de eso va nuestro nuevo estreno, de conseguir que los héroes más gloriosos lleguen al Eliseo y puedan escribir sus leyendas. El juego es ELYSIUM. Cada jugador es una especie de Dios que consiguiendo los favores de otros Dioses consigue que sus campeones lleguen al Eliso y se conviertan en mitos.

El set up se prepara de forma muy sencilla. Se escogen 5 familias de Dioses de las 8 que ofrece el juego y las mezclamos creando el mazo principal. En la mesa se coloca el templo donde estarán las cartas de búsqueda y debajo, en el ágora se colocaran las cartas de los héroes que deberemos glorificar. Todo sobre la mesa da el pego. Básicamente y para no extenderme, deberemos conseguir cartas que jugaremos en el momento adecuado en función del icono que tengan y estas harán la acción que toque y que nos beneficiará en alguna de las fases del juego.

SET UP INICIAL

La forma de escoger las cartas tiene una mecánica de columnas de colores muy chula. Todos los jugadores tienen una columna de cada color (azul, amarilla, roja y verde) y las cartas tienen una marca de color. Para conseguir una carta amarilla utilizamos una columna amarilla, pero podremos eliminar una columna de cualquier otro color. Será importante gestionar las columnas para poder maximizar su uso. En cada turno conseguiremos tres cartas del ágora y una carta de búsqueda del templo, esa será nuestra misión.

LAS COLUMNAS

Las cartas presentan una iconografía fácil de entender y que tiene que ver con el momento de activación. El símbolo importante es el del arpa que aparece en las cartas de búsqueda y que te permite transferir héroes al Elisio. Las cartas conseguidas se colocan por encima de tu tablero personal, ese será tu dominio y es ahí donde las cartas estarán activas y generarán poderes. Cuando las transfieres al Eliseo, debemos colocarlas bajo el tablero personal, ese será el Eliseo y ahí las cartas pierden su poder pero puntuaran al final de la partida.

LAS CARTAS

La puntuación es lo que menos me gusta. Debes agrupar las cartas en el Eliseo de dos maneras, creando familias/trios del mismo color con los números 1, 2, 3 o agrupar hasta 5 cartas del mismo número pero de diferentes colores. Cada una de estas formas de puntuar pueden completarse con bonus de puntuación extra. Creo que hacerlo de esta manera es poco original y que es la parte menos trabajada del juego. Al final cumple su cometido pero podría estar mejor.
Especial mención al injerto de la caja que está muy pero que muy bien. Tiene forma de templo y queda todo muy ordenado.

¡MENUDO INJERTO!

En el fondo la mecánica es sencilla. Jugar con cartas siempre es divertido y aun más si puedes combarlas. Solo hemos jugado una partida pero creo que la combinación de las 8 familias le puede dar bastante rejugabilidad. A tres jugadores funciona bastante bien, la iconografía es clara y las ilustraciones muy dignas. Se puede dar algo de entreturno mientras decides que carta adquirir del ágora, pero nada que no se puede soportar. En algo más de una hora se puede hacer una partida y esto lo digo con la boca pequeña porque mi grupo es experto en doblar los tiempos.

HOMENAJE A INTERESTELAR

Hablemos de doblar el tiempo y no el espacio.  Mi grupo de juego dobla el tiempo, quiero decir que multiplica por dos el tiempo recomendado por las cajas. ¿Pero que partícula altera ese tiempo? Cuando decimos que se dobla el tiempo, lo importante es la manifestación física de la partícula que provoca esa curvatura. Científicamente la partícula en sí misma no tiene una importancia significativa pero en conjunción con el ansia viva, la ingesta masiva, el comer por el comer o picoteo, tiene un efecto temporal interesante. La partícula conocida como quico y que tiene otra manifestación más en la línea de la materia oscura llamada chocolate, actúa como un multiplicador natural.

El propio Einstein se dio cuenta que podía explicar algunas cosas suponiendo que el tiempo también dependía de partículas comestibles. Así ese tic-tac que se ralentiza ante el tablero sirve para poder alargar el espacio-tiempo y poder, por ejemplo, tener una vida más longeva. Por eso no le fue difícil determinar que jugando no solo te sientes más joven sino que tus células envejecen más lentamente.

Con este fenómeno temporal ya llevamos dos en poco tiempo, el primero se manifestó de forma muy agresiva en el DAU Barcelona. Estábamos jugando en una mesa y de pronto se acercó un personaje, el tipo no solo ralentizó el tiempo sino que lo paró durante unos segundos.

¡AQUÍ BERNARDO!

Hemos de acabar de estudiar el poder de este individuo pero lo que es seguro es que si lo combinamos con quicos o chocolate, el mundo tal y como lo conocemos ¡nunca volverá a se igual!