¡LAS CRÓNICAS CALVÍRICAS!

¡Es de vergüenza no haber escrito aún esta entrada! 

Lo digo autocriticándome,  no por nada.

Es la entrada del regreso más esperado.

El calvo volvía a casa y eso es sagrado. 

Todo fue como esperamos, 

las expectativas se cumplieron y pasamos una tarde noche cojonuda.

Y os lo aseguro de eso ¡no hay duda!

UN CUENTO DE CALVIDAD
(Emulando el título de Dickens)

"¡Si ya nos la sabemos de memoria!",

diréis los que estuvisteis. 

Y, sin embargo, de esta historia

una visión falsificada tenéis,

pues no hay nada mejor que versionar

las andanzas y desventuras de este calvo sin par.

El lío se organiza en el momento

en que el calvo de este cuento se marchó,
dejando a sus colegas descontentos

con su ludoteca en el sillón.

.

Allí, entre abueletes llora y grita,

golpea la pared, se desgañita:

"¡Quiero salir de Esporles! ¡Malditas abueluchas!

¡¡Os arrancaré el moño!! ¡¡Dejaos de paparruchas!!".

Y así, hasta que por fin 

consiguió un billete de avión,

y encorazonado y con ganas de jugar 

el calvo con presteza volvió al hogar..

"¿Qué juegos tenéis para mi?

Preguntó de forma exigente.

Los amigos presionados por el ansia prepotente,

prepararon con descaro unos juegos niquelados.

Jugó sin parar, pero nada lo satisfizo.

 "Esto me irrita dijo el calvo"

¡Qué cosa tan pesada y tan latosa!

Ahora tendré que dar con otro grupo y... a otra cosa .

Por lo visto nada tenía la sangre suficiente,

no había hostias y los personajes acababan con todos sus dientes.

Aquello era un lío de cojones, 

ni magos, ni resistencias...nos quedábamos ¡sin opciones!

Pero entonces una idea brillante surgió.

¿Y si no era violencia lo que el calvo necesitaba?

A lo mejor alguna otra cosa lo calmaba.

Decidimos cambiar la violencia por candor,

lo untamos con conguitos

y en el tablero se desmoronó.

¡Un juego de recursos y cubos de colores fue la mejor de las opciones!

Mientras trabajábamos la tierra, viajábamos o íbamos de mercado,

él se apareaba sin parar y extasiado y babeando sin dilación

nuestro amigo calvo nos dio su aprobación.

Las relaciones sexuales en el tablero eran un hecho consumado.
Los vástagos que conseguía al sacerdocio accedían.
Y a todo esto le sumamos, como todo buen humano,
las delicias chocolateras que en su boca se derretía.

Llegó el momento de partir y el calvorota

una vez más se despidió.

Ya lo echamos de menos pero esta vez

aprendimos la lección.

¡La próxima vez que nos veamos

nada de juegos de acción!

¡Eso sí, una buena "vilatana"

y conguitos a mogollón!

(Gracias a Roald Dahl por sus cuentos en verso para niños perversos)

Esta ha sido una forma de resumir y recordar

 lo que aquel día aconteció. 

Nos juntamos los de siempre 

Ángel, Marta, Núria, Julito, Nando y Sergi.. 

Las horas pasaban de forma incansable, 

cada minuto, cada segundo marcaba de nuevo el momento temido,

 la partida de nuestro calvo, de nuestro amigo. 

Pero lo disfrutamos de forma intensa,

un Thunderstone,  una Villa,

un Wiz-War y una Resistencia.

Doce horas más hubiéramos aguantado

ya que aun nos quedaban en el tintero

algunos juegos de tablero.

Pero esa era la excusa, 

jugar para volver en compañía disfrutar.

Conversar, comer, gritar y reír.

¡Pero ojo con las reglas! ¡Porqué a Nando le gusta discutir!

La propuesta de Tolkien ya no me parece tan esquiva,

una compañía de seres diferentes:

calvos, escaladores, frikys y durmientes (esto va por Marta).

Lo que de verdad parece ficción,

es que después de tantos años,

sea en la Tierra Media, en Esporles o en Orion,

¡nuestra compañía no tenga parangón!

Y aquí no finaliza la leyenda,
cuentan las crónicas que se volvieron a reunir.
Se escribirán nuevas historias,
todo está aun por devenir.

(Dedicado a mis amigos. ¡Ojo Marta! ¡Solo amis amigos!)

¡CON EL TIEMPO LEGOLAS SE QUEDÓ CALVO!