miércoles, 20 de julio de 2016

¿EL ALUMNO SUPERA AL MAESTRO?

Hemos empezado las vacaciones de verano picoteando un poco de aquí y un poco de allí. Dos tardes tontas de esas de después de comer donde todo el mundo está para hacer la siesta menos los pequeños que ni viven ni dejan vivir. Ante tal situación siempre viene bien el poder sacar a la mesa algún que otro juego y aprovechar que el Sol no permite que nos aventuremos al exterior. Pues como iba diciendo, temperaturas de microondas y la mitad de la familia ko, con ganas de estirarse y descansar. Aquí el menda no se le ocurre otra cosa que preguntar "¿Jugamos a algo?". Los dos Gremlins que deambulan por la casa sin saber qué hacer, incordiando con sus historias y haciendo una llamada de auxilio donde reclaman esa atención que merecen pero que a veces exigen en demasía, reaccionan al instante y se suben a la silla no esperando que traigas el juego no, se sientan con una propuesta ya consensuada y planeada antes que la propia situación se cree.


Pues van esos pequeños enanos de casi 7 años y me ponen sobre la mesa el SMASH UP. Para 14 años o más, ¿Qué hago?… Pues nada, a jugar al SMASH UP.  Vamos a adaptarlo suavemente. Lo único que hice fue eliminar el texto de las bases, por lo demás todo igual. El juego fluyó y los dos vástagos lucharon como bellacos. He de decir que tienen un nivel de lectura más que aceptable para su edad y que solo tuve que ayudarles con el texto de algunas acciones, por lo demás me aporrearon bastante. Janito que jugaba con los piratas y los dinosaurios se llevó la partida. Ona y yo nos quedamos con 11 puntos y  cara de tontos.

¡ZAS! ¿EN TODA LA BOCA!
Estaba Janito frente a la mesa de juego viendo como decidíamos que acciones o esbirros jugar. Llevaba 13 puntos y solo le faltaban dos puntos para ganar la partida. Con un esbirro en una base de 20 que le daba los dos puntos que faltaban, juega una acción que convierte el valor de la base en 0 y después juega un esbirro que la rompe por completo. Se lleva los dos puntos y nos quedamos de piedra. Confimamos su jugada y es del todo correcta. En la práctica es difícil de asimilar semejante situación, sin embargo el sentimiento de orgullo afloró de forma inigualable. Llevo cobijando a mis hijos unos siete años y son capaces de dar pasos agigantados y difíciles de superar. Es evidente que el alumno supera al maestro, el miedo que siento, la inseguridad, es esa especie de precocidad con la que me sablea cuando está conectado. ¡Miedo me da!


Otro de los juegos que han visto mesa y que ya tienen totalmente automatizado es el CIUDAD MACHIKORO. Ahora ya es para su edad pero es que hace ya un verano que lo juegan con soltura. Machikoro no substituirá nunca a los juegos como Catán pero tiene la virtud de ser tan sencillo, divertido y adictivo que se disfruta a todos los niveles. Un tira dados azaroso con un componente atencional que te obliga a estar conectado para ver que pasa cada vez que tiras el dado.  ¿Te toca cobrar? ¿Te toca pagar? ¿Qué cartas compró? ¿Qué combinación hago?

¡CASI!
Además en la partida paso algo inusual. En una de sus tiradas Janito consiguió que el dado se aguantara por unos de sus vértices. Ayudo un poco la superfície pero no nos había pasado nunca y fue un momento lúdico para recordar. Al final el dado sucumbió pero al estar sobre dos superfícies a la vez aplicamos la tan alardeada regla del dado borracho y se volvió a lanzar.


¡LO QUE NO NOS PASE!
El azar con un punto de decisiones se convierten en una opción lúdica más. Un juego donde el puteo tiene su lugar y donde a más de uno se les queda cara de tonto. Si esperas un turno a comprar te van a sablear la pasta, si gastas demasiado no acumulas y no puedes construir los edificios principales. En mi opinión es una compra justificada si quieres jugar con los pequeños y no sentir que estas jugando al Frutalito o otros juegos que en su momento sirvieron para introducir a los enanos. Un filler simpático que verá mucha mesa con tus hijos o con amiguetes no jugones.

¡EL GRAN FRUTALITO!

Antes no he querido ser despectivo con el Frutalito que me ha dado horas y horas de diversión. He querido comentar que Machikoro, Rescate, Arcadia Quest, Celestia, Mysterium, Virus o Gobb'it, han abierto una nueva puerta con los más enanos donde es más fácil aventurarse sin pensar en que son juegos para niños. Otros juegos ven mesa en casa y algunos aún son infantiles y los disfrutamos pero siempre es bueno probar otros juegos para ver hasta donde llegan los enanos y cual es su evolución. Machikoro cumple con esas expectativas en casa pero entendería que no lo hiciera en otras. Siempre es bueno jugar y pasarlo bien en familia y al final ese es el objetivo pero como siempre digo, si por el camino desmiembras algún zombi…mejor.

1 comentario:

  1. Orgullo paterno!!!!!! 😉😉😉😉
    El pequeño saltamontes que crece y esta a punto de reclamar su puesto en la mesa de los jugones mayores.
    ¿Cual sera el apodo que se ganara?

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