miércoles, 18 de marzo de 2015

¡COSA DE DOS!

Los acontecimientos nos llevaron a pasar la noche solos, los dos, mano a mano y que esto no se entienda mal, que no estamos en una película de Torrente. Por circunstancias adversas, muy adversas, Núria se sintió indispuesta y Chechi y yo tubímos que reinventarnos y empezar a jugar a juegos para dos jugadores. Aprovechando que, por casualidad, había unas nuevas adquisiciones en casa (aquí los juegos crecen detrás de las puertas), nos decidimos a estrenarlos. Bueno, la decisión fue mía, pero queda bien implicar a Sergi para que parezca que hay cierta democracia en el tema. De hecho el amigo se conforma tanto con las propuestas que ya nos ha presentado un prototipo de lo que será una nueva web, donde deberemos votar cada semana que juego va a ver mesa el viernes por la noche. De entrada las cosa aún han de mejorar pero el tipo se lo había currado y ahora sólo queda perfeccionar cuatro cosas y añadir los tropecientos juegos que como he dicho antes, salen de cualquier rincón de la casa.

Esa idea del juego que crece o aparece como las bolas de pelusa que rondan por casa (de todo el mundo). Estas sentado en el sofá y ves la odiosa pelusa estática y piensas ¡voy a barrer! Que la pelusa fuera un juego de mesa, en caja esférica, para generar el movimiento pelusil. Con este parche me acabo de cargar el almacenamiento de los juegos que ya no son cuadrados. Bueno, vamos a adaptarnos al tema. Estas en el sofá y pasa...que sé yo... un Carcassonne. ¡Hostia ya lo tengo! ¡Igual lo puedo regalar! ¡No me jodas! La idea me parece una chorrada, es como una mala idea. No me hagáis caso estoy fuera de mi. Me acabo de cargar el sistema lúdico del país. ¡Puto loco!

¡SÓLO FALTABAN DADOS REDONDOS!


A lo que íbamos. El primer juego de mesa para dos jugadores que estrenamos fue JAIPUR. Es un juego muy sencillo y rápido pero al mismo tiempo trepidante. Debes darte prisa porque si no vendes rápido te vas a quedar atrás. La idea del juego es la de dos mercaderes que deben conseguir  productos y venderlos y para hacerlo deben tener cartas en mano (max 7). Agrupando cartas de un mismo producto (1, 2, 3, 4...) pueden venderlos, pero los productos están ordenados de más caros a más baratos, por consiguiente, quien llegue primero podrá vender a un valor más alto. Pero también hay camellos y los camellos ¡son la leche! Permiten cambiar camellos por productos y eso hace que puedas obtener material para vender.


Empiezas con 5 cartas en mano. Tu mano puede estar compuesta por productos y camellos. Retiras los camellos a un lado y juegas con tu mano. En el centro de la mesa hay tres camellos más dos cartas cogidas al azar que pueden ser productos o camellos. En tu turno puedes:

1. Coger un solo producto del centro de la mesa. Lo coges y lo repones del mazo de cartas.
2. Coger más de un producto. Los coges y dejas productos de tu mano o camellos de tu zona de juego, o una combinación de ambos.
3. Coger los camellos. Te los llevas todos y se repone el centro de la mesa del mazo de juego.
4. Vendes productos. Sólo un producto por turno. El número de cartas que entregues es el numero de productos que te llevas, más el bonus de venta.


Si se acaban tres productos o no se puede reponer el mercado central, se acaba el juego y se cuentan los puntos. La partida se gana al mejor de tres rondas.

Un jueguecillo de lo más entretenido, rápido y eléctrico. Un buen juego para dos jugadores.

El segundo juego que probamos fue ASANTE, éste tiene algo más de historia y es que el propio nombre tiene su explicación. Cuando se realice un acuerdo comercial, por ejemplo, en Tanzania o Kenia, se dice Asante que en Swahili quiere decir gracias. Y de eso va básicamente ASANTE, de realizar acuerdos comerciales.


Empiezas la partida con 25 pepitas de oro y tu objetivo es conseguir 60 o más. Después el segundo jugador tendrá un turno más para intentar superarte. Empezamos con 5 cartas en mano y en el centro de la mesa hay unas cartas que representan lugares sagrados y en tu zona de juego hay un tablerito que representa tu puesto de mercado. En un lado tendremos todos los productos que podemos vender.
En nuestro turno podemos gastar cinco acciones en:

1. Robar una carta.
2. Jugar cartas.

Esas acciones estarán controladas por el contrario y a la vez tu controlarás las suyas. Si robas una carta es una acción, si no te interesa la dejas en la pila de descartes y coges otra, pero será otra acción (¡lo vais pillando!). Sólo quedan tres acciones. ¡Vamos a jugar cartas! (una vez juzgas cartas no puedes volver a robar). Puedes jugar cartas de:

Animal o persona: te dan ciertas ventajas y después de jugarlas se descartan.
Objeto: se juegan ante un lugar sagrado y son poderes permanentes, el lugar sagrado se lo queda el contrario que se beneficiará de una de sus acciones. Si ocupas los tres lugares sagrados, cada vez que intercambies uno te lo quedarás tú.
Los lugares sagrados: Se pueden jugar en cualquier momento y no gastan acción.
Mercado: las cartas de mercado sirven para vender o comprar productos, de hecho es donde se ganan pepitas de oro.



La gracia del juego es que puedes combar cartas y ganar acciones o putear al contrario. Es juego muy entretenido y si tienes suerte con las cartas puedes desesperar al contrario. Aún así creo que está compensado y que normalmente no debería haber demasiada diferencia entre los jugadores. Como siempre impera el azar del mazo pero si juegas concentrado puedes sacar ventaja de tus recursos. ¡Un buen juego para dos!

¡CHECHI VINO DE ESTA GUISA A VENDER FRUTA!
¡Buen juego para los dos! Chechi y yo. No es cierto. Él salió escaldado del experimento, no le gustó ese enfrentamiento. Le propuse  vender mercaderías y productos sin gracia como la sal. No estaba a la altura, puede que para matar un dragón o invocar un demonio sí. ¿Pero que coño le propuse? Vino muy guerrero, como muy comedido, concentrado en su viaje hasta casa, como repitiendo jugadas perfectas, sacando los cubos que tocaban, hasta había ensayado esa sonrisilla suya. ¡Hubiera superado cualquier cosa! Pero se encontró fuera de su hábitat, traicionado por el destino, como cuando salías de joven, con expectativas. Igualmente entró al invite. ¡Qué osado! Bueno es lo que tienen los juegos de mesa, un día matas Primigenios y otros, cambias camellos por tela. Pero bueno, es lo que hay, y como dirían en Tanzania...¡Asante!


2 comentarios:

  1. Pero donde se ha visto que quedes para frikear un poco y nis pongamos a comprar/vender telas y frutas. Onde sa bisto?????.
    Matar dragones, arrasar reinos, luchas de magos, esto es frikear.
    Pero no puedo dejar de arrodillarme ante tu gran diestria habilidad en el comercio.
    Un saludo.

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  2. Pero donde se ha visto que quedes para frikear un poco y nis pongamos a comprar/vender telas y frutas. Onde sa bisto?????.
    Matar dragones, arrasar reinos, luchas de magos, esto es frikear.
    Pero no puedo dejar de arrodillarme ante tu gran diestria habilidad en el comercio.
    Un saludo.

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