martes, 25 de septiembre de 2018

¡ME GUSTAN LAS TOSTADAS PERO NO LAS TOSTADORAS!

Después de despotricar de forma regular de Battlestar Galactica el juego de mesa voy a tener que tragarme algunas de mis impresiones previas pero solo algunas. Después de jugar la última partida, hará unos 5 años más o menos, lo hemos recuperado para probar las mieles de un juego olvidado que aparece cada tanto, no como una maldición, más bien como una sorpresa ya que los aficionados a la serie vivimos aún de forma nostálgica aquellas cuatro temporadas. 


Las tostadoras (Cylons) persiguen a la nave Galactica por el espacio para acabar de rematar a la raza humana. No contentos con eso deciden infiltrarse entre los humanos como durmientes que desconocen su verdadera identidad.  La verdad es que el juego representa de forma muy eficaz las sensaciones de la serie. Los jugadores humanos correrán para encontrar el mítico planeta de Kobol y los jugadores Cylons intentaran evitarlo. 

¡CYLON!
La premisa perfecta, la mecánica sencilla, el control del juego...¡no hay control del juego! El azar es desesperante y la verdad es que lo vivimos en nuestra última partida. Con la partida controlada, los humanos sufrimos un ataque fulgurante de nuestro hermano Chechi alias la tostadora. Teníamos el marcador de población a seis y el tipo se plantó con un montón de Raptors en el espacio, rodeando a las naves humanas. La destrucción de las mismas era inminente y nuestro nivel de población pendía de un hilo. 

¡JUDAS!
¿Qué pasó? Lo que aconteció fue que las tiradas de la tostadora fueron pifia tras pifia, cayó algún vipper pero ninguna baja importante. Las naves con población humana se salvaron y dejaron la partida a merced de la raza humana. Dimos un salto y limpiamos el espacio de naves, un salto más y la partida era nuestra. Dos rondas más tarde habíamos ganado la batalla y estábamos en Kobol con mojitos y birras. 

EL TABLERO
Pienso que Galactica es un juego para fans de la serie ya que su estética está absolutamente ligada a esta pero resulta que no es difícil de jugar y por lo tanto podría ver más mesa con no fans. Pero... ¿porqué deberíamos poner este juego delante de jugadores que no seguían la serie? Pues la verdad no lo sé. Sigo defendiendo que si quieres jugar a un juego de identidades te eches una Resistencia, que es más corto y te echas unas risas seguro. Las mecánicas de Galactica no son nada del otro mundo y la verdad no sé si un jugador no fan entiende la tensión que se vive en la serie sin verla, que coja un personaje y se identifique con él sin conocerlo, que viva las crisis como las viven los que saben de que va esto y que odien a los Cylons como las malditas tostadoras que son. A mi el juego me gusta, lo podría jugar cada tanto pero creo que es un juego de grupo cerrado, no es un juego para sacar a cualquiera.
ALGUNOS PERSONAJES
Si tengo que guiarme por la última partida, tengo sentimientos encontrados. Por una parte, los humanos teníamos la partida controlada y de golpe todo se torció. En ese momento me sentí abatido, pensé que era todo una mierda y veía a Chechi ganar otra vez. ¡Mierda de juego! ¿No vuelvo a jugar más! Chechi sonreía, ¡casi lo conseguís losers! Entonces todo acaba, Chechi no da una y nos deja la partida en bandeja. El tipo queda abatido y comenta que hace rato que no se lo pasa bien, que ser Cylon en solitario es un rollo. En cambio los humanos nos venimos arriba, ¡qué subidón! ¡Cómo mola el juego! 

Puede que haya demasiada emoción en este juego y me resulta difícil dedicar unas dos horas para que el descontrol de la partida te hunda en la miseria. Volvería a jugarlo si tuviera la más mínima oportunidad de marcar una estrategia de juego. Pero eso no puede ser porque las crisis no lo permiten y el Cylon está agazapado controlando su parte de la partida. En ese sentido parece una mecánica de Matt Leacock (la Isla Prohibida o Pandémic), en estos dos juegos no hay identidades pero sí existe ese mazo de cartas de crisis que pueden acabar con la partida en un santiamén.


En cambio puede que se pueda jugar sin ver la serie, el juego es tan rematadamente bueno que a lo mejor crea fans de la misma. Reconozco que me puse muy nervioso en los momentos finales y en general las emociones estaban a flor de piel. Esa sensación es una pasada pero a lo mejor todo tiene que ver con saber jugarlo, saber ganar y saber perder. Entender que este juego puede hacerte sentir ganador y la instante te puede hundir. Puede que esta sea la gracia de Galactica. No lo sé. Lo único que puedo decir es que ¡me gustan las tostadas pero no las tostadoras!

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