miércoles, 3 de agosto de 2016

TODO ES POSIBLE EN ESPORLES: 6º RELATO


DOS POR UNO
¿Alguna vez te has perdido en lugares familiares? ¿Te olvidas de la hora, la fecha o el año en el que te encuentras? ¿Pierdes cosas constantemente? ¿Lapsus de tiempo perdidos? ¿Horas de inconsciencia donde no sabes dónde has estado ni que has hecho? ¿Síntomas de una incipiente demencia? ¿Simple estrés? ¿O el destino?

Salió de Sa Caseta como cada tarde. Se dirigió hacia casa, debía asearse y cenar. Aún tenía trabajo que hacer y le esperaba estar sentado ante el ordenador hasta altas horas de la madrugada. Abrió la puerta con la llave y antes de cerrar miró el móvil, eran las 21h. Cerró la puerta, fue directo al comedor y se sentó en el sofá. Miró el reloj de pared del comedor y se sintió cansado muy cansado. Un momento, el reloj marcaba la 1 de la madrugada. Miró de nuevo su móvil y ¡también marcaba la 1 de la madrugada! Se levantó y miró por la ventana, era de noche, ni un coche circulaba por la calle. En ese momento el reloj del ayuntamiento marcó con las campanadas la 1 de la madrugada. ¿Qué demonios había pasado?

NADO DESUBICADO
Pensó que se había quedado dormido en el sofá y que aquella era la mejor explicación que tenía. Se levanto, fue al lavabo y se lavó la cara, pasando sus manos húmedas por su calva con el fin de refrescarse. Abrió los ojos y vio que el agua se enturbiaba. Miró sus manos y observó restos de sangre. Se miro la nariz, la boca, la cabeza…no tenía ninguna herida. Notó un picor en su antebrazo y comprobó que tenía una herida, un corte de sangre ya seca.  ¿Qué demonios estaba pasando?  Registró todo el piso de arriba a abajo esperando encontrar alguna cosa.  ¿Qué demonios le había pasado? Se metió en la ducha y estuvo allí acurrucado durante un buen rato dejando caer el agua intentando viajar mentalmente a su pasado reciente.


Intentó recordar qué había hecho las 4 últimas horas pero le fue imposible. Aquella situación le hacía sentirse impotente. Pensó en llamar a alguien y explicarle lo ocurrido pero no era buena idea. Se metió en la cama e intento conciliar un sueño que nunca llegó. 

Se levantó sin haber pegado ojo, se vistió y se dirigió a Sa Caseta. Aquella mañana venía Xisca, una joven que lo ayudaba en ocasiones. El establecimiento estaba cerrado así que esperó una llegada que nunca se produjo. Estaba intranquilo y decidió llamarla. No contestó a las llamadas. Lo probó varias veces y nada de nada. En un momento de tranquilidad miró si tenía algún whatsApp de ella y corroboró que no. De pronto se dio cuenta que tenía unos mensajes de Xisca que ya había leído y que temporalmente estaban situados a las 22h ¡del día anterior! Los leyó.

-Hola. 
-Hola.
-Necesito que nos veamos ya.
-¿Por?
-Es una urgencia. Por favor. Tengo miedo.
-Voy. Tranquilízate.

¿Había ido a casa de Xisca? No recordaba nada. Se dirigió a casa de la chica. Cuando llegó llamó a la puerta pero no hubo respuesta. La vecina de enfrente salió al oír ruido y se dirigió a él.

- ¡Vosotros! Si se os ocurre volver a chillar como ayer ¡llamo a la policía!- después dio un portazo dejándolo con la boca abierta.

¿Qué quería decir todo aquello? ¿Había estado allí haciendo qué? Empujó la puerta y ésta cedió abriéndose. Entró lentamente en la oscuridad y cerró la puerta tras él. Busco el interruptor y accionó la luz. Todo estaba desordenado, el comedor era un autentico caos. El suelo estaba lleno de velas azules, negras y rojas. Había una navaja abierta sobre un pequeño altar improvisado, estaba manchada de sangre. Había un papel apergaminado en el suelo, tenía algunas frases escritas. Lo cogió y empezó a leer.



"Ante el todopoderoso e inefable Asmodeo y en presencia de todos los demonios del infierno, yo Xisca renuncio a cualquiera y todas las lealtades pasadas. Renuncio al falso dios y a su vil y despreciable hijo, y renuncio a su podrido espíritu santo. Con sangre cierro este pacto."

Soltó el papel en el suelo pensando que aquello no era más que una broma pesada. Le estaban jugando una mala pasada, aquello no podía tener pinta de lo que tenía. Xisca era una persona normal dedicada a sus actividades para los jóvenes en el ayuntamiento y su afición artística de moverse elegantemente haciendo acrobacias con aquella tela. No podía ser, ella no. Volvió a coger aquel papel y lo releyó, pudo distinguir una especie de símbolo echo con sangre, una firma rodeada de borbotones de sangre ya cuajada.

Al fondo de la habitación vio una cámara sobre un trípode. Se acercó y comprobó que tuviera batería. Puede que aquel aparato le diera alguna respuesta. Solo había un archivo, lo accionó. Xisca estaba de rodillas ante el pequeño altar, estaba como en trance. Intentó subir el volumen pero el clip carecía de sonido. Xisca vestía una túnica blanca y murmuraba sin parar como orando. La velas se movían en diferentes direcciones y sombras inquietantes se escondían tras los muebles. Parecía que hubiera alguien más allí con ella. De pronto Xisca abrió los ojos y se levantó. Él se vio entrando junto a ella en aquella habitación, estaba fascinado con todo aquello. Ella lo empujó y lo invitó a sentarse en el suelo a su lado. Parecía explicarle alguna cosa, como intentando dar sentido a aquella situación tan embarazosa. Ella se acercó, parecía desesperada. Él se violentó, se puso de pie y empezó a gritarle, parecía muy nervioso y se llevaba constantemente las manos a la cabeza. Ella se quitó la túnica, estaba desnuda pero su piel estaba cubierta de símbolos rúnicos, arcanos, desconocidos. Él intentó marcharse, ella lo cogió y le hizo un corte en el brazo con una navaja. Él la empujó contra la pared y ella se golpeó la cabeza quedando inconsciente. Él salió corriendo.

LA GRABACIÓN
En ese momento paró la grabación. Todo aquello explicaba su herida en el brazo pero no el lapsus de memoria. Además Xisca no estaba en la habitación, debía haberse recuperado del golpe. Decidió seguir escudriñando la grabación.

El archivo seguía su curso. Xisca seguía en el suelo. Él avanzó el archivo a velocidad rápida. Xisca empezó a incorporarse, miró a derecha e izquierda. Comprobó la hora y con prisas empezó a moverse de una lado a otro como buscando alguna cosa. Al fin encontró la navaja bajo una silla. Se hizo un corte y con una pluma mojó la punta. Se acercó al papel apergaminado y plasmó un símbolo desconocido mientras murmuraba de nuevo. A continuación ella empezó a convulsionar durante minutos hasta caer al suelo rendida. Se levantó como desorientada, la cinta marcaba la 1 de la madrugada. Parecía no saber qué había pasado ni donde estaba. ¡La misma hora a la que él había despertado desorientado!

Cerró la cámara y sintió un impulso terrible. Salió a la calle y corrió hasta Sa Caseta, allí de pie estaba ella.

- Lo siento-dijo ella.
- ¿Qué pasó? He visto la cinta pero no sé el porqué de todo aquello. Bueno quería pedirte...
- Te llamé para que me ayudaras- le interrumpió ella. Quería grabarlo todo por si me pasaba algo. Yo también he visto la cinta.
- ¿A qué querías que te ayudara?
- Quería hacer un pacto con el diablo, quería conseguir lo que más deseo. La cinta me ha ayudado a recordarlo.
- Pero Xisca yo no sabía…
- No imbécil, no te deseo a ti- Xisca tuvo que ser contundente, aquel calvo aún estaba desubicado y confundido.
- ¿Entonces?
- Mi sueño imposible es ser la mejor acróbata con tela del mundo. Quería que me acompañaras durante la ceremonia, contactar con esos seres suele ser peligroso. Me gritaste, me dijiste que estaba loca y que aquello era una tontería. Tenía miedo. Te enseñe mi cuerpo para que vieras que estaba decidida que dominaba cada paso de aquel pacto satánico y entonces enloqueciste. Intente retenerte y con la navaja que llevaba en la mano te corté. Tu pensaste que te atacaba y me golpeaste. Perdí el conocimiento y cuando desperté quedaba muy poco tiempo para realizar el pacto. Así que me hice un corte y firmé con sangre.
- ¡Dios mio Xisca! ¿Qué has hecho?- él parecía entender todo lo que le había pasado por la cabeza en las últimas horas.
- Lo sé. Ya no puedo hacer nada. Mi alma a cambio de una vida de éxito en lo que más me gusta. Todo lo que haga a partir de ahora estará dirigido a ser la mejor en acróbata con tela. Antes de venir he practicado un poco y soy buenísima.
- No Xisca, me refiero a otra cosa. Ahora lo entiendo- miró al cielo como entendiendo todo.
- ¿El qué?
- Un fuerte impulso me ha atraído hasta aquí-comentó él. Ahora entiendo estás ganas irrefrenables. Quería pedirte una cosa.
- ¿Pero no querías esclarecer todo este lío?
- Sí pero tengo una necesidad aun mayor. Quería pedirte...
-¿Qué?
- ¿Me dejas una tela para hacer acrobacias?
- ¿Qué?-exclamó ell perpleja.
- Xisca- dijo él- cuando firmaste con sangre…seguramente... no limpiaste la navaja. ¿Verdad?

¡LOS ESPECTACULARES XISCA Y NANDO!
El demonio a veces nos juega malas pasadas. Esta vez ganó dos almas por un solo pacto. Ya sabéis, la sangre es la sangre y los pactos sangrientos no se pueden romper. Nando y Xisca tuvieron una vida repleta de éxitos y como pareja artística triunfaron ¡mundialmente!

Dedicado a Nando y a Xisca.
Aunque no estés, tu y tus nuevos vecinos zombis nos seguís inspirando.

Igual que el crepúsculo que hay entre la luz y las sombras, hay en Mallorca una zona desconocida en la cual todo es posible. Podría llamarse la dimensión de la imaginación, una dimensión donde nacen sucesos y cosas extraordinarias, un lugar donde los Dioses Primigenios son respetados. Un lugar de culto donde ningún foráneo está a salvo. El lugar donde, seguramente, empezará el fin de todo lo que existe. ¿Qué no es posible? Todo es posible en ¡ESPORLES!   


3 comentarios:

  1. Jajajajajaj Es buenísima!! Me siento alagada por formar parte de uno de tus relatos, pero sobretodo por estar en uno en el que Nando es acróbata en lugar de asesino! Jajajaj Este final es muy muy bueno... Todavía me río!! Sigo con ansia las historias de "Todo es posible en Esporles"

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  2. Algo falla en esta historia, acaba demasiado "bien". Aunque sin alma triunfamos! Eso es real como la vida misma, cuántos desalmados han " triunfado"? Mejor dicho, cuántos han triunfado sin vender su alma en algún momento? Jejeje
    Y hay algo que me falta, dónde está el momento en que muere alguien? No me habría hecho nada haber matado a Xisca en ese momento de obnubilación!
    Bueno, cómo siempre, genial la historia.

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  3. Gracias por los comentarios. Al final voy a tener que hacer un blog paralelo sobre Esporles. Mi hijo se muere de ganas de ir a un sitio donde pasan esas cosas tan raras. La verdad es que este es el tercer final, en el primero Nando ya estaba muerto, en el segundo Xisca era descuartizada y servida en Sa Caseta como carne, la tercera me pareció más original y la verdad ver a Nando en la tela me motivó mucho.

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