El objetivo del juego era básicamente entrar, conseguir entre todos los jugadores 12 tesoros y salir por donde entramos. Hemos jugado con dos héroes, el guerrero Dragón (Jan y yo) y Rogue (Mar y Ona).
Había unas reglas especiales que nos metían un poco de presión, de entrada siempre que en la fase de exploración apareciera una loseta con flecha blanca, el Sol avanzaba hacia el ocaso y cuando se hiciera de noche, si no habíamos salido, el castillo se volvía un lugar muy peligroso ya que habíamos de levantar una cartas de encuentros al inicio de cada carta de villanos.
¡A POR EL ESPECTRO! |
No podíamos utilizar cartas de tesoros ya que si lo hacíamos estos no contaban en el recuento final. Al huir de la mazmorra debíamos salir por la loseta de entrada pero si no habíamos salido todos debíamos seguir activando monstruos y trampas en la fase de villanos.
¡EL INICIO! |
Vamos, una autentica jodienda de monstruos y limitaciones que solo han hecho que empeorar las cosas ya que mis hijos se han enfurecido y han acabado con todo ser viviente. El castillo nunca ha visto la oscuridad ya que hemos conseguido los tesoros antes de que la noche cayera. No hemos enfrentado a una multitud de criaturas viles que agitándose de forma convulsa han caído a nuestros pies. Ni que decir que no le hemos perdonado la vida a ninguna criatura y hemos salido del castillo evitando ataques, desactivando trampas y dejando tras nosotros un reguero de sangre roja en unos casos y verde en otros. Verdad es, que algunas de las criaturas, como el espectro, no han sangrado pero bueno, un pequeño detalle sin importancia.
¡ZOMBI AMENAZANTE! |
Me he preocupado un poco al ver la actitud de mis vástagos. Su reacción ante cada una de las hemorragias causadas ha sido la de sonreír y tener entre ellos gestos de aprobación. Por su localización yo creo que los pobres monstruos del Dungeon han sufrido hemorragias internas, externas y exteriorizadas. Me gusta el concepto de exteriorizadas que tiene que ver con que la sangre sale por los orificios corporales afectados. Aquí podemos hablar de nariz, boca, oídos y en algunos casos del ano. ¡Y si no que se lo pregunten al Zombi!
¡TENÍA QUE UTILIZAR LAS PUERTAS! |
Me he pasado un buen rato intentando tranquilizarlo, le pregunté que le había pasado pero ante su falta de comunicación he decidido acabar con su sufrimiento. Con el Ghoul me ha pasado algo parecido, el tipo se marea después de un golpe de narices que le ha dado Mar y Ona, cae al suelo y se golpea. Me acerco con gasas y paño limpios, le elevo la pierna que tenía bastante fastidiada, creo que con fractura y cuando voy a inmovilizarla me dicen:
- ¡Papá! En la carta de este tipo dice Undead. ¡No se muere! ¡Déjalo ahí!
¡Madre mía! No he abierto boca y he seguido caminando. Vamos ni me he parado cuando he visto los huesos astillados del guerrero esqueleto. No he podido evitar, eso sí, comentarle que si se ponía frío en la zona afectada podía mejorar. Pero claro al no tener musculatura he pensado que el pobre perdería el tiempo.
¡LOBOS Y GUERREROS ESQUELETO! |
He salido feliz de la mazmorra, victorioso ante la hazaña, pero a la vez triste y preocupado. Tengo que empezar a trabajar la empatía con los enanos, que se preocupen de los demás. ¡Vamos chavales! No siempre hay que rematar, si el enemigo está en shock, le alertamos y actuamos con rapidez. Si vemos hemorragia paramos, un poquito de por favor, solo un poquito.
¡SALIMOS CON EL TESORO! |
Pero bueno, en el fondo hemos pasado un buen rato y hemos podido estrenar las piezas de decoración del castillo. Hemos hecho un poco de mezcla pero ha quedado bastante bien. La partida no ha superado los 90 minutos y eso hoy en día es un autentico lujazo. Solo esperar a la próxima y avanzar en en las misiones.
¡SELFIE DE LA VICTORIA! |
Pero tu que estás criando????
ResponderEliminarFuturos psicópatas?
De todas maneras ya veo que de tal palo tal astilla. Ahora se ríen en juegos, de aquí no mucho investigarán crímenes, y no mucho más allá ya estarán viendo capítulos de "rostros de muerte", a partir de ahí se verá si el lado oscuro los seduce, o si será la luz la que los convezca.