domingo, 8 de septiembre de 2013

¡LE SALVAMOS LA VIDA AL CAMPESINO!

Una semana más y Berrán no aparece. ¿Qué hacemos?
1ª Opción: Jugamos algo a 3 jugadores.
2ª Opción: Fichamos a Mar y la liamos.

¡Madre Mia! Se me vinieron a la cabeza varias opciones y una de ellas era recuperar LAS LEYENDAS DE ANDOR. Con Mar habíamos jugado la primera misión y con Sergi y Núria la segunda. Con un poco de ayuda podríamos enfrentarnos a la tercera y seguir las aventuras de esos héroes de leyenda. Mar accedió así que cogimos la Lista de comprobación del juego y empezamos los preparativos...



De éste juego ya había comentado mis sensaciones de las dos primeras misiones pero es necesario explicaros lo que se siente al formar parte de un grupo. Sí amigos el juego implica una colaboración bestial entre los jugadores y para eso de haber cierta camaradería que no puede entenderse sin momentos como el que se describe a continuación y que forma parte de una introducción que el juego no tiene y que he inventado con mis mejores intenciones. Es importante cuando escribimos sobre otras personas que estas se sientan parte de la historia por su manera de ser o porqué se identifican con el personaje que llevan en el juego. Aquí pues mi introducción a la 3ª misión de LAS LEYENDAS DE ANDOR.

LOS DÍAS DE LA RESISTENCIA

Nubes oscuras se deslizaron delante del sol y una tenue luz envolvió al atardecer el castillo de Riet con sombras mortecinas. El príncipe Thorald había descubierto que un mago oscuro llamado Vakur era quien dirigía y hechizaba a las criaturas. A pesar de sus numerosas tareas, los héroes debían mantenerse firmes. En los años siguientes éste periodo recibió el nombre de "Los días de la resistencia".

Liphardus, un mago del Norte, descansaba bajo la sombra de un roble centenario. La luz del crepúsculo empezaba a desaparecer mientras el viento siseaba entre los arbustos. En su mano izquierda una hogaza de pan y en la derecha su cayado, una vara mágica de gran poder. Se puso en pie y se dirigió al camino que serpenteaba hacía el castillo de Riet. Allí le aguardaban sus compañeros de fatigas, hombres y mujeres de gran coraje que ya habían demostrado su valía. 



De pronto escuchó un ruido, levanto la cabeza y cerró los ojos. Intentó concentrarse en el origen de aquel sonido extraño. Liphardus pasaba mucho tiempo en el bosque y había aprendido a diferenciar entre los ruidos naturales de su entorno y lo que podía ser el aviso de algún peligro inmediato  No era la primera vez que le tendían una trampa y parecía que no sería la última. Abrió los ojos y apretó con fuerza su cayado, lo levantó ligeramente y golpeó el suelo susurrando unas palabras desconocidas y ancestrales. Una luz invadió aquel paraje, las sombras se diluyeron y los rincones más oscuros se llenaron de una luz cegadora. Liphardus entrecerró los ojos anticipándose a las consecuencias de aquel hechizo.

Tras un árbol pudo ver un Skral, una criatura monstruosa. Aquel cuerpo musculado era una mezcla de hombre, felino y reptil. Era una criatura creada por la magia negra, cabeza de felino, cola de lagarto y una estructura humana con extremidades. Liphardus no sabía si eran fruto de la transformación de algún pobre desgraciado o eran criaturas  surgidas de la oscuridad.

El Skral desenvainó sus dos mortíferas espadas y se movió como un centella. Liphardus separó sus pies y los plantó con fuerza en el suelo. Puso el cayado frente a él y lo sujeto con las dos manos. La primera estocada no se hizo esperar, el Skral saltó lanzando los dos brazos hacía atrás y descargó un doble ataque dirigido a la cabeza. El ataque fue fulminante y seguramente muy efectivo contra guerreros normales pero Liphardus había invocado un escudo de energía que repelió las dos armas. El Skral cayó hacia atrás girando su cuerpo en el aire y recuperando al instante el equilibrio. Sus pies tocaron el suelo al mismo tiempo que sus músculos se tensaban dispuestos a armar una contra mortal. Empezó a correr hacía el mago con la intención de embestirlo. Volvió a saltar alzando sus dos espadas y haciéndolas bajar horizontalmente. Liphardus alzó su cayado para bloquear el ataque y se concentró en su escudo de energía. En el momento del impacto el Skral desistió y se dejó caer hacía el suelo con un finta que despisto a Liphardus. Ya en el suelo flexionó las rodillas y con un giro de 270º utilizó su cola para impulsarse y saltar por encima de escudo del mago. Al mismo tiempo Liphardus bajaba su escudo para proteger su cuerpo. Los dos movimientos se encontraron pero el mago estaba reaccionando con lentitud y había caído en la trampa de la criatura. Su cráneo se encontraba al descubierto mientras el Skral ejecutaba con toda la fuerza de su cintura un golpe ganador.

En ese mismo instante un flecha corto el viento y se clavó en el hombro del monstruo frenando su estocada mortal. Detrás del mago apareció una joven vestida de verde, con una gruesa capa y un carcaj lleno de proyectiles.

- ¡Chada!- exclamó Liphardus reconociendo a la arquera del Bosque Vigilante.
- ¿Cuantas veces te hemos dicho que no vengas solo al bosque?- comentó la joven.



El Skral aturdido se levantó y con la rabia de un demonio se arrancó la flecha de cuajo y con desesperación dejó atrás al mago y se dirigió hacia la joven arquera. Liphardus preparó al instante un hechizo de ataque pero un mano se posó en su espalda.

- Déjanos a nosotros amigo. -La voz potente pero a la vez calurosa pertenecía a Mairen, una guerrera de la región de Riet. 




El Skral seguía su carrera hacía la joven que no hacía ningún movimiento defensivo, sólo esperaba el ataque de la criatura. Liphardus no sabía que pasaba pero la joven moriría si no hacía algo inmediatamente. El Skral se encontraba a medio metro de la chica y empezó a dar mandobles en todas direcciones. Chada dió un salto acrobático hacía atrás al mismo tiempo que por debajo de ella aparecía una sombra compacta que se estrelló, con fuerza,  contra la bestia. La criatura cayó al suelo sin saber qué había pasado. Levantó la cabeza y vió a un pequeño hombrecillo fornido con una barba poblada y una hacha más grande que su cabeza.

- ¿Has tenido suficiente? No pasa nada, de donde ha salido ese golpe aún hay más. -farfullaba el enano- ¡Tienes hambre! ¡Pues ven a por los postres!




Liphardus reconoció enseguida a Kram el enano de las minas profundadas, un amigo y un poderoso aliado. Ahora sabía con certeza que aquel Skral no saldría con vida de allí. Había vivido muchas aventuras con aquel trió y un Skral no era rival para ellos.

- Bueno,- se atrevió a decir Liphardus- ¿Quién va hacer los honores?

El Skral se levantó jadeando, aquellos enemigos eran formidables y lo superaban en número. Lo mejor era morir en un ataque desesperado y eliminar, al menos, a uno de ellos. Eso haría que el amo estuviera contento. Puso sus ojos en el enano y cerró los puños alrededor de las empuñaduras. Con uno de sus pies lanzó arena al rostro de Kram cegándolo unos segundos después se movió con presteza y buscó la cara descubierta del pequeño guerrero. Entonces sintió un pinchazo en el pecho. Bajó la cara asustado para ver como la punta de una espada surgía de su cuerpo atravesando el plexo solar hasta la superficie. Después cayó al suelo inerte. Detrás de él Mairen sujetaba con fuerza su arma.

- ¡No hay que menospreciar al enemigo!- dijo mirando al enano.
- ¡Lo tenía controlado, no hay para tanto!- comenzó Kram levantándose del suelo y fregándose los ojos con las manos- ¡No os preocupéis tenía al gatito controlado!
- No discutais viejos amigos- Liphardus intentaba calmar los ánimos- y decidme, ¿Qué hacéis aquí? ¿Os hacia en el castillo?

Mairen se acercó al mago y los demás hicieron lo mismo. Parecía algo serio así que el mago se dispuso a escuchar las malas nuevas.

- El castillo de Riet está en peligro, criaturas como la que has visto y otras aún más formidables acechan sus murallas. Parece ser que Varkur el mago oscuro busca conquistar esta región. Debemos detenerlo y proteger a los campesinos que viven en las tierras de Riet.
-¿Proteger a los campesinos?- comentó ironicamente Liphardus- ¡Eso es pan comido!

A continuación levantó su cayado y pronunciando un conjuro transportó a los héroes hasta el castillo donde se prepararían para ¡la guerra! 


Aquí acaba la introducción a nuestra misión que tuvo de todo y donde paso de todo. De entrada cada uno de nosotros teníamos que cumplir una misión individual. Cuando la cumplimos se activó la carta de Magia Negra donde se explicaba que habíamos de hacer para derrotar al maligno Varkur.

Vamos a centrarnos en la misión de Sergi y el azar. Sergi tenía una misión muy clara, llevar un campesino hasta una casilla en las montañas. El juego nos ofrecía dos campesinos así que Sergi cogío uno y se largó hacia su destino para cumplir con lo estipulado. El juego tiene un mecanismo por el que en algún momento van apareciendo monstruos en lugares concretos, los monstruos pueden compartir espacio con los campesinos y con los héroes pero no con los campesinos y los héroes a la vez. Si eso ocurre el campesino muere de inmediato. Como habréis adivinado ya sólo nos quedaba un campesino.
Como Sergi estaba en el otro lado del tablero Mar se lo acercó y lo dejó en una zona cercana al puente. La zona estaba infestada de monstruos pero como no había héroes el peligro de muerte era bajo. Pero se puso en juego la figura del príncipe Thorald y compartió espacio con el campesino en el mismo momento que entraba un monstruo. Resultado: Campesino muerto.
¿Qué significaba aquello? Pues significaba que ya no había más campesinos y por lo tanto que Sergi no podía cumplir su misión y además no podríamos enfrentarnos a Varkur. Resultado: Habíamos fracasado estrepitosamente.
¡Básicamente el azar nos había dado por el cacas!
Solución: Hicimos un pequeño apaño y también la vista gorda. El boca a boca y el masaje cardíaco salvó la vida al campesino y Sergí lo llevo con un estado de salud bastante precario hasta la montaña donde lo abandonó a su suerte. Así pudimos completar la misión y destrozar a Varkur cual nenaza. 

Éste ha sido un finde emocionante, no sólo por la partida que fue brutal sino porqué el domingo hemos ido a escalar a GOLEM un rocódromo en Arenys de Munt. Con las instrucciones de Sergi y la paciencia de Ángel hemos conseguido hacer subir alguna que otra pared. Por cierto ¡Chechi domina un huevo!
Aquí algunas fotos con los enanos, Marta, Núria...

¡Julito en acción!

Chechi. ¡Esto estaba bastante complicado!

Marta y Ona. ¡Vaya pique!

Núria. ¡Tiene tiempo hasta de posar!

Mar. ¡En esa pared había que hacer fuerza!

Jan. ¡Vull baixar!

Angel. ¡El que aguanta la cuerda!



4 comentarios:

  1. Muy buena la intro!!!
    Me dan ganas de ir a jugar y todo! Lástima de distancia y horarios!
    Pero ya estamos haciendo apaños para que la partida no se acabe antes de hora, ... si es que...
    Aún así me alegro de que ganarais con esa tropa ya podréis!
    Ahora, hay algo que me decepcionó enormemente, y es no haber podido estar en un momento tan histórico como el primer ascenso de Julito por una pared. Espero que haya muchos más y pueda ver alguno en directo!

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  2. ¡Cuando quieras! Mi héroe preferido es Conan y escalaba paredes lisas con¡ las uñas! Uno de mis superhéroes preferido es Spider-man, con eso te lo digo todo.
    Espero que podamos jugar pronto, de hecho estamos reservando el Zombicide hasta tu regreso!

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  3. Cada vez te lo curras mas. Me ha encantado la intro, una pena que no acompañaran los campesinos sino podrias haber continuado la epopeya.
    Deberiamos empezar pensando en el almanaque 2013!

    Juli no sabiamos esa faceta tuya de escalador, venga que hasta te va a gustar(esto podria destrozar las bases de esta realidad).

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  4. Efectivamente la realidad pende de un hilo. Todo depende de.mi, si vuelvo a escalar puede que el tejido se rasgue para siempre!!! No se que hacer por un lado disfrute y por otro pienso que la humanidad merece una segunda oportunidad. Aunque pensandolo bien los pies de gato y unas buenad garras me ponen!!!

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