miércoles, 12 de septiembre de 2012

¡MUCHKIN TOTAL Y LA CAZA DE LA MOSCA!

Hay uno de esos juegos a los que siempre acabas recurriendo. Simplemente te apetece jugarlo ya que te ofrece horas de diversión en las que encontrarás hostias, maldiciones, armas, puteo, alianzas, amenazas, cambios de sexo y objetos únicos como rodilleras mágicas o anillos de la cordura. Ese juego es Muchkin y lo hemos desempolvado para ¡echarnos unas risas!

Todo comenzó el lunes, después de jugar a Carcassonne con Núria, Sergi y yo nos quedamos solos. Decidimos jugar al Muchkin: Cthulhu a dos jugadores. Porque así somos nosotros. Que el juego es de 3 a 6 jugadores, no problem, nosotros lo jugamos a dos. ¡Con dos cojones!


Nos lo pasamos bien y nos reímos pero para nada funciona a dos. El problema radica en no tener a nadie más en discordia con el que puedas negociar y asociarte. Si te empiezan a salir monstruos de nivel elevado mueres de forma repetitiva y si encima los dados no te acompañan no huyes ni en broma. Más o menos es lo  que le pasó a Sergi que moría a cada turno y le era difícil crear una raza consistente con armas y objetos que  lo hicieran competitivo.

¿Cómo solucionamos el problema? Pues nada, quedamos al día siguiente y engañamos a Núria para hacer un Muchkin original con un par de expansiones. ¡Como cambió la cosa! El puteo al orden del día, las maldiciones rulaban que era una gloria...Todo parecía ir viento en popa. ¿Entonces por qué se enquistaba el juego? 
Como grandes científicos llegamos a la conclusión que con tres jugadores no es necesario jugar con muchas expansiones ya que los monstruos escasean entre maldiciones y objetos varios. En todo caso escoger la expansión con un mayor número de enemigos sería la elección más correcta.

En definitiva, Núria nos ganó las dos partidas. Yo aún tuve un papel discreto pero el amigo Sergi se lució de lo lindo. En la segunda partida era, entre otras cosas, un ladrón. Se pone a robar a diestro y siniestro con un porcentaje de acierto irrisorio (palabra que me enseñó la Colomer). Cada vez que fallaba descendía un nivel. ¿Era eso suficiente lección para el amigo? Pues no, lo volvía a intentar y ¡otro nivel a tomar viento!


¡Estaba claro que no era su noche! Utilizaba al Elfo y no lo tenía, te ayudaba sin recursos, se comía las maldiciones una tras otra y un largo etcétera de imprevistos que no son propios del estratega. Esta claro,  que con el Muchkin, por muy jodidamente cachondas que sean las cartas,¡ no puedes bajar la guardia!
Aunque para maldiciones la que me colocó Núria y que os aseguro le dio la victoria. Yo era un Gnomo bastante cabroncete que sumaba entre una cosa y otra 21 puntos para enfrentarme a los monstruos o buscar jaleo pelea. A un nivel para ganar Núria me coloca una maldición, consiste en una mochila que se come el número de cartas que saque al tirar un dado y que tenga en mis manos. Turno tras turno me quedaba sin cartas y solo logré deshacerme de la misma sacando un 6 segundos antes que Núria se alzara con la partida.

¡Núria no se prepara un juego ni que la maten! Invierte poco en el tema y se deja arrastrar por los demás, grandes eruditos (¡pobres ilusos!). Pero a la que se sienta en la silla, le explicas como funciona (¡ya puedes llevar entrenamiento!), asiente con la cabeza y te funde sin compasión. Así es Núria ¡todo corazón!

Ahora sólo nos queda intentar mezclar dos tipos de Muchkin y comprobar la jugabilidad. También me apetece echarle un ojo al Muchkin Zombi. ¡Seguro que estará entretenido! ¡Además con Nando puede ser una salvajada! 


Voy a recomendaros el último libro de Miguel Noguera: "Ser madre hoy". Viene con un dvd del Ultrashow. 
¡Realmente bueno! La historia del alemán y la medusa que aparece en el dvd no tiene desperdicio. Puse el dvd en casa de mi madre para presentar a Miguel en sociedad y la respuesta fue escandalosamente negativa. Mi padre no entendía nada y entre algún que otro improperio se sumió en un profundo letargo. Mi cuñado movía la cabeza y dirigía los comentarios negativos hacia mi persona. ¡Recibimos Miguel y yo! ¡En ese momento me sentí parte del Ultrashow! Mi hermana se esforzaba porque reconocía fugazmente la genialidad. Posiblemente no había cumplido con el tiempo mínimo de aclimatación y se le hacía difícil cazar las truchas al vuelo. Al menos puso intención. Mi mujer optó por la vía fácil y huyo sin vacilar, sin darle ninguna oportunidad al bueno de Miguel, lanzando un mensaje públicamente.
Finalmente tuve que ceder y acabar con la función, la gente es mucho más feliz sin retos que necesiten cambiar el punto de vista. No hablo de inteligencia sino de punto de vista.



En esta línea surrealista, cuando entro en contacto con Noguera (alterno Miguel por Noguera en un ejercicio de corrección expresiva para no caer en la repetición del complemento de forma constante y también por la proximidad empática que le tengo y que en un momento determinado me hizo saber que no estaba solo ) me da por pensar de forma natural y compulsiva ideas que pasan a tu lado como balas perdidas en un tiroteo. Un día captas una de esas ideas y cambia tu percepción, ahora son moscas y ¡puedes intentar coger una! Miguel tiene esa percepción que se encuentra en lo cotidiano y que muchos nos hemos de esforzar por captar.
Yo he cazado una mosca. La mosca se titula:

LA TÍA.
Tengo un amigo muy majete que se casó con una chica muy maja. Son unos amigos muy majos (es un adjetivo poco agradable como cuando te preguntan por la apariencia de un bebé y te dicen que es simpático. ¡Joder! ¡Es feo! ¡Un bebé no es simpático!). Bueno, este buen amigo mío tiene la extraña manía de utilizar a la tía de su mujer como excusa para no quedar "No puedo es el cumpleaños de la tía". Utiliza la excusa con frecuencia sin pensar en ello. Un plan más elaborado podría ser tener una lista de excusas e intentar que no se repitieran con asiduidad. 
Un día, en una fiesta de mi amigo el majete, coincidimos con la tía. ¡Hostia! ¡Está decrépita! Es un saco arrugado en una especie de butaca. Viste de negro y es una mujer muy endeble. No puede moverse y la alimentan con una sonda. Preguntamos la edad en un ejercicio sorpresivo del tipo " ¡Joder tendría que estar muerta! Mi amigo responde que tiene 700 años. ¡Mi amigo no mentía! ¡No era una excusa! ¡La señora cumple tantos años como veces va al lavabo!
No te llama la atención que tenga 700 años, ¡te importa una mierda! Lo importante es que tu amigo es leal, no es un rastrero que te evita. La cifra es un dato sin importancia que no afecta a tu vida. ¡Joder! ¡Y la puta vieja es inmortal!  
Tu mujer te comenta a la oreja "¡Es imposible!" y tu le respondes que no que tu en el fondo, en lo más recóndito de tu ser sabías que ¡era verdad! ¡Tu amigo no era un Judas y su excusa era cierta!
Se crea ese conflicto muy claro, un niño lo captaría y tu estas obcecado con esa fina ancla que te llena, que te satisface.
En verdad esto pasa constantemente con los seguidores del Barça y el Madrid. No ven lo evidente, ese dato no les interesa, no es cierto. Obvian para ser felices.

2 comentarios:

  1. Fue una mala noche, respecto al munchkin digo. Otro dia sera. Y Nuria triunfo con la maldicion..., gran partida.
    Como se te ocurre ponerles el dvd, me hubiera gustado verles la cara, jajajaja tenia que ser buenisimo.

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  2. Veo que Nuria sigue por los mismos derroteros, como quien no quiere la cosa mientras los demás se pican , se discuten, y en consecuencia se distraen, (como mola todo eso) ella va y como quien no quiere la cosa aprovecha para ganar!
    Estoy de acuerdo con lo que dice sergi, verles la cara hubiera sido genial, y eso que yo no lo he visto!
    Para otra vez te preparas una webcam escondida y los grabas.

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