¡DOMINION ZOMBI!

Noche intensa de Dominion. Una marathon de cartas inacabables, de combinaciones infinitas y estrategias varias. Con todo, los ganadores fueron de forma alterna, más o menos, Núria y Sergi. Ángel y yo jugamos ¡a verlas pasar! Nuestro mayor logro fue decir "¡Foso!" en alguna ocasión para evitar los ataques continuos de la Milicia o el Ladrón. 

Sergi, el hombre de los Festivales, dio guerra y tubo un par de partidas dignas. En la primera arrasó sin piedad jactándose con la mirada  (él no se mofa se jacta).

Núria la mujer intratable. Combina, aparentemente, sin estrategia alguna pero consigue sustanciosas cantidades de dinero de esas combinaciones y sin hacer ruido monta un Dominio invencible.

Ángel el hombre despistado. Hubo una partida en que se puso a comprar todo tipo de cartas que combinaba perfectamente de forma piramidal en un ejercicio de dominio del juego y potenciando sus recursos a niveles impecables. ¡Qué pena que olvidara que para ganar hay que comprar territorio (un pequeño fallo de novato de esos que Sergi no perdona)!

Julito el de siempre, compite pero no gana. Se queda a dos puntos pero pierde, vamos,¡ el eterno perdedor!

No ganó ni haciendo trampas y os aseguro ¡qué las hizo! Yo lo vi.

Esta velada sirvió también para presentar en sociedad el escudo del Capitán América (dedicaremos una entrada a su elaboración). 

Causó furor y Sergi comentó que solo faltaba la Katana para evitar el holocausto zombi. Sergi no debe preocuparse mucho por ese tema, los zombis han de moverse de forma muy errática para llegar ¡a Sant Cebrià de Vallalta!  Sergi (el amo del calabozo) repite tanto lo de los Zombis que al final se hará realidad. Seria un mal momento para que los muertos se levantaran en plan chungo, la razón es simple, ¡no tenemos a Nando en nuestras filas! Ya sabéis Sergi y su Katana, Ángel y sus dragones (¡mataría zombis a dragonazos ya que en su casa tiene un arsenal!) y yo y mi escudo del Capi marcaríamos la diferencia. ¡Nando acabaría con la guerra con sus manos desnudas, su pelo al viento y su piel tostada por el sol de sas illas! ¡Hostia!  ¡Voy ha hacer un poema!

¡Todo terminó!

Un calvo atlético en un paisaje frío y eterno

que se extiende hasta el horizonte. 

La belleza de esos seres sin vida caminando en comunión

mientras las manos, antaño herramientas de inspiración,

tiñen de rojo un asfalto sin color.

Entre tantas hojas mustias y cadáveres desmembrados

 hay un paisaje bello, herido por el llanto. 

El llanto de aquellos que ven como sus seres amados

son por aquel calvo verdugo mutilados.

¿Por qué?

¿Por qué?

Se  pregunta nuestro calvo con los ojos llenos de fuego.

En la nieve una Katana ensangrentada,

Dragones incrustados en cráneos ya sin vida,

y al fondo, en unas solitarias escaleras, yace un escudo,

un escudo romo de recuerdos ya olvidados.

Los cuerpos yacen inertes,

las manos que lo tocaron,

los ojos que lo miraron,

la gente que lo quería.

Recuerda los ojos llenos de vida,

las risas y las vivencias,

las almas con corazón,

y entonces se da  cuenta,

¡Todo terminó!

El camino que le aguarda está sembrado de espinas,

pero parte con ventaja ya nadie le espera en casa..

Ya nada le retiene y puede desatar su ira.

Aquello que conocía se acabó,
solo le espera el silencio pues...
¡Todo terminó!

Ya no hay Díos solo infierno,

ya no hay vida solo eco.

Con un perro a su lado, solo le queda determinación,

¡preparaos cuerpos sin vida!, para vosotros...

¡Todo terminó!

(Dedicado a mis amigos jugones. ¡ Todos sabéis que él sería el último en morir!)

La segunda gran presentación fueron los surtidos de helados con sabor a ¡chuches! ¡Sí amigos! Helado de chicle, helado de nubes y helado de drácula. Núria no se atrevió a mancillar su estomago con semejante mejunje y le cedió el plato a Mar que repitió.

Sergi renunció, también, a la delicatessen y hizo algún comentario despectivo sobre la textura y el sabor.

Ángel y yo hicimos de tripas corazón y disfrutamos de tamaña cantidad de sabores de calidad. ¡Un postre no apto para sibaritas!

Si Nando hubiera estado aquí seguro que hubiera repetido. ¡El helado de nubes tenía tropezones! (En el supuesto de una invasión zombi este sustento asegura los nutrientes necesarios para sobrevivir).

Acabamos la noche criticando de manera poco constructiva el bajo nivel cultural de cierta gente que existe de verdad y que no solo salen en las películas de Torrente (¿Será que ya ha empezado la invasión?). Sé que nosotros no somos lumbreras pero llegamos a unos mínimos discutibles, aunque haya algunos que no diferencien el Evo del Cyclades o que llamen a Magneto, Cubo Rojo.

 

Voy a recomendar dos cómics que me han gustado bastante: American Vampire: Selección Natural. Una historia de vampiros y nazis muy entretenida y con un dibujo muy bueno de Sean Murphy.

El otro cómic es el tercer tomo del Green Lantern de Jeff Geons. Aparecen los Red Lanterns que son acojonantes y el dibujo de Ivan Reis es espectacular!

¿A QUÉ MOLA?