martes, 4 de julio de 2023

¡SE NOS VEN LAS COSTURAS!

Perdonen, los cultistas disléxicos, por utilizar este juego de palabras en la siguiente frase " Jugar a Zombicide exhibe las costuras de todos ustedes". Con esto del cachondeo, del troleo y lo de leer como el culo, en general, se nos están viendo las costuras por todas partes. Y se nos ven las costuras en tres aspectos: uno, que no está mal escrito! Lo que pasa es que no leemos bien y punto; Dos, que los viernes después de toda la semana, no estamos ni para un parchís. El tercer punto es el clave pues genera los otros dos, así que, vamos a analizarlo: tenemos un problema de expectativas.

NivelazoCuando mi amigo Chechi 'el amado líder' emite opiniones, lo escuchamos en la mesa de juego y no pasa nada, pero lo ha dicho Chechi. Eso tiene un valor. Después el tipo monta mal el escenario porque está en todo. Tiene el reglamento, monta el escenario, coloca las fichas, organiza las miniaturas...¿Y los demás? Los demás con sus chistes y anécdotas, con sus chascarrillos y sus historias. Y que conste que no he escrito nombres, solo me faltaría a mi, acusar a algun angelito.  ¡Si es que estamos en la parra!

Houston, tenemos un problema. Hace unos años publiqué una entrada en este mismo blog quejándome de la actitud de algunos. Hoy voy a hablaros de las expectativas de esos mismos. Compramos juegos de 4-5 horas que necesitan de 2-3 tardes para prepararlos. Más otras cuantas partidas para dominarlos. Aún así y acumulando más de 6 o 7 juegos con esas características, seguimos con las expectativas de que vamos a jugarlos y a disfrutarlos. Planteamientos bajo presión ya que ha habido un desembolso económico y encima las temáticas molan. Pero una vez más las expectativas nos traicionan. ¿Cuándo vamos a entender que tenemos pocas horas para jugar, que no somos compañeros de piso y que más allà de poder hacer todo lo que nuestros cerebros por separado piensan, la realidad es la que es?  Amigos juguemos un StoneAge, un amigable BloodBowl de cartas, volvamos a la senda y no perdamos el camino. Disfrutemos del momento. Sin presión.

El quinto elemento. Más allá de ser una película que no supe disfrutar, el quinto elemento hace referencia a ese jugador que aparece en un momento determinado, en un montón de grupos de juego y obliga a los diseñadores a crear la mítica expansión del quinto jugador. ¡Lo diseñé para cinco, pero pense en meter una expansión! El engorroso quinto elemento, que vamos a decir del número que inutiliza a los clásicos, el número que desdeña media ludoteca, el número que rima de forma obscena. Pues ahí está y hay que joderse.

Perros viejos. Después de tanto tiempo jugando, hemos visto de todo y ya no estamos preparados o no tenemos ganas de segun que. A riesgo de ofender, todos tenemos gustos diferentes y queremos satisfacernos a nosotros mismos por encima de los demás. El egoismo lúdico hace acto de presencia en el grupo y lo toleramos porqué nos facilita la vida. Porque tomar decisiones no es lo nuestro, porque es más fácil ser sibilino que organizar. ¿A qué jugamos? ¡Qué pregunta más hiriente! Y además de dificil solución. Yo siempre apuesto, de forma cobarde, por "¡Lo que diga el amado líder!". He acuñado esta frase que me libera de cualquier decisión y me devuelve a la zona de confort, donde sigo sobreviviendo después de más de 10 años. ¿Alguien le ha preguntado alguna vez a Núria si quiere jugar a algo en concreto? 

Futuro incierto. El futuro nos depara más de lo mismo. Incerteza, decisiones salomónicas, esfuerzos titánicos para jugar a segun que. No os quepa la menor duda amiguetes, si esto representa tanta jodienda es que, realmente, somos amigos. ¿A quién le ibas a aguantar una tarde de segun que juego? No pronuncio nombres de juegos para no desahauciarlos. ¡Qué cosa! ¡Así soy yo! Un juego es un poco como un hijo, si hablas mal de él, el padre no se lo toma bien. Por eso hay que ser delicado.

Jugar o compartir. A estas alturas creo que quedamos más para compartir que para jugar. Por eso se hacen ciertos sacrificios. ¿Lo habíais pensado? Yo sí, tengo más ganas de veros que de jugar. Pero si encima es para jugar, la formula es casi perfecta. Por eso a unos les pido más relajación y a otros más atención. Pero no cambieis, la esencia es lo que cuenta. Tenemos un quinto elemento, ¡Cuantos grupos lo querrían! Tenemos a un líder poco común, recio, firme y a la vez comprensivo. Tenemos una madre que nos deja ganar cuando le place, que nos ve como a niños y en el fondo disfruta de cada momento. Tenemos a uno con deficit de algo, no lo tenemos claro, pero cuando puede echa una mano, ¡y menuda es! Y después está el cronista, piensa cada palabra y la escoge con cuidado y aún así ofende. ¡Espero que nos toleremos aún más tiempo Cultistas disléxicos! 

Gran partida. Toda esta entrada por una partida de Zombicide. No hay manera de hacer una partida normal. Siempre estamos desconcentrados, tomamos malas decisiones, hay efecto líder... Vamos que jugar siempre provoca momentos hilarantes, discusiónes, fallos, muertes por doquier, tiradas muy malas y otras épicas. Y cuando acabamos siempre hay ganas de más.  Tenemos suerte de que el amado líder nos tutoriza todos los turnos y nos ayuda a no morir. ¡Es el único que el viernes es persona!



No hay comentarios:

Publicar un comentario