sábado, 2 de noviembre de 2019

LA ILUSIÓN DE UN NIÑO Y EL INTENTO DE FUSIÓN!


Un habitante de la superficie no habría notado su presencia a un paso de distancia, pero David era un cazador experimentado. Hacia tiempo que perseguía a su presa, debía cazar al monstruo para poder entrar en la Real Sociedad Monstruológica y para hacerlo aquel espécimen era perfecto. Las pisadas del dragón eran demasiado leves para ser oídas. David portaba una buena armadura, lo protegería del fuego y de sus garras. Aquella armadura era una segunda piel que se ondulaba al compás de sus movimientos.


¡ME GUSTA MÁS ESTA PROPUESTA DE ILUSTRACIÓN!
El Dragón avanzaba al trote, con un paso elástico y pesado a la vez. Sus escamas parecían vivas como flotando sobre aquel gigantesco cuerpo. Los Dragones subterráneos se esconden en cavernas y son muy difíciles de cazar. Pero aunque son de sangre fría la capacidad de generar una poderosa combustión, dejaba un rastro de calor residual. Por lo tanto era fácil seguirlo mientras siguiera un camino más o menos previsible.


David recordaba con toda claridad la excitación de la caza, cada vez que salía a capturar a una de esas poderosas criaturas. Poder cazarlas era gratificante comparado con la fútil existencia en la sociedad civilizada.

Agazapado en las sombras, el cazador esgrimía una sonrisa de confianza. El Dragón pasó cerca y fue en ese momento que comenzó la ofensiva. Con los movimientos básicos que había aprendido de su maestro cazador se movió con velocidad y se situó ante la bestia. El Dragón infló su pecho y se dispuso a escupir fuego infernal. David se movió con celeridad y sacó la cerbatana con los tranquilizantes. Sopló mientras se movía de forma horizontal buscando la obertura de la boca del montruo, la parte tierna de aquel tanque reptiliano. El ataque se coló con éxito al mismo tiempo que la combustión surgía efecto. La luz azul y caliente golpeó a nuestro protagonista en plena armadura y retrocedió hasta la pared de la caverna. Aturdido el Dragón se dió la vuelta y golpeó al cazador con la cola, el golpe en el pecho fue tremendo y aún con la armadura, David cayó de bruces. No aguantaría otro ataque así que se quedó paralizado intentando no tropezar con aquel mastodonte que se movía de forma acompasada víctima de los efectos de la alta dosis de ketamina. Finalmente se tambaleó y cayó indefenso. 


Aquella criatura majestuosa seria del agrado de aquellos a los que David ovacionaba. Ser miembro de la Sociedad Monstruológica era su sueño y lucharía por conseguirlo. Atrás quedaban aquellos años en los que, por su inexperiencia, había perdido amigos,  compañeros. Ahora era su momento, tenía un Leviatán, una familia de Guls y ahora un Dragón. Pronto llegaría el momento de presentar su colección de monstruos.


En este nuevo juego del creador de MAGIC, Richard Garfiel, nuestro objetivo es conseguir una colección de monstruos lo suficientemente suculenta para poder entrar en el oscuro y selecto grupo de la Real Sociedad Monstruológica. Para ello, durante cuatro temporadas deberemos visitar diferentes territorios (tierras) y dar caza a la más grotescas criaturas.
TABLERO PERSONAL
En este juego impera la mecánica de draft. Pasas una carta al jugador de la derecha o de la izquierda (en función de la temporada) y decides jugar la carta o reservarla. Puedes jugar tierras (cavernas, profundidades, tierras del sueño...), cada tierra tiene una capacidad (marcada con un número del 1 al 3) y en ella se pueden jugar monstruos. Se pueden jugar personajes que ponteciarán tu juego, reservar objetivos que te darán puntos al final de la partida y jugar eventos de beneficios inmediatos...Cuando hablamos de reservar una carta puede que lo hagamos porque no tenemos suficiente dinero o porque aún no tenemos suficiente capacidad de tierra sobre la mesa. Pero la mejor de las opciones es reservar una carta para que no la tenga el vecino y ahí empieza la poca interacción que tiene el juego pero que puede condicionar algunas jugadas.



El dinero, los fondos, el presupuesto de cada cazador es una de las bazas importantes del juego. Quedarte sin pasta es relativamente fácil y conseguir dinero relativamente sencillo ya que existe un sistema de préstamo que te penaliza al final de la partida con puntos negativos. Contratar personajes suele costar muchas monedas pero donde realmente acabamos invirtiendo es en la reserva de cartas que siempre nos costará 1 moneda.


Nuestra estrategia se construye con las cartas que vamos viendo cuando hacemos el draft y que nos da una información valiosa de lo que hay sobre la mesa. La siguiente estrategia es decidir si vas a ir a todo o si vas a ser selectivo y dedicarte sólo a unas cuantas tierras. Elijas lo que elijas no te asegura la victoria porque, como en la mayoría de juegos, el azar y la suerte hace acto de presencia. No sabremos que cartas eligiran nuestros compañeros y tampoco sabemos que cartas nos aguardan en las siguientes temporadas.


Especial mención a las ilustraciones de las cartas de criatura y tierras, son realmente chulas. La participación de varios artistas ha creado un elenco de criaturas fascinantes. Además las criaturas pueden tener en su ilustración algún icono de ventaja cuando las cazas como por ejemplo robar una carta del mazo principal y jugarla directamente sin coste alguno. Hay criaturas que muerden, son peligrosas y debemos tener unas jaulas preparadas para su captura. Al final de la ronda se lanzan los dados de jaula y si el resultado no cubre los iconos de dientes que aparecen en las cartas debes pagar monedas. Con las cartas de eventos se pueden conseguir jaulas para poder evitar mordiscos y algún personaje te puede ayudar a evitarlos.


De igual manera todas las cartas que hemos ido reservando se pueden ir jugando en rondas posteriores, pudiéndo jugar varias cartas en el mismo turno. De una forma u otra, al final de la cuarta temporada se hace un recuento de puntos (monstruos, capturados, objetivos, monedas, jaulas...). El ganador será aceptado en la Real Sociedad Monstruológica.

Un juego muy divertido y adictivo que te deja con ganas de más y crea un pique de narices. Se juega rápido y se aprende en un santiamén. Hay tantas cartas que la rejugabilidad está garantizada. Lo hemos jugado a 5 y escala perfecto. Estoy convencido que ha de ser un juego de segundo plato de esos que acaba una sesión de juegos con muy buen sabor de boca. Puede también que forme parte de una tarde de fillers para jugar con toda la familia. Una buena opción para iniciados y una buena propuesta para llevar bajo el brazo. ¡Pero atención! El juego trae una maldición, ¡aquel que lo compra no ganará ninguna partida! David ha sido la víctima de esta maldición y deberá esforzarse ¡para romperla!
¡FUSIÓN!
Jugar con Ángel siempre es divertido y nos deja momentos importantes como el intento de fusión. Si llega a salir bien ¡triunfamos!

¡OH MAMA!

Quiero comentar otro momento estelar donde David se emocionó en demasía al poder tener en sus manos un monstruo de nivel superior que podía cazar. La ilusión infantil del pequeño David me emocionó. Cuando vi la imagen con esa imaginación, esa ilusión, ese momento, donde nuestro amigo viajó a un mundo mágico y antiguo lleno de monstruos, cuando vi la imagen me emocioné. ¡Valorad vosotros mismos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario