Quedamos para cenar y echar unas partidas. Los invitados: Ángel (manos rápidas), Marta (¡Da más pena que el gato de Shreck!), Núria (¡Si me la haces me la pagas!), Segi (¿En este juego no matas monstruos?), Nando (¡Me lo estoy pasando pipa!) y Julito (¡Fuiste una mala persona!).
La cena bien, unas risas, nos pasamos con Julito, comimos como cerdos... Nando llegó tarde por problemas familiares y nos disponíamos a jugar cuando...
Ding! Dong!
-¡Llega Nando!- dijeron las chicas.
-¡ Rápido Juli enciende el horno!
El miedo se apoderó de todos nosotros. ¡Nando había llegado y no había comida! ¡Joder que puto fallo! Si viene con hambre estamos muertos. Calma, hay que pensar y actuar con rapidez. Mientras Julito encendía el horno las chicas ponían la mesa, entonces hizo acto de presencia.
-¡Hola Nando! ¿Como estás?
Los demás esperábamos una respuesta socialmente adecuada, pero no. Esto es lo que pasó a continuación...
- ¡Os he estado llamando! ¿No cogéis el puto móvil o qué?
¡Nooooo! ¡Viene cabreado muy cabreado! No sabíamos que responder, cualquier respuesta errónea podía ser motivo de una carnicería. Yo miré a Ángel y a Sergi. La solución estaba clara, teníamos que calmarlo con comida. Miramos hacia la puerta de la cocina y como dos ángeles aparecieron Núria i Marta. Una llevaba una
pizza i la otra un panini. ¡Bien! Estamos salvados pensamos inocentemente.
-¿Qué te apetece Nando?-dijeron con cara de bobaliconas.
¡Ya he cenado coño!-respondió la bestia con los ojos inyectados en sangre mientras debía de pensar que éramos unos ineptos.
¡Vamos a jugar!-exclamó alguien pensando con una velocidad brutal.
Entonces disolvimos el grupo y nos dirigimos como quien no quiere la cosa hasta la mesa. Nando al no tener objetivos fijos sobre los que volcar su ira imito el comportamiento de la manada y se sentó a jugar mucho más sosegado.
¡BANG!
Juego de cartas entretenido. Diversos personajes que hemos de dispararnos entre nosotros hasta conseguir la victoria. Empezamos y Núria se elimina en seguida. La partida transcurre con normalidad hasta que Ferran se hace con la !Dinamita! Su sonrisa de oreja a oreja y los ojos abiertos como platos.
-¡Qué puedes morir!- le dice Ángel.
-¡Como mola!-responde Nando ajeno al peligro que ha empezado a activar.
Nada, dinamita, muere Ángel de un disparo y nos quedamos sin cartas.
-¡Ya las mezclo yo!-comenta Ángel.
Como un loco y sin mirar empieza a mezclar los personajes con lo bangs i las demás cartas. ¡Estaba desatado!
Empezamos a robar. ¡Coño! ¡Esto es un personaje! ¿Quién ha mezclado las cartas?
-¡A mi no me miréis! ¡Yo no he sido!-dice Ángel indignado.
Los demás lo miramos como un caso perdido. ¡Será mentiroso y manipulador!. ¿Si la has cagado la has cagado!
Nando en un momento de debilidad mata al Sheriff (Marta) y le da sin querer la victoria a los forajidos.
La segunda partida fue igual de emocionante.
CIUDADELAS
Bien, entretenido emocionante i como le gusta a Nando y a Núria, un juego para putear. Todo iba bien, la peña construía, íbamos
- ¡Es que vosotros jugáis a vuestra bola!- nos increpaba a mi y a Ángel.
Nosotros lo miramos a él y a su cicatriz en forma de circulo fruto de un juego de categoría hecho a su medida y que responde perfectamente a la cantidad de adrenalina que produce al día, la ruleta rusa. Mejor agachamos la cabeza y seguimos a lo nuestro.
Fue entonces cuando me fije en Sergi. La peña lo puteaba y no le dejaba jugar. Lo asesinaban constantemente y no podía construir como el quería.
- ¡Este juego es una mierda!- se quejaba por la impotencia.
Pero yo sabía la verdad. Su mente no estaba con nosotros. Sergi se encontraba a kilómetros de allí, estaba con el pelotón Delta. Su misión: ¡Eliminar a los Locust!
Sergi no se conforma con asesinar a ladrones, condotieros o mercaderes, el quiere que corra la sangre! Necesita que luchemos espalda con espalda, cuerpo a cuerpo, necesita sentir el miedo en su nuca y compartir esa sensación con el resto del grupo. ¡El Ciudadelas a la hoguera! ¡Próxima parada: Gears of War!
¡Preparaos mental y físicamente( tu no Nando)! ¡La próxima noche Friky va a ser el infierno!
Los ojos de Sergi me miraron y entonces comprendí que la próxima vez que quedemos puede que nadie salga con vida!
Mencion especial a Marta, el lobo vestido de cordero (o gato de Shreck).
Julian deberas fustigarte para redimirte de tus pecados.
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