Hace algunos meses, Armitage y sus colegas detuvieron a un horror desatado que iba a destruir Dunwich, una apartada ciudad que se encuentra a varias horas de Arkham, hacia el noroeste. Al principio pensámos que aquella bestia era un oso rabioso o algo peor, peo la descripción que hace el profesor de la criatura describe algo muy distinto.
Todo comenzó cuando un hombre llamadao Wilbur Whateley entró en la biblioteca Orne en busca de la traducción al latín de Olaus Wormius de un libro llamado el Necronomicón. Wilbur ua poseía una ajada traducción al inglés del Dr. John Dee, pero no le bastaba para sus propósitos. Armitage le prohibió el acceso, pues temía el posible uso que pudiera darle al libro ese extraño hombre. Whateley volvió en secreto, con la esperanza de poder robar el libro, pero fue atacado por un sabueso guardián de la universidad. Más tarde, Armitage, rice y Morgan descubrieron el cuerpo de Whateley. Una descripción del cadáver semiantropomórfico y cubierto de pelaje, con una piel coriácea y tentáculos de un color gris verdoso nos hace custionarnos si Whateley era humano realmente.
Mis colegas y yo tratamos de olvidar toda esa odisea rápidamente. Pero parece que las cosas no se han resuelto por completo. Os contaré el resto más tarde, pero ahora, es fundamental que nos hagamos con esa copia del Necronomicón. Si mi instinto no me falla, los agresores con los que nos hemos encontrado lo estarán buscando.
Armitage, después de todo lo que ocurrió, no se sentía seguro guardándolo en la biblioteca, así que se lo llevó a su buen amigo Harold Walsted. Es el actual conservador del Museo Miskatonic. Pensó que estaría seguro en la sala restringida del museo, pero ahora ya no lo tiene tan claro.
Ahí es donde nosotros, debemos recuperarlo ¡a toda costa! Tengo el presentimiento enfermizo, un miedo terrible, una sensación horrible a lo que podrían hacer con los ritos que contienen esas páginas...
Como siempre la partida fue temáticamente espectacular. Sin querer desvelar nada de lo que pasa os aseguro que os enfrentaréis a un verdadero laberinto de peligros donde una bestia atroz os perseguirá una y otra vez. Esta será una misión donde la investigación volverá a ser crucial para superar la historia.
Es importante escoger el camino correcto que te ofrece la narrativa para hacerte con el Necronomicón, el libro maldito que no puede caer en manos ajenas. De todos los libros del mundo, puede que este sea el más infame, el libro de los muertos. Se trata de una recopilación de conjuros y rituales antiguos que piden decantar la balanza entre l bien y el mal. La locura y la muerte rodean a este ejemplar forrado en piel humana que entraña ¡más peligro que el bautizo de un gremlin!
No todos resistimos el terror y la locura de la partida. Ángel cayó fulminado bajo un conjuro de sueño atroz. El influjo fue tal que no pudo continuar la partida con normalidad y acabó, como podéis ver más arriba, postrado en el sofá, sufriendo fiebres altas, bajo control del esfínter, visiones atroces y delirios eróticos que mejor no comentamos.
Veremos que nos depara el siguiente capítulo. Puedo avanzaros que nos hicimos con el Necronomicón y puede que tenerlo en nuestro poder no sea del todo saludable. Esperaremos hasta la siguiente noche en la que nos sentaremos ante la mesa para afrontar los peligros que nos acechen
Mis colegas y yo tratamos de olvidar toda esa odisea rápidamente. Pero parece que las cosas no se han resuelto por completo. Os contaré el resto más tarde, pero ahora, es fundamental que nos hagamos con esa copia del Necronomicón. Si mi instinto no me falla, los agresores con los que nos hemos encontrado lo estarán buscando.
Armitage, después de todo lo que ocurrió, no se sentía seguro guardándolo en la biblioteca, así que se lo llevó a su buen amigo Harold Walsted. Es el actual conservador del Museo Miskatonic. Pensó que estaría seguro en la sala restringida del museo, pero ahora ya no lo tiene tan claro.
Como siempre la partida fue temáticamente espectacular. Sin querer desvelar nada de lo que pasa os aseguro que os enfrentaréis a un verdadero laberinto de peligros donde una bestia atroz os perseguirá una y otra vez. Esta será una misión donde la investigación volverá a ser crucial para superar la historia.
No todos resistimos el terror y la locura de la partida. Ángel cayó fulminado bajo un conjuro de sueño atroz. El influjo fue tal que no pudo continuar la partida con normalidad y acabó, como podéis ver más arriba, postrado en el sofá, sufriendo fiebres altas, bajo control del esfínter, visiones atroces y delirios eróticos que mejor no comentamos.
¡EL CONJURO HACIENDO EFECTO! |
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