¡LA NOCHE DEL MEGALÓMANO!

A lo largo de los años, muchos documentales ficticios han enfrentado a diferentes guerreros de diferentes épocas solo para ver cual de ellos era más diestro con las armas. Había llegado el momento de que un juego de mesa enfrentara a 4 civilizaciones diferentes pero no al nivel bélico que seguramente hubiera gustado a más de uno. El enfrentamiento entre las civilizaciones se hace a un nivel más sibilino: hay que colonizar, estamos hablando de COLONOS DEL IMPERIO.

La historia de la que parte este juego es bien sencilla, 4 civilizaciones descubren un territorio y empiezan a colonizarlo a la vez. Pero el territorio se va haciendo pequeño y claro las 4 civilizaciones entran en conflicto. ¿Cómo podemos expandir nuestro territorio si los vecinos de al lado interfieren? ¡Ante esta posibilidad la guerra es una opción!

IMPERIO BÁRBARO

Pero vamos a hablar de las 4 civilizaciones. Romanos, Egipcios, Bárbaros y Japoneses. Cada uno con sus dibujitos y sus diseños, cada uno ambientado para dar la talla sobre el tablero. En este juego de cartas las 4 civilizaciones se expanden por la mesa, cada carta puede ser un edificio y este ocupa espacio sobre la mesa. Más de una vez tube que mover mi imperio hacia la izquierda porqué Núria se expandía hacia mi de forma amenazadora. Chechi solo, en un lado de la mesa expandió su imperio y este solo limitaba con los recursos que iba retirando a medida que crecía. Por lo tanto he de decir que, al menos en la mesa de casa, el juego cumplía con su propuesta, ¡nos faltaba mesa! Y eso que solo éramos tres civilizaciones.

MESA JUSTITA

Todos los jugadores parten de un tablero personal que sirve para poder ordenar tu imperio. La primera fila de cartas son las de recursos, las segundas las de apoyo y las terceras las de acción. A través de solo cinco rondas debemos construir nuestro imperio pero en cada ronda podemos hacer acciones hasta que pasemos (construir cartas, intercambiar mepples por recursos, atacar, hacer una acción…). Cuando acabas una acción juega el siguiente jugador que hace una acción y pasa su turno. Una vez pasan todos, se pasa a la siguiente ronda y así hasta el final.

LOS RECURSOS

El juego es muy intuitivo y el reglamento es fácil de entender y explicar. Me recuerda al CIUDAD MACHIKORO, salvando las diferencias, porqué las cartas te dicen qué hacer en cada momento. Aún así cometimos un error que hizo que la partida se alargara y convirtió a Chechi en un villano melagómano.

Todos ven a Chechi como una persona respetable, una buena persona, pero la verdad es que no conocen al Chechi que se pone detrás del tablero. Ese Chechi es capaz de sujetar los dados con una fuerza inusitada, con carácter, con prepotencia. Es dificil para aquellos que no lo veis semana a semana creer que con las manos llenas de cartas y el poder de combarlas hasta el infinito, nuestro querido amigo se convierta en un ser despreciable.

¡ASÍ ES CHECHI CAMPS?

La verdad es que es un enfermo de psiquiatra. Imaginaos que con las cartas en su mano, todo lo que dice y piensa es grandioso. Su ego se dispara, se vuelve vanidoso y destaca por un marcado complejo de superioridad que lo hace insoportable. Antes Nando le paraba los pies, ejercía su violencia para crear esa barrera psíquica que bloqueaba a nuestro amigo, al mismo tiempo el calvo se desahogaba y matábamos dos pájaros de un tiro. Sin Nando el ególatra de Chechi pierde todos sus complejos, frustraciones y miedos y durante unas horas se vuelve un ser siniestro. El miedo a ser superado en una última ronda, activa su mecanismo de defensa y todas sus acciones son medidas y analizadas.

¡ASÍ SE VE ÉL!

Los megalómanos son individuos con mucho despliegue de actividad física. Escalan, corren, suben montañas y aparentan ser buenas personas. Su fuerza vital lo convierte, en las horas lúdicas, en un tirano, un malvado capaz de cualquier cosa para triunfar. ¡Los combos se hacen así y nadie osará cuestionarlo!

Lo único que no me gusta demasiado es que los megalómanos como Chechi son un peligro para la sociedad. Son una terrible amenaza para el sistema, sobretodo si manejan algún tipo de poder. A mayor poder; mayor daño pueden causar. No hay forma de controlar a un ser así.

¡DIOS NOS ASISTA!

Cuando acaba la jornada lúdica vuelve en sí. Se retrae y ese ser sin escrúpulos y que idolatra a Loki, príncipe de las mentiras, se aletarga hasta la próxima partida. Pero… ¿Qué pasara cuando su personalidad malvada quiera salir en sus otros aspectos de la vida? Quizás mejor no saberlo.

El error que cometimos hizo que Chechi tuviera en sus manos cartas para aburrir y recursos para jugar en un combo infinito. Desde fuera, nos asustamos, sus ojos inyectados en sangre, segregando saliva sin parar, turnos infinitos, análisis parálisis… Algo iba mal. Suerte que al final pudimos arreglar el error y poco a poco nuestro Chechi volvió. Ahora tengo miedo. No sé que puede hacer en este momento pero si se descontrol a que Dios nos ayude. No me gustaría ver de nuevo a la bestia desatada.

"No temerás los miedos de la noche, ni la flecha disparada de día, ni la peste que avanza en las tinieblas, ni la plaga que azota a pleno sol. Aunque caigan mil hombres a tu lado, y diez mil más a tu diestra, solo temerás al impío, al megalómano señor de las mentiras, Chechi el ejecutor, el espíritu de la venganza. Huye si puedes, escóndete en el infierno porque si sus combos te alcanzan, sufrirás el mayor de los castigos : la derrota lúdica"

Salmo 34 (67): Oración del creyente que repite con certeza, idolatrando al Megalómano.