lunes, 4 de noviembre de 2013

¿HABRÉ ERRADO?

Aún recuerdo con cariño los poemas que Mark Evanier escribía al principio de las historias de Groo, el bárbaro errante y vagabundo. Esa parodia de Conan de Sergio aragonés que nos hizo desternillarnos con su poca lógica y su violencia indescriptible. Esos secundarios de lujo como Rufferto ( el perro), el sabio , Chakaal o la propia hermana de Groo, no dejaban de tejer aventuras entretenidas, repletas del humor más absurdo. Groo era y es una oda al entretenimiento y a la simplicidad.
No puedo dejar de sentirme como Groo, lo intento y lo vuelvo a intentar. Pongo todo mi empeño y las cosa me van fatal  y por esa razón no puedo dejar de preguntarme, "¿Habré errado?" No tengo la respuesta pero la lógica me dice que si compras un juego, lo preparas y lo pones en práctica, deberías de tener una ligera ventaja sobre los demás jugadores. ¡Pues no! Aquí la lógica no se impone y los secundarios de lujo de mi vida son como los de Groo, más listos que el propio protagonista. Por esa y otras muchas razones no dejo de preguntarme, "¿Habré errado?" 


No sé dónde ni cuando pero al parecer, mis amiguetes han subido de nivel. Son superguerreros lúdicos que avanzan sin parar sobre el tablero de juego. Absorben reglamentos que entienden a la perfección y elaboran estrategias dignas del mejor emperador. Si los enviara al pasado ni Roma caería ni Leónidas hubiera sucumbido. ¡De peores situaciones han salido estos dos! Sólo me quedan los juegos colaborativos donde me sumo al grupo y intento aprender de situaciones inesperadas. La lógica ilógica de Sergi  y el trabajo silencioso de la hacedora. ¡Madre mía! ¿Dónde me he metido?

¿HABRÉ ERRADO?

A la buena de Dios,
quedaban cada viernes para jugar.
En la casa de Julito donde
todos querían ganar.

En relativa armonía,
conversaban y jugaban.
Todo iba increíblemente bien,
hasta que todo acababa.



A la buena de Dios,
Julito invertía riquezas y tiempo.
Pero no le cundía,
no acertaba, ¡ni queriendo!

Pero, ¿Qué le pasaba a nuestro amiguete?
Pues que preparaba juegos en un periquete,
invertía horas como el que más y
nunca conseguía ganar.

Tal era su frustración,
que no dormía sobre el colchón.
Soñaba que Sergi lo seguía,
con cartas potentes y varias guías.



Pero, ¿Cómo empezó todo?
Empezó con una de magos, como no.
El Seasons es fácil de jugar, 
pero en puntuación le lograron ¡doblar!

Julito hacía combos y lograba destacar
con jugadas elaboradas y peligrosas como el que más.
Pero Chechi transformaba esos ataques en caricias
y sacaba provecho con artimañas, más que dignas.

Núria a su bola, avanzaba con tesón,
era una rival digna y peligrosa.
Una contrincante preparada,
complicada y tediosa.



Julito tras sus cartas se escondía.
Aquello no pintaba bien. 
Sus ataques eran inocuos y su 
puntuación también.

Chechi sonreía sin parar  
y aquella era mala señal.
Su zona llena de cartas, de combos
y armas de pinta letal.

¿Son imparables sus compañeros?
Puede que sí. 
El destino dirá.
Pero tanto castigo ¡no parece normal!



Por eso Julito, no puede pensar.
Mira a sus compis, los ve disfrutar.
Y cuando todo acaba,
es el último en el track.

Por esa razón aún hay esperanza.
Sus amiguetes disfrutan y eso es suficiente.
Pero ganar es tan bonito que 
hay que probarlo, pero en caliente.

Por eso y por todo lo hablado,
Julito se pregunta:
¿Habré errado? 

Aparte de dejar esta crónica poética quería dejar constancia de la noche del viernes. Quedamos para cenar y acabamos jugando a LA RESISTENCIA. Éste juego de identidades cada vez me gusta más. Se creó el caos y la gente empezó a mentir de una manera muy bestia.


Parece que nos estemos preparando para pasar un interrogatorio de la CIA. Lo más preocupante es que mi hija de 8 años es una experta y es capaz de mentir a un nivel muy elevado. Tendré que empezar a prepararme para cuando sea adolescente.




2 comentarios:

  1. No te preocupes tanto que en navidades tendrás un respiro, ya sabes que conmigo llega el caos, y las cosas totalmente ilógicas, y ahí volverás a ganar posiciones, bueno... simplemente no quedarás último!
    Además sé realista, a tí lo que te mola es la preparación de los juegos, jugar y ganar también, claro! pero donde mas disfrutas es en ese lapso de tiempo mas o menos largo en el que te aislas de la realidad, y te sumerges en las instrucciones y en darle vueltas a la cabeza en cómo se acabarán desarrollando las cosas. Una vez realizado esa tarea, ver el resultado de tu trabajo en directo te motiva más que tu resultado particular en él mismo.
    Disfrutas viendo sus caras alegres mientras estan jugando, y su cara de satisfacción al final cuando ganan... bueno, esas quizás ya no te gustan tanto, pero acabas contento.
    Por cierto los poemas los escribía Mark Evanier siempre o también los hacía Sergio Aragonés? Qué buenos recuerdos el Groo, lo que me había reído con él.
    Saludos!

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  2. ¿Errar?
    ¿Por que?
    ¿Por no ganar tanto como Nuria? Nuria es agente entrenado por la CIA para invadir el mundo y esta practicando con nosotros para perfeccionar sus habilidades.
    ¿Porque?
    ¿Por pasar unas horillas interpretando que eres un pintor de renacimiento, un señor feudal governando su feudo, evolucionando tu especie de dinosaurio, construyendo moais, siendo el señor oscuro y puteando a tus compañeros, uniendo fuerzas a tus compis para sobrevir a los Cylons, volver a tener 20 años y intentar ser el mas vago del grupo?¿Y como no munchkeando?
    ¿Por que?
    ¿Por invertir horas en preparar un juego que los demas disfrutamos de tu explicacion cual niños oyendo un cuento de dragones y princesas? ¿De la emocion de estrenar un juego y que nos apasione con un 7W?

    Solo te dire que creo que NO.

    Ganar solo es una minuscula pieza de las muchas del puzzle que disfrutamos juntos (aunque nos falte algun que otro miembro).

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