Ante la duda, me acerqué a la estantería y comencé a pensar que juego podíamos coger para pasar l!a noche lúdica del viernes. La próxima entrada (la que escribo ahora) se me antojó importante porqué seria la número 70. Debíamos celebrarla escogiendo un juego de esos que hace tiempo que no ven mesa. A media altura vi una caja llamativa, un juego que aún no habíamos estrenado, el diseño de sus letras me llamó la atención. Su nombre REALMS. No es un juego en sí, es una especie de expansión para SMALLWORLD y SMALLWORLD: UNDERGROUND. En su día se la regalé a Núria porqué es un juego que le gusta bastante. No explicaré demasiadas cosas sobre SMALLWORLD pero sí os diré en que consiste esta expansión.
REALMS es una caja llena de piezas de mapa. La idea es que puedas construir tu propio tablero para SMALLWORLD. Basicamente jugamos a ser DIOS. Las piezas tienen dos caras una para su mundo de la superficie y otra para su mundo subterráneo. Se pueden combinar los dos mundos y por ende utilizar las razas de los dos juegos y sus expansiones. Esta expansión te ofrece la posibilidad de acceder de un mundo a otro a través de una piezas de túnel. El reglamento te ofrece mapas predeterminados con una serie de características, pero existe la posibilidad que crees tu propio mundo desde cero. El reglamento aconseja sobre el número de piezas que debes colocar en función del número de jugadores. La idea es que el mapa no sea demasiado grande y la partida sea competida, ya sabéis que nos demos de hostias por conquistar y no ser conquistados.
En ese aspecto fallé un poco. Construí el escenario número 1: ¡Mi tesoro!, y lo hice demasiado grande. El problema que tuvimos fue que teníamos mucho espacio para conquistar y muchas razas en declive aguantaban bastante sobre el tablero.
Es un juego divertido y la verdad es que lo pasamos bien. Las razas que se crearon fueron divertidas pero la que pilló Sergi fue devastadora. Unos putos Enanos excavadores que cada vez que conquistaban una mina ganaban un puto martillo de THOR que le ayudaba a conquistar utilizándolos como comodines de raza. Aún así pensé que nos ganaba de paliza (bueno en mi caso sí) pero Núria se quedo muy pero que muy cerca.
Después de un intenso paseo por los reinos escogimos un juego corto para acabar la noche, ¡VIVA EL REY! Sí ese juego entretenido y fácil de jugar en el que el tablero es un castillo de seis niveles y cada nivel representa un estamento de la sociedad medieval.
Encima hay 13 personajes de lo más variopinto que quieren ser rey o reina. Puede ser rey desde un cocinero, un caballero o ¡una ama de llaves! Cada jugador tiene un carta con los nombres de algunos personajes y tres cartas de voto NO y una de SÍ. El juego consiste en mover a los personajes (el que quiera cada jugador) una posición ascendente por turno, si llega al estamento real todos los jugadores votaran si coronarlo o no. En el momento que un personaje es coronado se acaba la primera de las 3 rondas de juego y cada jugador contabiliza los puntos que les otorgan los personajes de su carta. Si un personaje no es coronado se elimina del tablero y no dará ningún punto.
Ganó Sergi que últimamente tiene¡ la flor en el culo!
Aquí os dejo un chiste con el que me he reído bastante, ya sabéis la risa tonta imaginando la situación.
Un chico está en una discoteca y empieza a simular que lanza flechas a varias chicas. Una de ellas intrigada, sonríe, le mira y se acerca a él.
- Hola.
- Hola.
- He visto que me lanzabas una flecha.
- Sí, era para ti.
- ¿Eres Cupido y me estas lanzando flechas de amor?
- ¡No hombre no! ¡Soy Legolas matando Orcos! ¡Fea!
Como diria Ángel: "¡En peores plazas hemos toreao!"
¡ATENCIÓN! ¡LA FOTO DE ABAJO ES NANDO, NO CONFUNDIR CON CHICAS-ORCO!