¡ESTAMOS DE VUELTA!

Creo que ya es hora de volver a la carga. No sé si lo haré de forma muy regular, pero al menos intentaré relatar aquí, los momentos más épicos de mi grupo de juego. Hace más de un año que no he escrito ninguna entrada y en ese mismo tiempo hemos cambiado y mucho. Hoy voy a empezar poniéndome al día de como somos y que comporta jugar con nosotros en la actualidad. 

Angelito alias Tinderman

Angelito es el eterno romántico, o al menos eso le gustaría pensar. Su verdadera pasión es el Tinder, donde no deja de tener citas. Mientras sus amigos se sumergen en la estrategia de los juegos, él está más preocupado por su próximo "match". Su habilidad para coquetear es tan impresionante como su capacidad para perder en "Banda de castores". ¡Menudo fulijas es el colega! A menudo, sus historias de citas se convierten en el tema principal de conversación, lo que provoca risas y, a veces, envidias entre sus amigos (sobre todo de Parrita).

Angelito se ha convertido en un auténtico seguidor de este hobby e intenta que cada una de sus nuevas parejas entren en este mundillo. A veces se emociona tanto que pierde los papeles y no sabe cuál es su lugar en el grupo. De hecho, tiende a atacar, sin motivo aparente, a Chechitas (el amado líder), jodiéndole las estrategias sin obtener beneficio alguno.

Parrita alias el Saladito

Parrita es el alma del grupo. Siempre con una sonrisa en el rostro y una risa contagiosa, su energía es inagotable. Juega con una inconsciencia que a veces resulta frustrante para los demás, ya que su enfoque despreocupado puede llevar a decisiones inesperadas en los juegos. Es un auténtico dolor de muelas en los juegos colaborativos. No aconsejamos que nadie se sumerja con él en ningún mundo apocalíptico. La supervivencia en esas condiciones sería mínima.

Sin embargo, su optimismo y alegría son un bálsamo para las tensiones que pueden surgir, especialmente cuando Chechitas (el amado líder) se pone en plan "¡Solo puede quedar uno!" Con Angelito (el puto provocador). Parrita es la chispa que enciende la diversión, sin importar cuán competitivos se pongan los demás. ¡Además es el único del grupo que se ha metido algo saladito en la boca!

Chechitas alias el Amado Líder

Chechitas es el líder no oficial del grupo. Con su carácter cínico y su tendencia a infundir respeto, impone, de forma sibilina, sus reglas y decisiones sobre los demás que sin entendimiento ninguno obedecemos ciegamente como buenos acólitos. Aunque su carácter a veces puede ser abrumador (cuando Angelito lo jalea), sus amigos (nosotros) lo queremos porque, en el fondo, todos sabemos que su pasión por los juegos es genuina y que sin él no ganaríamos ni un maldito colaborativo.

Chechitas tiene un talento especial para encontrar fallos en las estrategias de los demás, lo que provoca tanto risas como frustraciones. Es analítico, perseverante, se anticipa dos o más turnos a cualquier problema y dirige con mano de hierro a las huestes infernales. Su presencia en el grupo es fundamental para mantener el equilibrio y para poner las cosas en su sitio. Su mirada de desaprobación es devastadora (el punto débil de Angelito).

Julito sin alias conocido

A medida que Julito creció, comenzó a reflexionar sobre sus acciones pasadas. Este proceso de autoevaluación fue crucial para su desarrollo personal. Julito entendió que el bullying (¡que no es verdad!) no solo afectaba a los demás, sino que también impactaba en su propia imagen y relaciones. Este reconocimiento le permitió adoptar una actitud más positiva y constructiva.

Su habilidad para hacer la pelota a Chechitas es legendaria; sabe cuándo es el momento de alabar sus decisiones y cuándo es mejor dejarlo en paz.

Julito ha aprendido a ser un amigo leal, brindando apoyo a sus compañeros en momentos difíciles, lo que refuerza el sentido de familia que siente hacia ellos. Normalmente, se pasa con todos menos con el amado líder.

Núria alias La Madre de Dragones

Una figura mítica en nuestro mundo de los juegos de mesa: Nuria, también conocida como "La Madre de Dragones". Es una jugadora tan extraordinaria que hace que todos los demás parezcan principiantes.

Dicen que Nuria no conoce la derrota. Cada vez que se sienta a jugar, ya puedes dar el juego por terminado. Es como si los dados, las cartas y las fichas se pusieran de acuerdo para hacerla ganar.

Nuria tiene un talento innato para gestionar recursos, mover piezas y tomar decisiones. Es como si tuviera una supercomputadora en la cabeza que calcula todas las posibilidades en cuestión de segundos.

Mientras los demás ríen y bromean, Nuria mantiene una cara de póker que haría envidia a un jugador profesional. ¿Las bromas? ¡Qué son las bromas cuando estás a punto de conquistar el mundo!

Si al talento natural de Nuria le sumamos la incompetencia de sus rivales, el resultado es una victoria aplastante. Es como ver a un equipo de fútbol profesional jugando contra niños de guardería.

Así que, si algún día te encuentras jugando contra Nuria, recuerda: no tienes ninguna posibilidad. Tal vez sería mejor dedicarse a otra cosa.

Bueno, hasta aquí las presentaciones. Volveremos, espero que pronto, por qué ¡hay mucho que relatar!