martes, 23 de julio de 2019

¡MALDITO REY AMARILLO!


La última de Chechi es de juzgado de guardia. El tipo se prepara el CTHULHU WARS durante la semana y no se le ocurre nada más, al jodio, que prepararse una de las facciones a tope. Se viene con todo el tinglado, reparte las facciones, se queda la más tocha y monta un teatrin de narices haciendo ver que tampoco domina tanto y consultando el reglamento una y otra vez. El puta se pilla la facción del rey amarillo con Hastur y empieza a darle al tema ante la mirada atónita de los demás que apenas seguíamos el orden de turno. ¡No le hacia sombra ni el propio Cthulhu!

¡ESTUDIANDO LOS GRIMORIOS!
Núria empezó a mosquearse porqué no solo no podía jugar con su facción sino que encima el amigo le hacia la vida imposible mientras dejaba ir unos "¡Es muy fácil!" ¡Era para matarlo! Podéis imaginar el tema, Chechi a lo suyo y los demás a lo nuestro. Se viene, encima, sin el material traducido pensándose que todos dominamos el idioma de Shakespeare. El tipo dominaba el tema y sobretodo su facción que se paseaba por la Tierra haciendo lo que le venía en gana.


Ante tal situación Núria mostró su desacuerdo. El juego esta roto o no se utiliza bien la facción de Chechi. ¡Con la iglesia hemos topado! Discutir con Chechi es casi llegar a las manos si tocarnos un pelo. Meterse en semejante berenjenal no es recomendable ni aunque seas campeón del mundo de artes marciales mixtas. Aquí os explico las leyes de Chechi:

1. Chechi siempre tiene razón.
2. En caso de no tenerla es inútil discutir con él porqué sigue teniendo razón.
3. Si se dan las dos primeras aseveraciones veras que los ojos se les ponen rojos.
4. Si se da el cambio físico es mejor que dejes de discutir.
5. Si no has dejado de discutir ya es demasiado tarde.
6. Descansa en paz.

¡SECTARIOS!
Ante las quejas de Núria sobre la traducción de any (cualquier/a), quiero romper una lanza a su favor. Chechi tenia un poder de facción (creo recordar) con el que al mover al Rey Amarillo, movía a cualquier miniatura que estuviera en su espacio. Esto era un cachondeo porqué el amigo movía a la vez un montón de miniaturas y se ahorraba un montón de puntos de acción. Núria defendía que cualquier/a se refería a uno sólo. David y yo, conocedores de las reglas de Chechi, decidimos no intervenir y cobardemente agachamos la cabeza ante el propietario del juego.


Quiero comentar que cuando alguien me dice "Tengo tanta hambre que comería en cualquier restaurante ", lo que quiere decir es que comería en uno de ellos y no en todos.  Otro ejemplo podría ser el siguiente, "Los participantes pueden escoger cualquiera de los premios disponibles". Entiendo que sólo pueden escoger un premio así que ahí dejo mi reflexión lingüística. Seguro que la traducción del ingles tiene no se qué connotaciones pero lo que parecía es que Chechi conducía un Ferrari y nosotros no. Esa diferencia fue la que marcó el juego ya que no pudimos jugar como nuestras facciones indicaban sino que jugamos en función de lo que hacia él.

¡ARRODIALLAOS!
Bueno aquí dejo un extracto de una conversación posterior con David para demostrar que la Innombrable no está loca.

¡BENDITO TROLEO!

Después de toda esta historia he de explicar que el que ganó la partida fui yo. Tenía Chechi tan embelesado al personal con su superioridad que pasé bastante desapercibido y sólo tuve que controlar que el amigo no se disparara de puntos. No fue fácil y si llego a tardar dos turnos más en tomar la decisión no lo cuento.


Yo lo pasé en grande. Me gusta el juego porque es fácil y en mesa queda de narices. Está a la altura del Heavy Kitters en lo que a componentes se refiere y se juega rápido. La verdad es que yo también pensé que Chechi iba sobrado ya que podía hacer lo que le viniera en gana porqué tenía un montón de puntos de acción que gastar. Aún así decidí intentar superarle, intentar ganarle. Creo que esta es la forma de poder afrontar las situaciones. Es verdad que no tuve demasiados conflictos con él y pude hacer mi juego. El tema de Núria o al menos sus sensaciones si que fueron más frustrantes.


Pero nadie dijo que fuera fácil, ni la vida rodeada de primigenios, ni las relaciones sociales. Hace un montón que jugamos juntos y cada cual tiene sus manías y sus defectos pero lo importante es que nos podemos trolear con respeto aunque el que más lo haga ¡sea yo!


¡Volveremos a jugar un Cthulhu Wars seguro! Lo que no tengo tan claro es si Núria estará, no por el juego en sí, sinó por la mala experiencia. 


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