Hola, os presento al Monstruo del desorden. No es que lo conozca profundamente, de hecho no lo he visto en mi vida pero ha estado en nuestro apartamento de vacaciones. No sé exactamente como funciona el tema, pero cada año, por el cumpleaños de mis hijos, aparecen en casa estos monstruos que vienen como a hacer bromas.
Veis la imagen de arriba ¿no? El tipo parece inocente, no ha roto nunca un plato, esos brazos cruzados, esos cuernos caídos, esa mirada perdida... Pues al amigo no se le ocurrió otra cosa que esconder los regalos de mis hijos Ona y Jan. Pero no fue suficiente con eso y desordenó bastante el apartamento, vamos que lo dejó ¡patas arriba! Os voy a relatar de forma gráfica qué pasó aquel 1 de agosto del 2018.
Mi mujer, mi hija Mar y yo, estuvimos preparando los regalos y decorando una poco el comedor para que los más enanos pudieran encontrar la fiesta de buena mañana. Lo primero que hicimos a la mañana siguiente fue despertarlos y entonces nos encontramos con el show, con el desorden, con la broma del monstruo de marras.
Fijaos en todo lo que el pequeño ser había llevado a cabo sin hacer el más mínimo ¡ruido! Había pasado una cuerda por todos lados que nos dificultaba el paso, se había llevado todos los regalos que habíamos dejado sobre la mesa, había desordenado todo y había tirado pinzas de la ropa por todo el comedor. Uno de sus crímenes más atroces que perpetró, fue esconder el mando de la tele y las llaves de casa. La puerta estaba cerrada y no podíamos salir ¡a comprar el pastel!
Entonces vimos las huellas del maldito monstruo. Estaban por todos lados, en las paredes, en el suelo, en lámparas, en armarios... ¡No lo podíamos permitir! ¡Teníamos que hacer alguna cosa!
¡Los detectives de monstruos nos pusimos a trabajar! Debíamos coger nuestro libro de monstruos e intentar reconocer a que monstruo pertenecía aquella huella y después informarnos de que le gustaba hacer.
Con más de una lagaña, conseguimos detectar a la criatura. Ahora solo teníamos que saber qué pie calzaba y con esa información podríamos encontrar los regalos.
¡Todo tenía sentido! Nos había hecho una buena broma con los regalos, teníamos claro que en algún momento debíamos mirar en armarios, ropa sucia... A falta de cables había hecho un buen enredo por toda la casa con una cuerda. Había intentado robar las pinzas y nos había escondido las llaves de la puerta de entrada porqué no le gustan las puertas cerradas con llave. Sólo esperábamos encontrar los regalos cerrados porqué si los había abierto se acababa la sorpresa.
Decidimos Armanos con nuestras versiones de equipo de detectives de monstruos: la cuerda milusos, la mantilla de Linux y la detectilinterna.
LA DETECTIVELINTERNA, LA CUERDA MILUSOS Y LA MANTITA DE LINUS QUE ONA YA LLEVA ENCIMA |
Si el monstruo aparecía, estábamos más que preparados para poder afrontar lo que pudiera pasar. Empezamos la búsqueda y como veréis a continuación en las fotografías fue una búsqueda ardua pero las recompensas llegaron.
Al final conseguimos recuperar todos los regalos. Fue una experiencia tan divertida que al final tuvimos que agradecer al Monstruo del Desorden y que nos ofreciera una mañana entretenida. Además no rompió ninguno de los regalos y se lo agradecemos.
¡MISIÓN CUMPLIDA! |
Ahora sólo quedaba rellenar nuestro informe en nuestras libretas personales de detectives y obtener las recompensas por haber superado el reto que el Monstruo nos había propuesto.
Esta ha sido nuestra tercera misión. Nos gustaría trabajar mucho más enfrentándonos a los diferentes monstruos que existen. De hecho ya llevamos tres experiencias satisfactorias y siempre lo pasamos bien. Hay tantos juegos a los que jugar y tantas propuestas lúdicas que parece que no tengamos más tiempo. Aún así parece que cada 1 de agosto o nos envían una misión o algún monstruo viene a visitarnos.
Lo peor de toda esta historia es que a mi hijo le regalamos el juego de la Liga de la Justicia y yo ¡¡¡lo quería para mí!!!
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