Cuando Chechi tiene el gusanillo, es por alguna cosa concreta. Hace algunas semanas que comenta, que deja caer una frase aquí otra allá y te orienta vilmente hacia una idea. Y es que en fiestas no hacemos otra cosa que estrenar y a veces echas de menos alguna experiencia lúdica pasada. Es en esos momentos, que el nostálgico de Chechi necesita recuperar a esa antigua "novia" de la que tiene un muy buen recuerdo.
Con el tema de la novia, me refiero a aquellos juegos buenos, buenos, finos, finos, aquellos que le sorprendieron, que son originales, que conllevan cierta estrategia y control, juegos donde la suerte tiene poco espacio y la táctica y el modo de jugar son los protagonistas. Esos juegos le gustan y ¡mucho! A parte, claro está, disfruta con los juegos donde los personajes obtienen un rol con misiones y han de luchar contra la adversidad. Además a Núria le encantan, es en éste terreno donde se muestra más competitiva y peligrosa y donde es capaz de desplegar un juego estratégico fulminante. De hecho son juegos hechos a su medida, en los que normalmente no tiene rival.
Entendí el mensaje a la perfección. Julito prepara uno de esos juegos, recupera una vieja gloria y haz feliz a tus compis de juego. Lo primero que pensé fue "busca uno que le guste a Chechi pero que al mismo tiempo les suponga una dificultar. Repasé las entradas una a una buscando ese juego que podría ser una trampa y que, al menos yo pudiera tener una pequeña posibilidad de victoria. La entrada nº 49 hablaba de el Puto Daltónico y entonces recordé y en ese recuerdo encontré una clave de seis letras: ¡FRESCO!
En esa entrada ya hago un pequeño resumen de las fases de juego. Hago una pequeña síntesis, somos maestros artesanos que debemos restaurar el fresco de una catedral, para eso debemos ordenar a nuestros trabajadores que deben hacer: ir a comprar pinturas, mezclar colores, hacer encargos, restaurar y hasta podemos enviarlos al teatro para que se motiven. Con éste juego descubrimos que Chechi era daltónico, ¡un puto daltónico!
Recupero aquí un apunte de lo que se dijo en esa entrada:
"Lo de Sergi si fue más interesante. Resulta que el amigo es daltónico, pero no un daltónico normal no. Este confunde el lila con el rosa (aunque las piezas sean de diferente tamaño). No quiero hacer sangre de una enfermedad pero es que el amigo no daba una ni con la chuleta de colores (obvio). Vamos a dejar este episodio en una simple anécdota que lo hace aún más raro de lo que es. Empiezo a pensar que si alguien tiene el gen X es él. ¡Puto Sergi! ¡El eslabón perdido de una nueva raza!"
Pienso igual que mi homólogo del pasado, el cual escribió ese fragmento con cierta gracia. Pero discrepo en lo de la sangre, creo que perdí un momento histórico para machacar al pobre Chechi y a su daltonismo. Esta vez Chechi fue más paciente y superó su daltonismo supliendolo con un enfoque basado en en el tamaño. Yo escogí éste juego para poder tener ventaja gracias a su limitación y va el tipo y se pilla la hoja de colores y aunque dio algún que otro gatillazo, no falló lo necesario para que éste fuera decisivo.
Sí he de comentar, honestamente, que el amigo nos enseñó una faceta a la que no nos tiene acostumbrados, a esta la llamaremos la fase de No Reacción, la Zombificación o El Estado latente. Yo personalmente me decanto por esta última. La explicación de tal estado tiene su origen en la pasividad lúdica del individuo en un juego en el que, a priori, domina todas las fases.
Ahora explicaré lo que pasó y de paso lo que le costó la partida. Sergi empezó a jugar aletargado, la sangre no le llegaba al cerebro y en algún momento creí ver como su alma viajaba astralmente dando paseos fugaces que le permitían al menos mover las fichas de juego. Se pasó las tres primeras rondas en ese estado preocupante en el que su track de puntuación no hizo ningún progreso. Hubo un momento en el que le sacaba 37 puntos de diferencia.
Es difícil ver esa desconexión en semejante ser, pero los misterios de la naturaleza son así y como más vale prevenir mi mente empezó a preguntarse: ¿Serán cambios fisiológicos? ¿Es una especie de transformación? ¿Mientras nos lee la mente está en ese estado? ¿Necesita relajarse de tal modo cuando viene a casa? ¿Qué coño le pasa?
El Estado Latente desapareció entonces, la baba que colgaba de la comisura de sus labios fue absorbida, sus ojos enfocaron el tablero y su cerebro empezó a recibir cantidades ingentes de oxígeno que lo reactivaron al instante. Había regresado.
Hay algunas máximas en nuestro grupo, "Nunca des a Sergi por muerto" y "Pase lo que pase hasta que Núria no juegue su último turno, aquí no ha ganado nadie". Y eso amigos es lo que pasó, Chechi reaccionó pero tarde, hizo una partida digna pero llegó a la última ronda sin opciones claras (cosa que yo no sabía). Núria hizo una última jugada magistral y ganó la partida dejando, una vez más su huella grabada en nuestros recuerdos lúdicos.
Chechi debía irse con una victoria, así que escogió el segundo juego, DOMINION. Y no sólo con eso se conformó, el puta busco una combinación de juego donde aparecían sus cartas favoritas, EL FESTIVAL y EL SALÓN DEL TRONO. Con esas dos cartas sobre la mesa Chechi es invencible, las combina con maestría y en cada turno consigue comprar doblando su poder.
Entre Chechi y DOMINION hay una relación estrecha, es un juego que le gusta (como otros) pero en éste disfruta mucho. Combina sus combos y mientras lo hace ves al niño que aún lleva dentro. No creo que en juegos de esta tipología llegue a entrar nunca en Estado Latente, su alma no tiene huevos de viajar en ese momento.
Creo que siguiendo la teoría anterior, Chechi podría obtener ¡la inmortalidad! ¿Qué está a punto de palmarla? Se saca el DOMINION y tema zanjado, su alma no se mueve. Hasta podría enfrentarse a la muerte para aguantar unos años más. Ya me lo imagino tangando a nuestra amiga calavera escogiendo esa combinación de cartas que a él le fueran bien. ¡Pobre Muerte! ¡Lo lleva claro! Sólo le pido a Sergi que si se da la situación ¡renegocie de paso nuestros contratos de vida!
No quería acabar esta entrada sin hacer hincapié en una pequeña conversación paralela que tubimos durante la noche. Comentaba con Núria qué juegos eran míos y cuales de ella. Resulta amiguetes que de cómics tengo a patadas pero lo que son juegos... el DESCENT y poca cosa más. Le he regalado más de la mitad de la ludoteca y en caso de divorcio me llevo el DESCENT, el PARCHÍS y la OCA.
De nuevo, en una tanda de ejercicios de relajación, mientras coso una muñeca con gafas y pelo humano recuperado de cierta almohada y ordeno en mi mente donde voy ha clavar las agujas, me pregunto con cierta displicencia: "¿Habré errado?".
En esa entrada ya hago un pequeño resumen de las fases de juego. Hago una pequeña síntesis, somos maestros artesanos que debemos restaurar el fresco de una catedral, para eso debemos ordenar a nuestros trabajadores que deben hacer: ir a comprar pinturas, mezclar colores, hacer encargos, restaurar y hasta podemos enviarlos al teatro para que se motiven. Con éste juego descubrimos que Chechi era daltónico, ¡un puto daltónico!
Recupero aquí un apunte de lo que se dijo en esa entrada:
"Lo de Sergi si fue más interesante. Resulta que el amigo es daltónico, pero no un daltónico normal no. Este confunde el lila con el rosa (aunque las piezas sean de diferente tamaño). No quiero hacer sangre de una enfermedad pero es que el amigo no daba una ni con la chuleta de colores (obvio). Vamos a dejar este episodio en una simple anécdota que lo hace aún más raro de lo que es. Empiezo a pensar que si alguien tiene el gen X es él. ¡Puto Sergi! ¡El eslabón perdido de una nueva raza!"
Pienso igual que mi homólogo del pasado, el cual escribió ese fragmento con cierta gracia. Pero discrepo en lo de la sangre, creo que perdí un momento histórico para machacar al pobre Chechi y a su daltonismo. Esta vez Chechi fue más paciente y superó su daltonismo supliendolo con un enfoque basado en en el tamaño. Yo escogí éste juego para poder tener ventaja gracias a su limitación y va el tipo y se pilla la hoja de colores y aunque dio algún que otro gatillazo, no falló lo necesario para que éste fuera decisivo.
Sí he de comentar, honestamente, que el amigo nos enseñó una faceta a la que no nos tiene acostumbrados, a esta la llamaremos la fase de No Reacción, la Zombificación o El Estado latente. Yo personalmente me decanto por esta última. La explicación de tal estado tiene su origen en la pasividad lúdica del individuo en un juego en el que, a priori, domina todas las fases.
¡FELICES CON UN JUEGO FINO, FINO! |
Ahora explicaré lo que pasó y de paso lo que le costó la partida. Sergi empezó a jugar aletargado, la sangre no le llegaba al cerebro y en algún momento creí ver como su alma viajaba astralmente dando paseos fugaces que le permitían al menos mover las fichas de juego. Se pasó las tres primeras rondas en ese estado preocupante en el que su track de puntuación no hizo ningún progreso. Hubo un momento en el que le sacaba 37 puntos de diferencia.
Es difícil ver esa desconexión en semejante ser, pero los misterios de la naturaleza son así y como más vale prevenir mi mente empezó a preguntarse: ¿Serán cambios fisiológicos? ¿Es una especie de transformación? ¿Mientras nos lee la mente está en ese estado? ¿Necesita relajarse de tal modo cuando viene a casa? ¿Qué coño le pasa?
¡QUÉ COÑO LE PASA! |
El Estado Latente desapareció entonces, la baba que colgaba de la comisura de sus labios fue absorbida, sus ojos enfocaron el tablero y su cerebro empezó a recibir cantidades ingentes de oxígeno que lo reactivaron al instante. Había regresado.
MOMENTO DE LA REACCIÓN |
Hay algunas máximas en nuestro grupo, "Nunca des a Sergi por muerto" y "Pase lo que pase hasta que Núria no juegue su último turno, aquí no ha ganado nadie". Y eso amigos es lo que pasó, Chechi reaccionó pero tarde, hizo una partida digna pero llegó a la última ronda sin opciones claras (cosa que yo no sabía). Núria hizo una última jugada magistral y ganó la partida dejando, una vez más su huella grabada en nuestros recuerdos lúdicos.
¡ JULITO AÚN IBA EN CABEZA! |
Chechi debía irse con una victoria, así que escogió el segundo juego, DOMINION. Y no sólo con eso se conformó, el puta busco una combinación de juego donde aparecían sus cartas favoritas, EL FESTIVAL y EL SALÓN DEL TRONO. Con esas dos cartas sobre la mesa Chechi es invencible, las combina con maestría y en cada turno consigue comprar doblando su poder.
Entre Chechi y DOMINION hay una relación estrecha, es un juego que le gusta (como otros) pero en éste disfruta mucho. Combina sus combos y mientras lo hace ves al niño que aún lleva dentro. No creo que en juegos de esta tipología llegue a entrar nunca en Estado Latente, su alma no tiene huevos de viajar en ese momento.
¡ME PILLO OTRO FESTIVAL! |
Creo que siguiendo la teoría anterior, Chechi podría obtener ¡la inmortalidad! ¿Qué está a punto de palmarla? Se saca el DOMINION y tema zanjado, su alma no se mueve. Hasta podría enfrentarse a la muerte para aguantar unos años más. Ya me lo imagino tangando a nuestra amiga calavera escogiendo esa combinación de cartas que a él le fueran bien. ¡Pobre Muerte! ¡Lo lleva claro! Sólo le pido a Sergi que si se da la situación ¡renegocie de paso nuestros contratos de vida!
¡ESA ES LA MIRADA! ¡JODETE MUERTE! |
De nuevo, en una tanda de ejercicios de relajación, mientras coso una muñeca con gafas y pelo humano recuperado de cierta almohada y ordeno en mi mente donde voy ha clavar las agujas, me pregunto con cierta displicencia: "¿Habré errado?".
¿HABRÉ ERRADO? ¡MIRADLA AL FONDO! ¿ESTÁ SATISFECHA? |
Si senyor, un senyor joc.
ResponderEliminarPara mi es un juego distinto a los demas, una rematica currada.
Lo tenias!!! Lo tenias en tus manos y lo dejaste escapar. No te puedes confiar con nuria, lo sabemos. Tendra alguna noche mala. Y si le ponemos un poco de somnifero en el te? Seria el momento!
Incluso le podrias hacer firmar un documento en el que te cediera sus juegos.
Vuelvo al estado latente despues de escrivir el comentario.
Zzzzzzzzzz