Me estremece pensar que Núria ha perdido el brillo, el toque, su estado de gracia. Me estremece aún más que Angelito y Parrita se crean merecedores de su legado, el legado de la Madre de Dragones. Quiero atribuir su papel (el de nuestra última sesión) a la simple suerte o al destino y que no es más que un remoto accidente en la historia de nuestras quedadas. ¿Qué significaría ese cambio en nuestra realidad lúdica? Sería como si el espacio-tiempo se doblara a voluntad y se mezclaran todas las realidades en una sola. ¡El caos absoluto! ¿Angelito y Parra alternando victorias es más un what if?, que una realidad palpable.
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Cabe la posibilidad de que nos hayamos aletargado. Que no sepamos salir de nuestra zona de confort y que estos dos, espíritus libres y risueños, aprenden cuáles pequeños que abren los ojos y captan colores, profundidades, texturas y otras informaciones sensitivas al mismo tiempo que desarrollan su ya limitada estrategia. ¿No tienen derecho esas dos almas puras a tener un papel relevante en nuestro universo? La respuesta es NO. No tienen derecho porque a mí me enseñaron que el universo tiene un orden y salir de ese orden es caer en el caos más absoluto. Antes he comentado que me estremecía y mientras escribo el blog me aterra, me incomoda profundamente que eso pueda ser así.
¿Un cambio de paradigma? Puede que no estemos preparados para lo se viene. Angelito, un jugador astuto que hace ver que responde mensajes en el móvil al mismo tempo que perpetra una estrategia ganadora. Un tipo que se envía audios de su hija para despistar nuestra concentración. Un tipo que queda entre semana con una u otra y lo que realmente hace es ir a un club de juegos y entrenar. No quiero pensar que semejante traición se esté cociendo en mi casa. Pero puede que Angelito sea este ser retorcido y manipulador. ¡Me temo lo peor de este fulijas!
Parrita ese ser de luz al que todos tenemos en gran estima. Ese tipo que siempre tiene un SÍ en la boca y que muestra motivación por todos y para todos. ¿Puede ese tipo ser el mal encarnado? ¿Es Parrita un tipo que nos obsequia con cremitas y tratamientos balsámicos que son en realidad drogas que nos aletargan y no permiten que veamos con lucidez aquello que hacemos? Parrita el alegre, el positivo es una sucia rata astuta y manipuladora que actúa con esa bajeza propia del peor de los villanos. Parrita lengua de serpiente, el azote lúdico que parece que actúa desde la inconsciencia, pero que realmente tiene una estrategia sólida y contundente. ¡Me temo lo peor!
Por mucho que mi perturbada mente busque algo racional en todo este asunto, no encuentro la solución. Y en este mismo ejercicio de reflexión, pienso que la vida nos ha puesto en esta tesitura. ¿Querías un grupo de juego de mesa? Ya lo tienes. Ahora... ¿Un grupo que te coma la tostada y rompa la hegemonía mundial? Eso ya es otra historia.
La tarde del sábado transcurría tranquila hasta que llegaron los dos. Hicieron el papel de siempre, entre simpáticos y agradables. Dos pusilánimes lúdicos de manual, se sentaron a la mesa y ayudaron a preparar la tarde más luxificada de los últimos tiempos. Íbamos a jugar Castillos de Burgundy edición especial con todo el plastiquete posible (edificios, monasterios, mar, minas, animales y castillos). Los tipos disimulaban mientras ponían cada componente en su sitio.
Hasta hoy no he sido consciente, pero en ese momento cruzaron alguna mirada de soslayo y alguna sonrisa amable al son de una oscura melodía que estaba aún por llegar. Las señales de la composición eran evidentes y hoy me fustigo por no haberlas escuchado antes.
Con todo preparado y con un mapa que partía de la zona central, los dos amigos comenzaron a jugar de forma razonablemente efectiva. Nuria cogió cierta ventaja y nada parecía presagiar un desenlace en que la Madre de Dragones no encabezara la clasificación, pero los dos tipejos comenzaron a lanzar combos que loseteaban sobre el terreno.
Angelito, más centrado en el comercio, se situó en primera posición en el orden de turno y aprovechó esa ventaja la mayoría del tiempo. Parrita empezó con animales, pero nunca le perdió el pulso a los castillos y los monasterios. Mucho más centrado, pero desde el silencio más reflexivo, esgrimió una estrategia silenciosa, digna del mejor general espartano.
¡Qué manera de jugar! Parrita dio un recital brutal sin hacer el más mínimo ruido. En cambio, el Fulijas, entre fotos, WhatsApps y otros trucos de despiste, se quedó sin gasolina a tres turnos para el final. Eso no le sacó de la partida, pero sí que lo dejó casi sin el segundo lugar. Núria y Julito escalaron desde el subsuelo más hondo y llegaron casi a colocarse segundos.
Todo acabó con la victoria de Parrita. Desde este blog se le felicita porque concluyó de manera destacada, porque no hizo ningún alarde ni se jactó en ningún momento. Porque fue respetuoso y a veces amigos hay que saber ganar. La ilusión de David es una ilusión compartida. Siempre que él gana nos alegramos todos, ya que hay algo de esa inocencia en todos nosotros. Sabes que Parra conserva ese espíritu competitivo y a la vez inocente. Ganar está bien, pero él lo valora en conjunto, gana rodeado de amigos y se gana el respeto de todos con su buen hacer, no como otros.
Angelillo es un busca razones. Un jugador tosco y poco refinado que se mueve por instinto. Como buen cazador, sabe detectar a su presa y sin razón alguna, muchas veces, le atiza. Este tipo de jugador zafio y mezquino crea conflictos donde no los hay. Rezo muchas veces para no quedar detrás de él, la razón es obvia, convertirá cualquier resquicio en un arma arrojadiza. Es mi colega y lo quiero un montón, pero el tipo no hace prisioneros en esto de los juegos de mesa. El tipo ha llegado el último y ha convertido todo este tinglado en su coto de caza personal.
T’estimo Julito!
ResponderEliminarParra ets pur entusiasme! Et mereixes aquesta victòria i moltes més! Ara, el fulijas no!!!
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