Nos sorprende un poco encontrar las ruinas de una antigua cripta medio cubierta de musgo y hiedra. La historia de este lugar es vieja y oscura. Sin más información que seguir, nos dirigimos hacia las profundidades. Lo que sea que traten de hacer estos bandidos malévolos, estamos decididos a descubrirlo. Caminamos con paso firme hacia las escaleras cuando nos tropezamos con lo que parece un individuo poco amistoso. Un Corazón Hueco nos cierra el paso. Nos comenta que se llama Noldier y que hace horas que nos sigue. Tiene una cuenta pendiente con los bandidos que allí se esconden, algo personal relacionado con terror, muerte y tinder. Desconocemos ese último vocablo pero con terror y muerte nos damos por satisfechos.
Decidimos incorporarlo a nuestras filas. Después de la misión anterior donde Tramboliko nos salvo "in extremis", necesitamos sumar músculo al grupo. Los Corazón Hueco son guerreros fuertes que suelen juguetear con explosivos y que en momentos determinados pueden ayudar a despejar zonas llenas de enemigos. Habrá que vigilarlo de cerca ya que puede llevarse a alguno de nosotros por delante. Mejor con nosostros que contra nosostros. Veremos si es un tipo de fiar.
Bajamos las escaleras con extrema precaución. Splinter está preparada para la confrontación, Surströming Smell tiene los nervios en tensión, Tramboliko prepara sus cachibaches y Noldier sonrie mientras avanza con paso firme. Un gran grupo de bandidos arquero y algunos huesos vivientes nos esperan al pie de las escaleras.
"Habéis cometido un error al venir aquí", sisea uno de los bandidos. No estamos de acuerdo. Estamos justo donde queremos estar.
La batalla fue dura y por mucho que quiera relatarla con todo detalle, solo puedo decir que actuamos de la manera más coherente posible. Con las dagas atacamos a los riñones, al hígado y sobretodo al corazón. No nos andamos con rodeos. En el caso de los Huesos vivientes, sus huesos no protegían ningún órgano vital, así que inspirados por una ola de violencia, decidimos que sus cráneos debían ser su punto más débil. Aprendimos por las malas que cuando un puñal choca contra el esternón o una de las costillas, la hoja puede romperse. Una mirada a Surströming Smell sirvió para que su espada cayera con estrepitosa fuerza sobre tibias, fémures, clavículas y otros huesos que no hacían más que crujir.
A PARTIR DE AQUÍ HAY SPOILERS SOBRE LA AVENTURA.
Nos dirigimos a la siguiente sala. Abrimos la puerta y ahí estaban. Los malditos sectarios, los hijos de Estigia o eso pensamos al verlos. Los amigos, nada más vernos ,se pusieron en plan poligonero alentando a unas bandidas arqueras que empezaron a dispararnos a cholón. ¡Un autentico caos! Los sectarios son peligrosos, violentos, con tendencia al linchamiento de todos aquellos que no piensen igual que ellos. Vamos que si no comulgas con sus patéticas creencias eres calificado de cabrón, ignorante, terrorista, insolidario, irracional, dañino, sodomita... Sus movimientos estaban coordinados a la perfección y avanzaban presionando, cada vez más, el poco espacio que nos quedaba.
Daban tanta rabia y eran tan patéticos que decidimos ir a por las arqueras. Eran nuestro principal objetivo ya que a distancia eran muy peligrosas. Nos centramos en el peligro principal y lo eliminamos, entonces uno de los encapuchados va y invoca un Hueso viviente. ¡Ni hablar! ¡Por ahí no pasamos! Así que... ¡a eliminar cultistas estigios sodomitas! Despojos es lo que quedó de semejantes mamarrachos. El control mental de Splinter, sus ratas señuelo, los ataques al espacio de Noldier, los ganchos de Trambóliko y la larga espada de Surströming habían hecho estragos en aquel pasillo lúgubre ahora lleno de visceras y otros restos orgánicos.
Avanzamos hasta una puerta cercana con la levedad de la brisa; cada paso ejecutado con sigilo acababa en una posición de alerta. Abrimos la puerta esperando encontrar más cultistas a los que zurrar pero lo que vimos nos hizo estremecer. Dos demonios de Tierra, esperaban, preparados para exterminarnos. Eran criaturas grandes de rostro malicioso y una inquietante sonrisa. Sus rasgos demoníacos intimidaban al más valiente. Allí se fraguó el inicio del final. Fuímos con nuestras mejores cartas y lo dimos todo. Noldier fue el primero en caer pero antes había asestado un golpe mortal, minutos más tarde, nos abandonó Trambóliko. La batalla había sido dura pero los demonios habían besado la lona y ahora, en forma de roca, descansaban para siempre.
Quedaba una puerta y solo Splinter y Surströming podian atravesarla. Detrás de la misma había dos cultistas estigios algo sodomitas y dos nuevas criaturas que no habíamos visto en la vida, dos demonios de Viento. Nuestra energia era mínima así que urdimos un plan. Los sectarios debian ser nuestro objetivo principal por el mero hecho de tener la capacidad de invocación de Huesos vivientes. No nos podíamos permitir que aparecieran más enemigos.
El signo de la batalla permitió que uno pereciera rápidamente pero el segundo estaba a punto de invocar una criatura Harryhausiana. Mientras, los demonios iban siendo mermados por Splinter que los stuneaba a cada turno. Con una carta de daño 6 ataque al cultista de nivel 2 y 7 de vida. Todo dependia del modificador. Levantamos el modifcador y ¡Toma x2! ¡12 de daño! El pobre diablo reventó en mil trozos sangrientos, ensuciando, a su paso, columnas, paredes y suelo.
Solo quedaba ayudar a Splinter que había vencido a un demonio de Viento y quedaba uno más que nos podía jorobar el final de la misión. Pero no fue así, el quejido lastimoso de Noldier y Trambóliko, nos alentó y nos dió energía para un ataque final. ¡Teníamos el plus! ¡El extra! Así que, conjuntamente, acabamos con aquella criatura de energía elemental pura, enfurecida y demoníaca. ¡La victoria fue nuestra una vez más!
Estaba claro que habíamos interrumpido algún tipo de ritual. Aquellos demonios elementales pertenecian a un plano de existencia completamente diferente, pero los sectarios de alguna manera lograron invocarlos a éste. ¡Ya sabéis como funciona ese rollo de los Primigenios!
En el altar que había en la habitación final, pudimos observar una gran cantidad de simbolos y signos arcanos de esos rituales. No toda la escritura era inteligible, pero teniamos la sensación de que esa cripta era un lugar de poder utilizado una vez por una civilización antigua. Los antiguos aprovecharon el poder de los elementos para mejorar sus propias vidas, y aunque su destino exacto está más allá de nuestro conocimiento, claramente la historia no terminó bien.
Entre las escrituras también encontramos notas sobre otros dos lugares de poder en la zona. Uno parece ser muy utilizado por el culto y el otro está marcado como invadido por perversos muertos vivientes. Parece como si tuvieramos la oportunidad de estropear algo más del trabajo de los cultistas Estigios o de obtener su beneplácito. Conociendo a mi grupo creo que va a tocar matar muertos pero eso será otra historia.
Nuestro destino no está escrito y podemos elegir entre:
EL CAMPAMENTO INNOX (MISIÓN 3)
LA CRIPTA RUINOSA (MISIÓN 5)
LA CRIPTA DECADENTE (MISIÓN 6)