martes, 26 de septiembre de 2017

¡LA VERDAD ME INCOMODA!

No me atrevo a comentar las sensaciones extrañas que sentí el último día que visité la casa de mi amigo Chechi (¡No poco! Lo voy ha hacer a continuación). Siempre pensé que su casa estaba exageradamente apartada y que allí podían acontecer los hechos más inverosímiles y inquietantes, sin que los vecinos sospecharan nada de nada (¡pobres incautos!). De entrada el tipo lleva una vida normal (bueno...esta parte es un poco mentirijilla) pero hay algo raro, no sabría como explicarlo, es una sensación, pero una sensación incómoda. A veces pienso que lleva una doble vida, que hace cosas que no nos explica. A veces comenta cosas sobre partidas que yo no he vivido, es como si jugara con otros. Pero este hecho hasta sería normal. Jugar con otros, ¿qué otros? No sé...alguién desconocido o muy cercano, esta parte he de mejorarla. Durante unos segundos he pensado que juega con Ángel y Marta. ¡No! ¡Con Ángel y Marta de Nando! Eso sí da para una buena historia, bueno a lo que vamos.

Lo que de verdad me incomoda es que lo que imagino, que es capaz de hacer es algo malo, pero malo de perverso, jodidamente perverso. Hay una cosa que os quiero comentar, puede que no tenga importancia pero es, al menos, curioso, el tipo no nos deja acceder al piso de arriba de su casa, entramos en el comedor, la cocina, el lavabo...pero ¿qué hay en el piso de arriba? La verdad es que las estrechas, oscuras y lúgubres escaleras que llevan arriba, no invitan para nada a poner un pie sobre cualquiera de sus escalones. Es como si se hicieran infinitas y la visión de lo que parece un pasillo con puertas se plantea lejano, inalcanzable, como en una dimensión a parte. A veces imagino ruidos, gemidos, arañazos, murmullos, golpes que el siempre atribuye a que la casa es vieja y que las cañerías hacen ruido.  Creerle es lo más sensato ya que a veces me da algo de grima y he de confesar que he pasado del respeto al miedo crudo, frío y extraño que me provoca una sensación de desasosiego. Hay algo raruno en todo esto, lo percibo.


Hace poco quedamos para jugar a LAS MANSIONES DE LA LOCURA, jugarlo en casa de Chechi le da un plus, no es que sea tétrica, pero mi imaginación crea los adornos necesarios para transformarla en un lugar misterioso y oscuro. La Luz del comedor es tenue y cae sobre el tablero creando un ambiente muy temático (rollo juegos de misterio y terror). Mientras pasan las horas, el sol sigue su camino y las sombras que se mueven en el jardín acaecen como monstruos esperando que cualquier incauto caiga en sus garras. Mientras, mi amigo dirige la partida con emoción, como si viviera realmente los acontecimientos, deja entrever en su mirada, un poder que le da el control del destino de los personajes y de aquellos que ensimismados intentamos salvar la vida de nuestros roles miskatónikos. 


La partida transcurrió y hubo momentos para todo, emoción, acción, desidia, algún bostezo, algún grito, ruido de las tuberías, el crujir de la casa, las sombras del jardín y el mueble del comedor. El maldito mueble del comedor parecía tener vida propia y en sus entrañas pudimos encontrar los objetos más fascinantes y a la vez más peligrosos: tomos de Lovecrat, el Hellboy de Mignola, la imagen de Cthulhu y el maldito Necronomicón. El tema era peliagudo y al observar tamaña colección solo pude pensar en que aquel lugar es un centro de culto y perversidad y que seguramente jugar con el juego era una especie de rito para abrir las puertas del averno y liberar a algún Dios Primigenio.


Miré al calvo que me acompañaba y tenía una pinta de cultista que lo flipas. El tipo era extraño ya de serie pero con la información que mi cerebro iba creando la cosa se estaba poniendo muy pero que muy fina. Miré a la izquierda y la innombrable tenía una pinta de traicionarme y sacrificarme en menos que canta un gallo. Sé que esas sensaciones eran falsas pero en mi interior todo acontecía como si estubiéramos en la época victoriana. Nuestra ropa cambiaba y la misma casa adoptaba el aspecto adecuado. Estaba demasiado condicionado por lecturas, películas, cómics y una larga lista de subcultura para poder elucubrar qué estaba pasando.


Esto de jugar a juegos de mesa en el lugar adecuado crea un ambiente de lujo pero hay que vigilar con la inestabilidad mental de los jugadores. Miré al perro, Eira, nombre de Diosa, la Diosa de la salud Escandinava. Estaba allí para vigilar, una Diosa encarnada en un perro. Nos protegía y eso me daba tranquilidad. ¿Qué mierda es esta? Era un chucho normal pero mi mente enfermiza lo había convertido en algo más. 

Me llamaron la atención, parece ser que estaba ensimismado, despistado, pensando en mis cosas. Todo volvió a su cauce, la casa, la ropa, los ruidos, las sombras... Cogí el dado y lo lanzé con intención de conseguir un éxito pero la suerte no existe y el destino decidió que aquella misión no se iba a resolver favorablemente (¡salieron más ceros que estrellas hay en el cielo!). Acabamos derrotados pero con la sensación de haber pasado un buen rato. Dejé de sospechar de mis amiguetes. Estaba oscuro y fui a una habitación externa del jardín donde había una nevera a buscar bebida, estaba oscuro y caminé con una linterna en las manos. El olor a húmedo penetró mi olfato, los libros viejos y mojados me inquietaron y el crucifijo apoyado en un sofá me aterrorizó. Llegué a la nevera, cogí los refrescos y aceleré mi paso para escapar de allí. Antes de salir por la puerta no pude dejar de pensar cuantas personas debían haber muerto asesinadas en aquel lugar y cuantos árboles del jardín había arrancado mi amigo para poder enterrar los cuerpos de sus víctimas.
¡MUY MALA SUERTE!
Me paré en la misma puerta de salida e intenté controlar las historias ficticias que no dejé de inventar. Cerré la linterna en un gesto de sublevación y aquel acto no me dejo ver la extremidad amputada que Eira había desenterrado y que había escondido en aquel terrible lugar, esperando a ser roido.


lunes, 25 de septiembre de 2017

¿HAY ALGUIEN QUE TE OFREZCA LO MISMO?

No existe figura menos conocida que la del personaje lúdico activo. En el mapa social le reconocen como friky pero dentro de esa acepción entran miles y miles de personas. Es mejor estar en ese grupo ya consagrado que no pertenecer al de las chonis, los culturetas o los runners, aunque seguramente haya frikys chonis, frikys culturetas y frikys runners. Si reconocieran por la calle al jugador lúdico activo podrían llamarle hombre meeple, tiradados o enfundacartas, pero eso no pasa porque el mundillo en el que nos movemos, en el máximo esplendor del tema, aún es algo desconocido y si vives en un pueblo ya ni te cuento.

¡RUNNERS!

¡CHONIS!
Donde yo vivo no me miran mal, pero sospechan que algo no funciona. Es como si supieran que hago algo indebido. No me ven por los bares, no voy a ver el futbol, no hago vida social al uso y los fines de semana la luz de mi comedor está encendida hasta altas horas de la noche. Las camisetas que visto delatan un gusto extraño para la edad que aparento y lo malo es que lejos de ser preguntado o increpado paso desapercibido, no vaya a ser que intentes adoctrinar a nadie con cosas raras y extrañas. 
¡EL CULTURETA!
Llega tu cumpleaños y pides una expansión para el Smash up, la persona de turno dice que lo irá a comprar al Carrefour. En el Carrefour los empleados flipan con el tema y buscan en la sección de PS4 o consultan al friky de turno, que al menos siempre debería haber uno, y si no, le comentan a tu familiar: "Esto no lo tenemos, es muy raro si quiere tenemos un Monopoly". El familiar confirma sus sospechas de que estas en una secta muy jodida y sabiendo que ese producto es inalcanzable y solo puede encontrarlo en el mercado negro, pedirá ayuda a tus allegados o en últimas consecuencias te dará el dinero para que te compres lo que quieras. 

¿Y ESTOS?
Todo esto genera una trampa a tu alrededor y es que a partir de ese momento eres difícil de regalar. La secta satánica a la que perteneces tiene gustos tan extremados que ni en el Abacus se pueden cumplir tus expectativas. Barcelona se antoja lejana y esos 30 quilómetros de distancia son insalvables. A partir de ese día los regalos se despersonalizan y el que los hace pierde toda ilusión por hacerlos, simplemente cumple con una voluntad social impuesta. 

Y no es que esté en contra de que me regalen pasta, lo que me pasa es que yo nunca lo haría. Es como el anuncio de abandonar el abuelo en la gasolinera sin ser por supuesto un tema tan trascendental. Cojo el ejemplo del abuelo que es más risueño que el del perro que levanta más suspicacias y no está el tema para ponerte de uñas con los amantes de mundo canino. 

¡HAY QUE RESPETAR A LOS ANCIANOS!
Hay por el camino, siempre con trampa, por supuesto, el familiar  que piensa que el tema es cultural y que como no entiende no tiene la responsabilidad ni las ganas de informarse. La gente común, a la que yo considero culta, cada uno a la suyo, tienen conocimientos brutales sobre temas que a mi no me interesan pero si les he de regalar, mola intentar sorprenderlos. Es una batalla perdida con aquellos que su única afición es estar ante la tele, sí ya sé que a todo Díos le mola un buen restaurante pero es que son difíciles los jodidos! Entonces aparece el regalo estándar, esa botella de vino, ese jamón, esos calcetines o aún peor el jersey que nunca te vas a poner.

Amiguetes esfuércense en regalar para gustar no para cumplir, muevan su culo y visiten lugares desconocidos, conozcan parte de la cultura que los rodea, dejen de pedir listas de regalos e intenten sorprender con algo diferente. 
¡REGALACO!
Yo tengo un amigo que se esfuerza por regalar de forma personalizada, es un tipo capaz de encontrar aquello que sabe va a gustar a su víctima, digo víctima porqué a veces puede errar y ese día, es un día muy jodido, lo digo por experiencia. Pero su esfuerzo es titánico y de agradecer, me gustaría que hubiera muchos como él y que el significado de amistad se llevara a ese extremo personalizado en el que cuando te regalan no ves solo el regalo sino toda la intención que hay detrás. ¡Gracias amíguete aunque a veces te equivoques!

Todo este royo lo hago pensando en mis vástagos que siguen una estela maldita por influencias que tienen en casa. Tienen unos gustos determinados y juegan a lo que juegan, por eso a veces tienden a ser algo diferentes fuera del núcleo familiar. Ellos, como yo, tienen buen gusto por los juegos de mesa o los cómics, tienen aficiones conocidas como dibujar o leer, pero en cambio pueden llegar a recibir auténticos truños como regalos que mueren si apenas utilizarse. A veces tengo sentimiento de culpabilidad pero intento evitar a toda costa que se aficionen al futbol, al parchís o hasta que quieran un tragabolas. Ese adoctrinamiento no ha sido fácil y de forma muy sibilina los he ido condicionando con alevosia. Son como son y esa diferencia los hace especiales para mi, puedo hablar con ellos, comparto con ellos, leemos y comentamos, jugamos y eso no tiene precio.


¡THE BEST FAMILY!
Nuestra última gran gesta ha sido acabar la caja básica de ARCADIA QUEST y lo hemos hecho en familia. ¡Ha sido una pasada! Jugamos todos durante un par de años y al final lo hemos conseguido. Modo campaña para adelante y cada uno con sus recompensas y sus maldiciones. Una de las mejores compras que hemos hecho para jugar en familia. Ahora queda empezar la expansión y esta vez van a haber cambios de equipo. 

¡HOJA DE CAMPAÑA!
Es interesante poder, dentro de casa, encontrar esos momentos para poder compartir en familia. Han de ser momentos que después se puedan comentar sea viendo una peli, jugando o compartiendo una lectura. Padres del mundo os llamo a las armas para poder encabezar un cambio en el paradigma familiar, ya somos muchos los que encabezamos este movimiento, ¡uníos a nosotros!

¡TODOS SOMOS IGUALES!
Cuando veáis a alguien de vuestra edad con una camiseta extraña, leyendo cómics, con figuritas en la mano...acercaos a él. ¡Es un friky bueno!, uno de esos que puede transformar una tarde de lluvia en un viaje inesperado, uno de esos que puede convertir tu mesa en un mercado o en un castillo y además puede transformarte a ti. ¿Quieres ser un gladiador? 'Hecho! ¿Quieres ser un mago? 'Hecho! ¿Quieres ser un soldado? 'Hecho! ¿Quieres ser un pintor del Renacimiento? 'Hecho! ¡Lo que quieras se puede hacer realidad! Y ahora dime amíguete, ¿hay alguien que te ofrezca lo mismo?